Estos son los murales españoles que compiten por ser el mejor del mundo
Un total de 100 murales de todas partes del planeta, entre ellos 18 españoles, llegan a la instancia final del concurso Street Art Cities.
Ya está abierta la votación para elegir al mejor grafiti del mundo, donde los candidatos españoles tienen bastantes chances de llevarse el premio. El concurso Street Art Cities, el más importante de este tipo, ha presentado al listado final de nominados, en una elección que culminará el próximo 25 de enero.
A la selección de las 50 obras elegidas por Internet e Instagram se suman otras 25 designadas por los artistas y 25 más elegidas por un panel de expertos. Entre esas 100 se premiarán a las mejores, donde hay 18 murales españoles en competencia. Y son los siguientes.
Reina del Mar (L’ Ametlla del Mar, Tarragona)
Estamos en L’Ametlla del Mar para descubrir una obra realizada en el festival Efimurs. En esta ocasión, es ‘Reina del mar’, del brasileño Filite, quien ha representado a la deidad Iemanjá, la orixá que representa la energía de la luna y el mar en el culto umbanda (un sincretismo entre el cristianismo de Brasil y las religiones africanas).
Santín y Draculina (Guardo, Palencia)
Muchas veces, la dualidad del bien y del mal se suele representar con un ángel y un demonio en los hombros de una persona. Pero el artista Manuel García Juan prefirió hacerlo retratando a sus gatos Santín y Draculina, que se enfrentan en la fachada de un edificio de 10 plantas en el pueblo palentino de Guardo.
La Mensajera (La Bañeza, León)
Este mural, pintado por Uri KTHR en el festival Art Aero Rap de 2024, muestra a una joven con un caduceo, un antiguo tipo de bastón que en su parte superior tiene un frasco de arena. Sin embargo, en su interior se ve un pequeño ecosistema de plantas y caracoles que, al descender en la parte inferior, caen sobre una calavera. La idea, ha declarado su creador, es alertar sobre el cambio climático y sus consecuencias en la naturaleza antes que sea demasiado tarde.
Agua (Mollet del Vallès, Barcelona)
Creado por el artista español Dase para el festival Pintalist Fest 2024, la idea es mostrar un punto de vista irónico sobre el agotamiento de este recurso natural, “mostrando nuestra inconsciencia al vivir como no fuera un problema”, dice el autor. Así se ve, con el mural que muestra a dos jóvenes en traje de baño que saltan a lo que podría ser un mar o un río, pero que está seco.
Bajo el mar (L’Ametlla del Mar, Tarragona)
Un chalet cercano al Mediterráneo, en esta localidad de la Costa Dorada, fue decorado por el madrileño Asem Navarro con un mural que recuerda a La Sirenita de Disney; otra de las tantas obras que se han creado en L’Ametlla del Mar con motivos marítimos en el festival de arte urbano Efimur.
Rompe lo establecido (Linares-Baeza, Jaén)
Realizado con la técnica del spray para el festival de arte urbano 23700, el artista gallego Diego As representa a una estatua de estilo clásico que es rota por una paloma. La idea de este mural (elegido el mejor de noviembre en Street Art Cities), es revitalizar la historia con características de realismo y simbolismo, conectando pasado y presente mediante el arte”, han indicado los organizadores de ese evento en la ciudad andaluza.
Ocelote ornamental (Cheste, Valencia)
Este es el único mural que forma parte de la preselección de 25 obras elegidas por los artistas. Creado por el artista Buble Gum, representa a un ocelote que vigila un callejón, con sus ojos que desprenden una filigrana roja, y que el cuerpo ocre está conformado por formas de plantas que combinan una estética entre barroca y futurista.
Papaver dibium (Azagra, Navarra)
Una amapola oblonga (Papaver dibium) decora el muro lateral de una casa del pueblo navarro de Azagra, realizada por la artista gallega Doa Oa en el proyecto de arte urbano Grafitarras. Generalmente esta muralista suele combinar los temas de naturaleza con los de feminidad, y la elección de esta flor tiene que ver con su abundancia en las cercanías de la comunidad.
Aire (Santiago de la Ribera, Murcia)
La mejor forma de contemplar este mural de Sbah es volando. La figura de una bailarina clásica decora el suelo de una plaza seca en Santiago de la Ribera, que representa “el deseo humano de elevarse, volar y dejarse llevar por la imaginación” dice su autor, donde el cielo se puede surcar a través de las artes como la danza y la música.
Camaleones 2024 (Arroyomolinos de la Vera, Cáceres)
Una característica que distingue a los camaleones es su capacidad de mimetismo, y con esa idea JM Brea pintó a estos pequeños reptiles en una vivienda de Arroyomolinos de la Vera; que si se los ve de frente, pareciera que la casa desaparece en el paisaje serrano de este rincón de Cáceres.
Charanguista andino (Fene, A Coruña)
En el lateral de un bloque de viviendas del pueblo gallego de Fene parecieran escucharse las notas del charango, un tipo de guitarra pequeña de 10 cuerdas que se usa en la música tradicional de la Sudamérica andina. Realizado por Cristóbal Persona, recuerda a las leyendas que dicen que las melodías del charanguista convocan a figuras míticas como El Sereno, una deriva de las mitológicas sirenas.
Atravesar el centro (Burgos)
Como parte del Certamen Internacional de Coreografía Burgos & Nueva York el argentino Guido Palmadessa creó este mural en el centro de Burgos, donde una serie de cuerpos que parecen enfrentados (o quizás dialogando) representan las sinergias de las relaciones humanas; una imagen inspirada en las sesión de fotos realizada por Ernest Ghazaryan.
La arracada de Aliseda (Aliseda, Cáceres)
Entre las paredes blancas de este pueblo extremeño brilla un gigantesco arete dorado pintado por Sojo, una representación de la joya de la cultura tartesa encontrada en las cercanías de la localidad en 1920, que se exhibe en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid.
Amistad (Sotomayor de Baena, Córdoba)
Dos artistas, Sake y Sota Pérez, han simbolizado su amistad de más de una década con un trabajo en conjunto donde entrelazan sus manos en un mural de 12 metros de alto que decora el IES Luis Carillo, y que forma parte de la Ruta de Arte Urbano de esta localidad cordobesa.
La vida es un vuelo (La Garriga, Barcelona)
Otro trabajo del artista Dase que compite entre las 100 del concurso Street Art Cities. La vida es un vuelo es el homenaje de Marcel Pascual a su fallecida esposa Pilar Forcada, coleccionista y activista del arte en esta localidad cercana a Barcelona. Como una forma de impulsar el arte sostenible, el mural fue creado con pintura base agua y aerosoles reciclables de proximidad.
Energía (Las Palmas, Gran Canaria)
“Este fue el mural más grande que he hecho”, recuerda Erik-air sobre su obra pintada en una pared de 500 m2 en una gasolinera; donde se ve la secuencia de dos niños que cuando se acercan se activa una fuente de energía; con el detalle de palabras en latín como motio y mutatio (movimiento y cambio) y la definición del término energía.
Animales (Alcantarilla, Murcia)
En el Festival de Arte Urbano Joven de Alcantarilla el artista Dulk (Antonio Segura) alerta sobre el riesgo de extinción de numerosas especies creando “un mundo onírico con animales y espacios naturales”, donde se puede ver a una salamandra con osamenta de ciervo, a nutrias con patas de rana, a un pato de pico azul con cuernos de cabra y otras figuras que parecen ser búhos o conejos.
De los primeros en llegar hasta hoy (Vilanova i la Geltrú, Barcelona)
Este es el único mural español entre los 25 elegidos por el panel de expertos de Street Art Cities. Realizado por Slim Safont, es un homenaje a los inmigrantes españoles que han arribado en las décadas del ’50 y ’60 y han moldeado la identidad del barrio de Sant Joan, que continúa en las generaciones actuales.
Foto portada Street Art Cities
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