La fotografía, 26 de febrero de 1980, capta el momento en el que Rafael Alberti, el autor de Marinero en tierra entró en Granada por la puerta de Elvira.

Allí, recibió las llaves de la ciudad de manos de Antonio Jara, alcalde de la misma, para después desplazarse a la plaza de Bibarrambla a un mitin convocado por el Partido Comunista de Andalucía y dirigirse junto a Santiago Carrillo a más de 15.000 personas allí congregadas.

Como relataba Eduardo Castro en su crónica de El País, Alberti le dijo a Jara que cuando venía por la Carretera de Jaén se acordó del romance del rey moro: Paseábase el rey moro/ por la ciudad de Granada /desde la puerta de Elvira / hasta la de Bibarrambla.

Alberti y Lorca se conocieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en los años veinte del siglo pasado. El de Fuente Vaqueros invitó a Alberti a visitar Granada con él. Sin embargo la guerra les deparó caminos diferentes: al gaditano el exilio; al granadino, la muerte. El de El Puerto de Santa María sintió la muerte de su amigo Federico de una manera muy intensa. En sus «Baladas y canciones del Paraná (1954) nos dejó una de sus poesías más sublimes:

«¡Qué lejos por mares, campos y montañas!/

Ya otros soles miran mi cabeza cana./

Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos./

Quiero hallar los viejos, borrados caminos./

Nunca vi Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano./

Una rienda corta y galope largo./

Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?/

¿Quién los claros ecos libres de sus aires?/

Nunca fui a Granada.
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone/

cadenas al habla de sus surtidores?/

Nunca vi Granada.
Venid los que nunca fuisteis a Granada./

Hay sangre caída, sangre que me llama./

Nunca entré en Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano./

Sangre por los mirtos y aguas de los patios./

Nunca fui a Granada.
Del mejor amigo, por los arrayanes./

Sangre por el Darro, por el Genil sangre./

Nunca vi Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto./

Venid por montañas, por mares y campos./

Entraré en Granada.»

Fotografía extractada del libro “Crónica de un sueño. Memoria de la transición democrática en Granada”.

Gacetilla y Curiosidades Elvirenses

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