23 junio 2025

ATARFE: Yo participo,túœ participas, nosotros participamos, vosotros particip‡ais, ellos deciden.

Ahora que el Ayuntamiento de Atarfe vuelve a reunirse por barrios, y se ha creado y convocado el Consejo de Participación, es bueno recordar la EDITORIAL de este periódico en Marzo de 2002.


La participación—n ciudadana es un proceso hist—rico y cultural. No puede nacer con una simple ley o decreto. Aunque el derecho puede ayudar, es cualitativa y cuantitativamente má‡s importante la pár‡ctica del proceso.

Se necesita un profundo cambio en la educació—n. Es necesario educar para tomar decisiones y ejecutarlas conforme no so—lo a un interés individualista sino al colectivo. La democracia representativa nos ha maleducado y mal acostumbrado a que todo o casi todo lo decide el Estado, el Consejo, la Junta Directiva etc… No estamos todavía educados para saber tomar decisiones y muchas veces menos para ejecutarlas.

A veces la participación social que beneficia al ciudadano y ciudadana comœún u organizado es usurpada por intereses personales o personas que se sienten investidos del don de la participación— en aras de una mayor capacidad para exponer las ideas, o una mayor capacidad para considerarse en posesión de la única verdad, es decir ser «más papista que el papa» (como dice la frase popular) impidiendo que las personas puedan aprender a equivocarse.

Otras veces no teniendo nada mejor que hacer, se dedican a hablar de los demás, a empequeñecer a quienes están fuera de su control, a negativizar todo lo que se hace, a reivindicar el derecho a fastidiarle la vida al otro, o a la otra, a demonizar a aquel que se atreve a sacar un poco la cabeza a base de trabajo, de esfuerzo, de imaginació—n, de dejar de tener otras prebendas.

TambiŽén existe quien considera que la participació—n es buena si se desarrolla bajo el prisma o la inteligencia del cercano, del amigo, del allegado a mi ideolog’ía, del fulanito de copas. Y por el contrario considera que otros y otras no pueden nunca comprometerse a seguir un modelo de participació—n que favorezca el aumento de la calidad de la vida de la ciudadan’a.

Tenemos en nuestras manos una iniciativa que persigue propiciar la participaci—ón conjunta y coordinada de todos los agentes institucionales, económicos y sociales, para que defina un Proyecto de Futuro y trate de hacer de Atarfe un pueblo con calidad de vida, socialmente integrado, que facilite la convivencia y que confirme su vocaci—ón para la cultura y la alegrí’a de vivir. Se trata de crear una ciudad emprendedora y competitiva, con capacidad para ser centro de negocios y empresas y para aprovechar su situació—n rivilegiada en la provincia y en la regi—ón.

No podemos volver a ser excluyentes, individualistas, manipuladores de la participaci—ón como vecinos de algo tan cercano y querido como, el «pensar juntos» que Atarfe de mañ–ana, queremos. En nosotros
estᇠla respuesta.