Atarfe empieza a crear espacios para la infancia

Francesco Tonucci, pedagogo italiano, propone una visión de la educación centrada en el niño y en sus necesidades reales, conocida como «La ciudad de los niños». En esta propuesta, el niño es el protagonista de su propio aprendizaje, y se busca adaptar el entorno educativo para que sea más acorde a sus intereses y capacidades. Tonucci aboga por una educación más participativa y activa, en la que los niños tengan voz y voto en las decisiones que les afectan.
El miércoles nuestros niños y niñas jugaron en la calle… y nos recordaron el pueblo que queremos construir una iniciativa acordada en el Consejo de la Infancia de Atarfe
Según nuestra Alcaldesa: La tarde del miércoles fue mucho más que un día sin deberes o exámenes. Fue una declaración de intenciones: un Atarfe donde nuestros niños y niñas recuperan su derecho a jugar, a descubrir, a convivir y a crecer en un entorno pensado para las personas.Ver las plazas llenas de risas y niños y niñas jugando, es el reflejo del camino que estamos recorriendo: hacer de Atarfe un pueblo amable,seguro y diseñado para que nuestros hijos e hijas puedan desarrollarse plenamente.Gracias a las familias, a los centros educativos y al Consejo de la Ciudad de las Niñas y los Niños de Atarfe por hacerlo posible.
Desde el Ayuntamiento siguen trabajando para que el espacio público sea, cada día, más de todos y todas. Porque creen firmemente que un pueblo donde los niños pueden jugar, es un pueblo donde todos podemos vivir mejor.
El proyecto «Ciudad de los Niños» nació en Fano en mayo de 1991 con un propósito político específico: promover el cambio del parámetro de gobierno de la ciudad, empleando al niño, en lugar del adulto trabajador que viaja en automóvil. Los niños realizan un papel activo en el proceso de cambio, participando activamente en el gobierno y planificación de la ciudad y recuperando el espacio urbano.
El proyecto tiene como interlocutor natural a nuestra alcaldesa y sus concejales ya que todos los sectores de la administración están interesados e involucrados en su transversalidad. Toca planificar esos espacios de manera continua de modo que haga realidad una ciudad más amable. Es a través de los ojos de nuestros menores que podremos ver una ciudad mejor, y repensar un contexto urbano más adecuado para ellos y para todos los ciudadanos. Escuchar a los niños significa precisamente dar voz a las necesidades de quienes han sido «subestimados» en la concepción de la ciudad, significa abrir un punto de vista innovador para restablecer una nueva ciudad sobre lógicas y equilibrios diferentes