8 julio 2025

La atarfeña ALBA Sánchez «De De Marte a la Luna pasando por Granada»

Alba Sánchez, tras su paso por el ‘otro’ planeta rojo en el desierto de Utah, marcha a Lunares, una estación en Polonia que simula la vida en el satélite y donde se aislará durante 14 días

La última vez que Alba entró en el Parque de las Ciencias de Granada aún no había pisado Marte. El Marte del desierto de Utah, claro. La granadina y biotecnóloga de 29 años formó parte de la tripulación que se aisló durante dos semanas en la estación experimental que simula la vida en el planeta rojo. «Qué pasada», exclama la joven al ver el esqueleto de dinosaurio que recibe a los visitantes del museo. «Aunque yo me los imaginaba más grandes», dice divertida mientras recorre el hall y se adentra en la sala espacial, donde un montón de niños atienden a Fernando, monitor del Parque: «La Luna es una gran roca que va dando vueltas alrededor de la Tierra», explica mientras señala al techo. Allí en lo alto, rodeado de paredes negras e infinitas como el universo, hay una Luna enorme, preciosa y brillante que provoca una sonrisa cómplice en Alba. «Esta sí que es grande».

Tras vivir la misión en Marte, Alba decidió continuar su carrera profesional por ese ámbito de la investigación. Leyendo un artículo científico, encontró una lista de otras estaciones similares a la de Utah y una llamó su atención: Lunares. «Era la única de Europa y podías solicitar ser parte en alguna de sus misiones. Lo hice. Y el 2 de mayo, estando en Playa Granada de comida con la familia, me llegó el correo y me volví loca: me iba a la Luna».

Alba Sánchez Montalvo es una de las seis personas que se confinarán durante dos semanas, del 9 al 26 de julio, en la Luna. O lo más parecido a vivir en la Luna sin salir de nuestro planeta: la estación Lunares, ubicada en la ciudad de Pila, al noroeste de Polonia. Una base de 250 metros cuadrados construida en un búnker por la empresa Space Is More. Un entorno único en Europa para realizar la investigación más puntera. «Una vez que entremos, la instalación se cierra herméticamente –dice Alba–. No hay ruido ni nada del exterior. Hasta los ciclos de luz son artificiales, como en la Estación Espacial Internacional». Imágenes de Lunares, zona de laboratorios y de exploración.

Imágenes de Lunares, zona de laboratorios y de exploración.

Investigaciones

Lunares cuenta con un dormitorio para la tripulación, con camas-cápsulas; una cocina donde se alimentarán con comida liofilizada; un gimnasio que deben usar a diario, como si estuvieran flotando en el espacio; laboratorios, talleres y, por supuesto, la zona de simulación de actividad extravehicular, donde explorarán la superficie lunar vestidos con el traje de astronauta. «En Lunares hay todo tipo de investigaciones en marcha: salud mental, aprovechamiento de recursos, metabolismo en ambientes confinados, estudio de materiales… y también arte. Una de las chicas que va conmigo es cantante y va a estudiar cómo afecta una situación así a la creatividad».

Aunque allí hay trabajo de sobra para todos los participantes, Alba Sánchez lleva su propia misión: analizar nuestro sistema inmunitario. «En Lunares no hay ingravidez ni irradiación, pero solo el confinamiento ya afecta al sistema inmunitario. Lo descubrí en la misión a Marte: los ocho que participamos en la simulación disminuimos la producción de la proteína IgG, que nos protege de que los agentes invasores penetren en nuestro cuerpo». «O sea –remarca–, que éramos más vulnerables a las infecciones solamente por estar aislados».

«Lo que se hace allí tiene impacto en la vida diaria de todos»

Así, aunque las investigaciones que se realizan en Lunares tienen, a priori, un objetivo de aprendizaje para futuras misiones espaciales, lo cierto es que también darán respuesta a problemas de nuestra sociedad, como el propio experimento de la granadina. «Lo que se hace allí tiene impacto en la vida diaria de todos».

Sin ciencia no hay futuro

Alba, con los trajes espaciles en el Parque de las Ciencias. PEPE MARÍN

El Parque de las Ciencias está lleno de niños. Un grupo de alumnos de Cuarto de Primaria atiende a Paula, otra de las monitoras. «Este es el traje espacial que inventó el granadino Emilio Herrera, un adelantado a su tiempo». Alba escucha con el mismo interés que los zagales y asiente con la cabeza. «A veces nos cuesta creernos lo que somos, ¿verdad?». Su viaje a la estación Lunares cuesta 2.600 euros, más otros 4.000 para cubrir el material que necesita para sus experimentos del sistema inmunológico. Total, unos 6.500 euros. «Tengo varias empresas que me patrocinan. La pena es que ninguna es de aquí… Me encantaría sentirme respaldada por España y llevarla allí de alguna manera, como una apuesta por la innovación».

Después de cinco años en Bélgica, Alba Sánchez defendió su tesis hace unos meses. «He trabajado con personas de distintos países y, de verdad, la formación que tenemos aquí como profesionales científicos le da mil vueltas a la de otros países. Eso es así», afirma rotunda justo antes de torcer el gesto con una mueca incómoda. «Lo triste es que desde que volví a España estoy lidiando con la frustración de llevar meses tocando todas las puertas. Sin exagerar, habré solicitado más de ochenta puestos de trabajo… Y nada». «Me temo que tendré que irme otra vez».

Alba Sánchez, con vistas a la Tierra. PEPE MARÍN

Entre idas y venidas, Alba sigue su labor divulgadora a la velocidad de la luz. Más allá de su perfil en redes sociales (@inmunominuto), ha participado en charlas por toda España y, hace poco, viajó a Lanzarote para participar en el rodaje ‘Volcania, vida en Marte’. «Es un documental que dirige Juanma Betancourt. Una pasada sobre exploración espacial, arte, geología… Una chulada».

Y así, sonriente y orgullosa, Alba pasea entre los trajes de astronautas que se exponen en el Parque. Una cerámica llama su atención: es la forma de la mano del astronauta Pedro Duque. «Es muy grande», dice conforme coloca sus dedos en el hueco. «Ya llegaré… He ido a Marte, ahora a la Luna. ¿Qué será la próximo? Se me queda pequeño el Sistema Solar», bromea. O tal vez no.

José E. Cabrero

FOTO: Alba Sánchez Montalvo, con la Luna del Parque de las Ciencias de Granada. PEPE MARÍN

https://www.ideal.es/culturas/marte-luna-pasando-granada-20250626003931-nt.html