En el número 7 de la revista “Cuadernos de Prehistoria” de la Universidad de Granada publicado en 1982, Carrasco y colaboradores describen por primera vez, la existencia en Sierra Elvira, de un nuevo conjunto de pinturas rupestres.

Las nuevas pinturas fueron descubiertas por don Juan Pérez Villanueva, miembro del grupo de espeleología «Iliberis» de Granada, en una de sus frecuentes prospecciones en busca de vestigios arqueológicos.

Según los autores, el enclave se localiza en el cerro del Piorno. Las pinturas han sido realizadas sobre un paredón liso extraplomado, localizado a unos 825 m. sobre el nivel del mar, en un afloramiento calizo cerca de la parte alta de la ladera sureste de Sierra Elvira. Los materiales sobre los que se sitúan pertenecen al Lías Inferior y Medio, conformado básicamente por calizas grises con gran cantidad de nódulos de sílex.

Las pinturas son de color rojo vinoso extendiéndose a lo ancho de la parte baja del paredón anteriormente descrito. Su estado de conservación es bastante deficiente, habiendo sido atacados los motivos pictóricos no solamente por la acción de los agentes erosivos clásicos, sino por la mano del hombre, ya que sobre ellos han sido pintados grandes letreros con cal y pintura plástica de color blanco. Los motivos representados, esquemáticos, son similares a muchos otros localizados en covachas y abrigos a lo largo de las Cadenas Subbéticas, estando constituidos por grandes manchas informes y figuraciones antropomórficas del tipo denominado «golondrina».

Otro motivo más para conocer, proteger y conservar en Sierra Elvira.

En la fotografía, Tajo del Sereno y detalle de una de las pinturas.

Gacetilla y curiosidades elvirenses.