Emilia Jiménez Muñoz, “la Emi la del Factor”. por José Enrique Granados
Hace unas semanas Fabiola García Montijano propuso públicamente iniciar una serie de “gacetillas” sobre mujeres atarfeñas que hayan influido en la sociedad con sus hechos o actividades. Me pongo mano con ello y una de esas mujeres que deben aparecer es Emilia Jiménez Muñoz, “la Emi la del Factor”.
Emilia es una persona comprometida con los demás en muchos ámbitos, no solo aquí en su pueblo sino también en Almería, ciudad a la que se marchó a vivir hace ya más de 40 años.
Recoger su historia vital no es nada fácil ya que es una persona muy activa desde su juventud. Si nos remontamos a ella, en 1967, y cuando aún no había cumplido la mayoría de edad, 21 años en aquellos momentos, fue elegida enlace sindical en Artegran, empresa de artesanía ubicada en la Estación de Atarfe, dedicada a la realización de tapices y alfombras. <<Estuve haciendo alfombras en los telares y cajas de taracea, siendo durante cinco años encargada del almacén, donde tenía que controlar la entrada y salida de materiales, en una fábrica donde trabajábamos más de cien personas>>.
Con su lucha consiguió que muchas compañeras avanzaran en derechos. Este periodo de lucha finalizó en 1973, año en el que contrajo matrimonio y tuvo que dejar el trabajo, tal y como estaba concebido en aquellos años el mundo laboral: <<Nos obligaban a dejar de trabajar al casarnos. Te daban la dote que era la compensación monetaria por un despido>>. <<Justo el día de volver de mi viaje de novios, mis compañeras estaban tocando mi puerta para que defendiera su causa ya que la empresa las había despedido alegando la falta al trabajo una semana, que ellas la habían cogido de vacaciones de verano. La empresa justificaba que las vacaciones las disfrutaron en navidad y ya no tenían derecho. Aquello se denunció y el juez les dio la razón por lo que tuvieron que ser readmitidas. Pero aquello duró muy poco. La empresa cerró.>>
A mediados de la década de los ochenta, por razones laborales de su marido, trasladan su residencia a Almería en donde comenzó a desarrollar un activismo político y vecinal que dura hasta el día de hoy. Su compromiso está con su barrio y sus gentes, la sociedad y las demás mujeres. Vecina del barrio Mediterráneo-Oliveros, en 1999 es nombrada “Alcaldesa del Barrio”, cargo que ha mantenido con gobiernos municipales de diferente signo político. <<El alcalde de barrio es la persona de confianza del alcalde y su misión es preocuparse por su entorno más cercano, estando pendiente de las necesidades y comunicándolo para que se ponga solución>>. <<Los vecinos vienen por la fe de vida para los mayores, o para que certifique que viven en el barrio para determinar cuál es el colegio más cercano para los niños… hay muchos otros casos… vienen mujeres que necesita que se certifique que se ha separado de su marido>>.
Conoce a la mayoría de quienes viven en el barrio, pero cuando alguien le es desconocido debe además procurar hacer las averiguaciones que le permitan asegurar con fiabilidad lo que está certificando.
Emilia también ha presidido el área de la mujer de la Federación de Asociaciones de Almería, donde ha trabajado con mujeres maltratadas y con mujeres emigrantes.
Uno de los hitos que con más rabia y dolor recuerda fue por el año 2000, ante las puertas de la Oficina de Extranjería en Almería. Se corrió el bulo de una supuesta regularización y entrega de permisos de residencia a los emigrantes, llegando estos a concentrarse en un número superior a quince mil. para solucionar el problema y sobre todo atendimos las necesidades de toda esta gente. Las mujeres del barrio nos organizamos para llevarles comida y darles apoyo. Los allí concentrado<<Era por navidad, hacía frio y durante varias semanas miles de personas ocuparon las calles en busca de esos permisos. En el barrio no se podía andar por ningún sitio, todas las aceras estaban ocupadas, utilizaban cartones para dormir, sin mantas, sin comida, desamparados- Los vecinos intervinimos ante la Subdelegación del Gobierno de Almería, s me llamaban “abuela”, “mama”. Era la forma de agradecer lo que estábamos haciendo.>>
Esta lucha y trabajo con los más desfavorecidos con el fin de erradicar las desigualdades de género. Su dedicación y entrega personal a la formación y consolidación del asociacionismo en la provincia de Almería, favoreciendo la integración cultural, el fomento de la participación de las mujeres en el ámbito del voluntariado y por su apoyo a mujeres inmigrantes han sido reconocidos por diferentes administraciones como la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento de Almería. Emilia puede decir que en su haber cuenta con el décimo Premio Andaluz al Voluntariado en la modalidad de persona voluntaria o con el premio Andalucía + Social al Voluntariado. Con lo que también cuenta es con el respeto y cariño de sus paisanos. Y eso es para ella otra distinción.
Gacetilla y curiosidades elvirenses.