«LA GRANAÍNA DE ATARFE Y EL LUTE» por José Enrique Granados

En junio de 1973, el periodista Antonio Ramos Espejo, publicó en IDEAL una serie de artículos relacionados con la boda de “El Lute” con una granadina de Domingo Pérez, perteneciente al clan de los Gatos.

Entre ellos estaba el titulado “Encuentro en el olivar y boda” en el que describe lo siguiente: 
 
«Así iban pasando las cosas, hasta que otra noche «El Lute» llegó a decirme: «Usted va a dejar la aceituna, que yo soy capaz de comprarla una casa; yo tengo muchas casas. Y estarán sin este trabajo tan malo. Yo estoy solo, tuve la desgracia de que mi mujer se me murió de parto. Si usted no lo ve con malos ojos, vamos que yo, si usted quisiera, le pe diría la mano de Frasquita:
-Hombre, le dije, que usted ya es un caballero granao, y mi chiquilla. . .
-Yo no soy tan mayor, señor, me contestó.
-Si la Frasquita, mire usted, que no sabe ni guisar, ni llevar una casa todavía.
-Por eso no se preocupe, mi hermana la enseñará a todo lo que haga menester que sepa. Y mi niña, como ya se había enamorado de él, se había vencido, y sobre todo el cambio de vida, y como el hombre parecía todo un señor, ¿por qué no iba yo a pensar que era un capricho enamorarse de ella?
-Ustedes, los payos, le dije, no saben cómo se celebran las bodas gitanas. -Se celebrará como ustedes digan o la Iglesia.
-Bueno, pues nosotros tenemos nuestra costumbre. La Frasquita, se lo juro, que yo respondo de ella, es doncella, pero doncella, que no la tocao ni…
 
De todas formas, hay que sacarle el pañuelo. -Usted dirá lo que hace falta para esa ceremonia. -Pues el pañuelo lo tiene que sacar solamente la «G r a n a í n a» de Atarfe.
 
LA PRUEBA
Como el pretendiente estaba con forme, nos fuimos en busca de la «Granaína» en el coche de «El Lute». Dieciséis billetes, que no dejó que yo pagara, costó sacar el pañuelo con sangre de doncella a mi Frasquita.
Y, desde entonces, comenzamos a organizar la boda. (En esta comarca de los Montes orientales, una de las más deprimidas y abandonadas en materia de servicios de la provincia de Granada, vive un elevado porcentaje de gitanos.)
 
«Aunque yo tenía dineros de las aceitunas (12.000 pesetas), El Lute me dijo que cogiera dinero para los preparativos. Tiró el caballero de cartera: Tenga usted, 10.000 pesetas para organizar esto.» Lo primero que hice fue coger un taxi, el de Manolín, de Domingo Pérez, y traer a toda la familia desperdigá por Loja, Píñar… Y, aparte, hasta me dio dineros para al quilar un camión y traerme la potra (yegua), que me había dejado en Domingo Pérez, que luego vendí en Granada en la feria de los jueves. Nos fuimos al puente del Genil, toda la familia, más de sesenta. Los dineros los gasté en comprar diez gallinos gordos y un pavo de cien duros, botellas de cerveza, vino y muchas peladillas para la ceremonia.» (El puente del Genil, en las afueras de Granada, sirvió de escenario de boda.)
 
«El día 20 de marzo, por la noche, nos pusimos a celebrar la boda. Mí Frasquita estaba contenta porque iba a cambiar de vida. A la hora de armarnos de jaleo, mi yerno dijo:
-Perdonen ustedes, pero con este flemón que me ha salido, tengo mucha fiebre y me voy a retirar. Y era verdad, tenía un flemón que hasta le tapaba los ojos. Se fue a dormir a la casa. Pero, Frasquita, no. A las cuatro horas volvió. Nosotros estábamos pisando el suelo de almendras, como manda la ceremonia gitana.
Cuando llegó «El Lute», las mu eres se echaron encima de él y empezaron a rajarle la camisa:
– ¡Que me van a dejar en cueros!, dijo mi yerno.
 
-En cueros, no importa, porque te llevas a una doncella, le gritaron las mujeres; Le destrozaron la camisa, como la teníamos todos, y a mi mujer hasta le rompieron las enaguas. Esa misma noche, 20 de marzo, mi nuera, la mujer de mi José, parió allí mismo, al lado de unos matorrales. Le cortamos la tripita al churumbel, le llamamos Juan, otro «Gatillo», y otra vez al jaleo. Cuatro días estuvimos sin parar hasta que llegó un brigada de la Guardia Civil. Me dijo, al ver tanta botella por allí, qué era lo que hacíamos. Le dije que de boda. Me cacheó y me recogió una navajilla que tenía yo, porque como no tengo dientes. Y después nos hizo levantar el campo y fuera. No me preguntó quién era el novio. Mi novio estaba allí cerca, con gafas oscuras y su buen bigote, leyendo como un libro. De allí nos fuimos a un polvorín abandonao que hay en Atarfe. Mi yerno se volvió a reunir con su mujer y con todos nosotros. Hasta el quinto día de la boda, mi Frasquita no hizo lo que se dice vida de esposa con «El Lute». El día 25 de marzo se fueron a vivir a la Redonda, con la Emilia y «El Toto» Nosotros seguíamos pensando en el buen casamiento que había hecho la Frasquita.»
 
Para los más jóvenes, Eleuterio Sánchez, “El Lute” fue un personaje de la España de siglo pasado acusado por cometer varios atracos y escapar de la cárcel en varias ocasiones. Se licenció en derecho entre rejas y ejerció como abogado tras la salida de la cárcel.
 
En la fotografía de Paco Aguilera. “La Granaína” a la que el artículo hace alusión.
 
Gacetilla y curiosidades elvirenses.