La retorcida lógica del billón para Musk
El sueldo del magnate es el 58% del PIB español, más de lo que vale el Ibex entero
Es fácil observar el premio de un billón de dólares para Elon Musk como una señal más de la distópica orgía en la que viven, desde hace algunos trimestres, los magnates de Silicon Valley.
Un billón de dólares es el 58% del PIB español, más de lo que vale el Ibex entero, tres veces el gasto anual de la UE en defensa… Contemplar siquiera que una persona pueda cobrar esta cantidad solo es verosímil dentro del bizarro y difuso mundo de Musk, donde hay tiempo para crear una inteligencia artificial tirando a racista, reorganizar la administración de EE UU lanzallamas mediante o sugerir un cambio de régimen en la democracia más longeva del mundo. Pero también lo ha habido, conviene no olvidarlo, para revolucionar la industria espacial y el sector del automóvil.
En el mundo actual, y en los términos en los que se ha planteado el bonus hay no obstante una cierta lógica, retorcida, pero coherente consigo misma, y que parece encajar con los tiempos actuales que el razonamiento clásico parece incapaz de explicar. La apuesta de las grandes tecnológicas por la inteligencia artificial no se basa en unas proyecciones de retorno sobre la inversión, ni siquiera en casos de uso medianamente tangible. La apuesta por la IA apunta a las futuras posibilidades, casi infinitas, derivadas de la ampliación de sus capacidades: una inteligencia artificial general que alcance o supere a la humana y que permita una especie de automatización de la economía. Es con este prisma bajo el que cabe analizar el pago a Musk, más un acto de fe que otra cosa.
Ahora bien, desde el mundo real la historia suena más prosaica y más manida. Atribuir a una persona el poder de desbloquear paraísos inimaginables y cubrirle de oro por el camino no es, precisamente, novedoso. Tampoco el culto a su personalidad es de ahora. Invertir en Tesla no es una decisión financiera, es invertir en Musk, como lo fue en su día hacerlo en dogecoin, una cripto de broma. No se justifica de otro modo la valoración en Bolsa de una empresa de coches cuyas ventas van hacia abajo, entre la deriva extremista de Musk y una competencia bien engrasada. Dentro de esta deriva, el propio pago está sujeto a condiciones de máximos.
Musk ha demostrado su valía fabricando de una forma muy eficiente cosas que desarrollaron otros (coches eléctricos y cohetes). Considerar que será precisamente él quien saque de la lámpara el genio de la inteligencia artificial (y no Sam Altman o el Nobel Demis Hassabis) no deja de ser una apuesta a todo o nada. Eso sí, un poco cara.
EL PAIS
FOTO:El CEO de Tesla, Elon Musk, subía al Air Force One, el 22 de marzo.Nathan Howard (REUTERS)
https://cincodias.elpais.com/opinion/2025-11-08/la-retorcida-logica-del-billon-para-musk.html