25 diciembre 2025

Guía feminista para una Navidad polarizada (con cuñaos en particular y señordos en general)

De nuevo empezamos las fiestas de Navidad con los típicos anuncios de cada año. Llegan puntuales el del cava, el de la lotería y, la incorporación más reciente, el del embutido. Este año una conocida empresa de productos cárnicos nos da un toque de atención por la polarización política y nos especifica, de la mano de una taquígrafa del Congreso, que siempre ha habido “disparidad de opiniones”, una referencia velada (o no) a la presencia de la ultraderecha en el parlamento. Como si eso fuera algo anecdótico.

Desde hace semanas, además, nos muestran en televisión estudios sobre la polarización de la sociedad y, como no podía ser de otra manera, uno de los temas principales de la polarización es el feminismo. Así que permitidme tomarme la licencia de atar cabos. Si uno de los temas de máxima polarización social es la igualdad entre hombres y mujeres y nos están diciendo que este año no debemos discutir tanto, ¿puede ser que el mensaje de fondo sea recordarnos a las mujeres que tenemos que callar? ¿Puede ser que Campofrío y los distintos informativos de las cadenas privadas nos estén diciendo a las feministas que ya hemos avanzado suficiente?

Puede que no, seguramente lo que quieren es que alarguemos más las sobremesas porque estamos comprando menos turrones que antes. Pero dudo profundamente que la intención de estos anuncios sea que José Luis deje de decir que la violencia no tiene género. Tampoco creo que Pepe se levante de la mesa a recoger los platos para evitar que su mujer le ponga la cara roja porque ha pasado tres días cocinando. Incluso dudo que Santiago, Alberto, José Luis o Pedro se sientan ni siquiera interpelados por esta campaña generalizada de buenrollismo. Llamadme mal pensada, pero creo que ellos seguirán sintiéndose legitimados para decir lo que les salga de los cojones mientras nosotras nos sentiremos obligadas a dejar pasar el comentario machista para evitar la polarización.

Así que, por si en algún momento te has sentido tentada de pasar por alto que pisen la dignidad colectiva de las mujeres, vengo a recordarte que los derechos no se negocian y que las mujeres podemos hablar en público, orinar fuera de casa, leer, escribir, estudiar, votar e incluso cantar o actuar, gracias a que algunas mujeres polarizaron, y mucho. Si hoy sobrevivimos al parto y podemos tener autonomía económica, es gracias a tantas y tantas mujeres que confrontaron durante las sobremesas de comidas familiares y hicieron callar la boca a más de uno y a más de dos señordos.

A las puertas de las comidas familiares y de empresa, no nos irá mal recordar algunos datos para tener presente que quienes no tienen que polarizar son quienes dicen barbaridades. Aquí tienes algunos:

  1. La violencia no tiene género.
    El 80% de los delitos los cometen hombres; el 97% de los delitos sexuales los cometen hombres; solo este año casi 50 mujeres han sido asesinadas por sus parejas hombres, y desde el año 2003 hay más de 1.340 mujeres asesinadas por hombres. Manolo, puede que no todos los hombres asesinen, pero (casi) siempre son hombres quienes lo hacen.
  2. A mí, las feministas demasiado radicales no me gustan, todo en su justa medida.
    El feminismo lucha por los derechos de las mujeres y por la igualdad entre hombres y mujeres, ¿qué es exactamente lo que te parece demasiado radical, Pedro? ¿Te parece demasiado extremo que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres?
  3. Hay más de 400 leyes que discriminan a los hombres.
    Los hombres cobran un 15% más que las mujeres por el mismo trabajo, los hombres dedican casi la mitad del tiempo que las mujeres a cocinar, los hombres dedican un 40% menos de tiempo que las mujeres a cuidar a las criaturas, los hombres son mayoría en los puestos de decisión… ¿Dices que estás discriminado, Adolfo? ¿Dónde están esas leyes exactamente?
  4. Por cualquier cosa te ponen una denuncia falsa.
    Las denuncias falsas por violencia de género representan el 0,001% de las denuncias interpuestas. José María, tienes la misma probabilidad de que te toque la lotería que de que te pongan una denuncia falsa.
  5. Las feministas de antes sí que eran feministas de verdad.
    Las sufragistas fueron las primeras que hicieron grandes manifestaciones colapsando ciudades enteras, se enfrentaron a la policía, hicieron huelgas de hambre y acabaron encarceladas. Arturo, si las feministas de hoy en día actuáramos como las de principios del siglo XX, temblaríais.
  6. Cualquier día nos tocará firmar un contrato para follar.
    El 15% de las mujeres mayores de 16 años han sufrido violencia sexual y más del 35% han sufrido acoso sexual. Tenemos derecho a vivir sin miedo a ser violadas; basta con que os aseguréis de que queremos mantener contacto sexual con vosotros, Ramón.
  7. Los que violan son inmigrantes.
    Casi el 85% de las violaciones y el 84% de los intentos de violación los perpetran hombres del entorno de la víctima, y más de la mitad ocurren en casa. Así que no, Paco, el problema no son los inmigrantes que vienen de fuera, son los familiares, amigos o conocidos que se creen con potestad para acceder al cuerpo de una mujer a la que conocen.
  8. Prostituirse es dinero fácil.
    La tasa de mortalidad de las mujeres en prostitución es 40 veces más alta que la de una mujer que se dedica a cualquier tipo de trabajo y los traumas psicológicos de las mujeres explotadas sexualmente son superiores a los de los veteranos de guerra. Chupar 8 o 10 pollas como la tuya cada día y que te penetren varias veces hombres con la sensibilidad de un picaporte es una tortura, José Luis.
  9. La prostitución evita violaciones.
    Solo el primer semestre del año 2025 se registraron más de 2.600 denuncias por violación y casi 8.000 denuncias por agresión sexual sin penetración. Santiago, la prostitución no evita nada, es donde vais a violar a cambio de dinero.
  10. No todos los hombres son iguales.
    No, Alberto, por suerte no todos los hombres sois iguales. Pero siempre sois hombres quienes acosáis, violáis, prostituís o discrimináis. Siempre sois hombres quienes impedís que las mujeres tengamos la revolucionaria idea de ser personas.

Esta lista no pretende ser exhaustiva, ya que el ingenio para mantener los privilegios masculinos es inmenso y la creatividad para frenar el avance hacia la igualdad entre hombres y mujeres, enorme. Recordad estas fiestas que los derechos siempre se han conseguido alzando la voz y defendiendo las causas justas. Los Estados democráticos, tal y como los conocemos, se consiguieron gracias a la revolución del pueblo. La jornada laboral de ocho horas se consiguió por las huelgas de la clase obrera. Y los pocos avances históricos en los derechos de las mujeres también se lograron con mujeres valientes que no se acobardaron ante ninguna empresa de embutidos.

A las mujeres nadie nos ha regalado nada a lo largo de la historia, y solo las feministas han tenido la capacidad de abrir los debates necesarios para que todas podamos vivir la vida con un mínimo de dignidad. Bienvenidas sean las luchas legítimas a todas las sobremesas de las casas honradas y honestas. Y si resulta que la confrontación en la comida o la cena viene porque estás defendiendo tu derecho a una vida digna, libre de violencia y en igualdad, abracemos con alegría la polarización, Charo. Porque solo con valentía y realidad conseguiremos frenar el machismo.

Felices fiestas y feliz año.

Autora: Marta Sorlí Fresquet (Espai FIGA)

https://elcomun.es/2025/12/21/guia-feminista-para-una-navidad-polarizada-con-cunaos-en-particular-y-senordos-en-general/