22M: Cuatro bodas y un funeral
Como esos días típicos de la primavera andaluza en los que se mezclan los aromas de las celebraciones y las despedidas, ese olor a Varón Dandy con el incienso de la procesión, el 22-3-15 asistimos a una mezcla de los sonidos y aromas que escaparon de cuatro bodas y un funeral.
El funeral fue del PP, es verdad que en política las resurrecciones son más frecuentes que en la otra vida, pero de momento las campanas tañeron espantando las gaviotas de los tejados de muchos pueblos andaluces. Y es que desde el principio se comportaron como los malos competidores, que no son aquellos que no saben perder, sino los que ponen excusas antes de la competición para luego justificar una posible derrota más allá de su responsabilidad. Pasarse la campaña quejándose del adelanto electoral en lugar de adelantar lo que iban a hacer tras las elecciones, al final ha acabado con cualquier esperanza, incluso con la última, y han perdido.
«Ciudadanos» contrajo matrimonio con Andalucía, una tierra no sólo opuesta en el territorio a su lugar de nacimiento, sino también con unas referencias políticas y sociales muy distintas. «Ciutadans» se cambió el nombre a «Ciudadanos» para participar en las elecciones del resto de España y le ha dado un buen resultado en Andalucía, quizás si se hubiera presentado como «Quillodanos» lo hubiera mejorado.
Izquierda Unida se casó con nadie, por eso se ha quedado tan sola, pero creo que es más circunstancial que real. No es tanto que haya perdido 7 diputados y diputadas, sólo que cuando se han celebrado las elecciones éstos se encontraban de visita en casa de Podemos. No imagino que un partido como Podemos, que dice que «no es de derechas ni de izquierdas» pueda mantener la convivencia con gente que ha defendido y luchado históricamente por la izquierda como parte de su identidad. Alguien tendrá que cambiar, o los que han ido o los que los han recibido.
Y el PSOE se ha casado consigo mismo después de haberse reencontrado en el andén donde el pasado se despide y el futuro llega. No es difícil entender que haya ganado las elecciones quien juega a su favor con una meritoria parte de la historia por todo lo hecho en Andalucía, algo que en esta tierra de « escuelas en barracones» (Mariano Rajoy dixit) y « niños sentados en el suelo de las aulas» (Ana Mato dixit) se sabe. Lo contrario hubiera sido sorprendente en la situación actual, aunque también es cierto que probablemente haya sido la última vez que la memoria ha acompañado a la ilusión. Los problemas de corrupción que se han producido dentro de la propia administración andaluza no se han perdonado ni se han olvidado, todo lo contrario, la gente ha creído a la candidata, Susana Díaz, cuando ha dicho que aclarará lo ocurrido y que acabará con ella.
Han sido cuatro bodas y un funeral, pero en el ambiente ya se escuchan a lo lejos nuevas campanas, sin que su tenue sonido permita distinguir aún si repican o tañen, y por quién lo hacen.
publicado en : http://www.eldiario.es/andalucia/desdeelsur/bodas-funeral_6_369623090.htm