Patrimonio artístico del Viernes de pasión en Atarfe. por José Enrique Granados
La Gacetilla, del viernes de Pasión, destaca otro de los elementos de nuestro patrimonio artístico, “Cristo arrodillado ante la cruz” y «Cristo crucificado»
“Cristo arrodillado ante la cruz”. Esta pintura de caballete, la podemos contemplar en la sacristía de la Ermita de Santa Ana. Data de la segunda mitad del siglo XVIII, es de estilo barroco, y pertenece a la escuela granadina. Su autor, como gran parte de las obras pictóricas y escultóricas existentes en nuestros templos locales, es desconocido.Representa la Pasión de Jesús. El lienzo tiene forma rectangular y presenta un fondo neutro. En el centro de la composición se sitúa Cristo, cubierto sólo por el paño de pureza. En sus manos sostiene la bola del mundo que entrega a Dios Padre que se ubica en al ángulo superior derecho. A los pies de Cristo aparece la cruz, los clavos y la corona de espinas. Tras él se encuentran las escaleras y la esponja.
El óleo mide 1 x 0,66 m. (Fondo Mueble del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico).
Noticias para la historia de Atarfe
El retablo de «Cristo Crucificado», sito en nuestra iglesia parroquial. Construido con madera, piedra y pigmentos, mide 6,61 x 3,10 x 0,77.
Según los datos recogidos en el Catálogo del Patrimonio Mueble de Andalucía este retablo es de estilo neoclásico data de la primera mitad del siglo XIX. De autor desconocido, perteneciente a la escuela granadina, el retablo está constituido por mesa de altar, banco, un solo cuerpo, una sola calle y ático. La mesa de altar es de piedra, decorada con una franja rectangular, con elementos geométricos y rayos, que delimita un espacio central en el que aparece un corazón atravesado por flechas.
El banco está policromado en rojo, imitando piedra, formando el basamento de la estructura arquitectónica, que constituye el cuerpo central. Éste presenta dos columnas de orden jónico, que enmarcan una hornacina central, con vano de medio punto, en cuyas albanegas aparecen tondos con el emblema de María. El entablamento es totalmente liso, sobre el que se alza el ático, de forma rectangular que aloja un lienzo de María con el Niño Jesús, rematado por un frontón semicircular.
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