La navidad de los adultos tiene sabor a castañas, color de infancia y su poquito de frío para poder refugiarse al lado de la lumbre. También huele a mantecados hechos en el horno por las manos amorosas de la madre y guarda las voces de las ancianas con pañoleta en la cabeza, vestidas de gris y, con unos mandiles tan ... Leer Más »
