Trabajo suspende la paga mensual a jubilados ‘cazados’ en el campo

Asaja tiene que interceder ante la Inspección y aconseja a los labradores que sean visitados por sorpresa que digan que recolectan en una finca ajena

La ‘guerra’ contra la economía irregular que se ha impuesto desde el Ministerio de Trabajo y de Hacienda no tiene límites. Si hasta ahora las visitas de los inspectores de Trabajo y subinspectores de la Seguridad Social se producían, fundamentalmente, a pie de parcela para descubrir el empleo ilegal de cientos si no miles de trabajadores inmigrantes indocumentados, ahora la presión fiscal se extiende hacia otros colectivos muy distintos.

No son pocos los casos en los que, tras ‘cazar’ a un jubilado en una parcela de su propiedad quitando hierba o recolectando algún tipo de fruta de temporada, aceitunas o almendras la Inspección de Trabajo ha abierto acta de infracción y posterior sanción, consistente en la suspensión temporal del cobro de la pensión mensual.

Estas situaciones han provocado ya la intercesión del presidente de la asociación Jóvenes Agricultores-Asaja ante la jefatura provincial y regional de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, según explica a este diario su presidente, Eladio Aniorte.

En una estrategia evasiva que tampoco deja de sorprender, desde Jóvenes Agricultores-Asaja están recomendando a sus asociados y a todos los agricultores alicantinos que, en caso de ser ‘cazados’ en sus propias fincas (sean jubilados, desempleados o trabajadores en activo) que digan que lo que recolectan es en fincas ajenas, es decir, que no son de su propiedad, aunque ello suponga simular un hurto ante el inspector laboral.

Este ejemplo lo puso Eladio Aniorte en la clausura del acto de asamblea general anual celebrada la semana pasada en el Adda de Alicante y a la que asistieron, entre otros, el conseller de Agricultura, José Císcar; la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor; y el presidente de la patronal provincial Coepa, Moisés Jiménez Mañas.

«Los inspectores laborales van a ciegas, como la Justicia, por eso recomendé que se diga, si se pilla en el campo a un agricultor haciendo alguna faena, que la parcela no es suya», explica Eladio Aniorte, para quien los focos de economía sumergida en el sector agrícola se hallan en otros lugares. Por ejemplo, «en empresarios ‘piratas’ que tienen dos o tres tallercicos con veinte mujeres cada uno sin dar de alta en la Seguridad Social».

Asegura que en estos momentos la economía irregular laboral está muy controlada y que, por ello, los almacenes de empresas «serias» tienen subcontratados los servicios de empleo de manipulación de productos hortofrutícolas,. «Los que no pagan el IVA ni a la Seguridad Social son otro tipo de empresas, que aún existen, y que son las que deben visitar los inspectores laborales, no a los jubilados o a los propietarios de cualquier parcela de su propiedad en el que realizan labores en su propia casa como ayuda a la economía familiar, no como negocio», subraya Asaja.

«Los trabajadores, sobre todo los extranjeros que son los que ocupan la mayor parte de la oferta laboral en la agricultura, están todos de alta y cobran a maquila; deben saberlo en la Inspección de Trabajo», añade.

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