24 noviembre 2024

 Olivia y Aurora, Mateo y Samuel. Marta y María… Es el ‘boom de los gemelos’, que en el nuevo curso irrumpe en la escuela. ¿Por qué tantos?.Cada año se practican en España 100.000 tratamientos y el 34% termina en parto múltiple. Separar a los hermanos en las aulas desata la polémica

A Nuria, maestra del Virgen de Navalazarza de San Agustín de Guadalix, ya no le sorprende ver un curso de Primaria lleno de caras iguales como clones. Este colegio público bilingüe, situado a 45 kilómetros de Madrid, está lleno de hermanos duplicados. Como Olivia y Aurora, las dos con ocho años y la misma sonrisa gamberra, que han compartido desde el útero. O como Mateo y Samuel, rubios con rizos, siete años y en tercero de Primaria. O Marta y María, de 11, que se entienden de maravilla jugando al baloncesto… Más de 30 niños como fotocopias se cruzan a diario por estos pasillos. Y no son los únicos. En la semana del inicio del curso escolar, muchos niños empiezan el colegio por duplicado. Es un boom. En Cataluña, en Andalucía, en Madrid… La fecundación asistida ha inundado de gemelos las aulas.

Cogidas de la mano, las mellizas Olivia y Aurora llegan al colegio juntas en su primer día de clase. Van a empezar cuarto en aulas distintas. A la primera le ha tocado el grupo B y a la otra el D. «Siempre hay uno que destaca más, que es más inquieto y extrovertido, que tira del otro. Por eso es bueno separarlos en distintas clases«, asegura la profesora Nuria.

Por los pasillos del centro de Guadalix se cruzan con otros niños de rostros iguales. Los hay de miradas diferentes con idénticos ojos. Y de mochilas iguales cargadas con distintas personalidades. Un escenario nuevo que se ha multiplicado en 20 años y que ya muestra su magnitud en las aulas españolas. En la última década se han dado cerca de 95.000 partos dobles. El azar y la genética han influido para que el 5% de los niños nacidos en nuestro país vengan de dos en dos. Pero, sobre todo, al auge de los tratamientos de reproducción asistida en padres treintañeros nos ha situado a la cabeza de las estadísticas de partos múltiples en Europa y en la tercera posición en el ranking mundial.

En algunos colegios el porcentaje de gemelos llega hasta el 30% por curso. Pero este boom no se queda sólo en las escuelas. La escena de la pareja tirando de un carrito con dos bebés por la calle es cada vez más habitual. Podemos hablar de casi 20.000 niños nacidos en partos dobles el último año y medio.La gran parte repartidos entre Andalucía, Cataluña y Madrid. Y, como curiosidad, destacan dos pueblos que se llevan el primer premio. En Riocabado (Ávila, 190 habitantes), hay 18 pares de gemelos y mellizos (el 25% de la población). En Artana (Castellón, 2.000 habitantes), tienen a 51 parejas, y los vecinos más veteranos lo atribuyen al agua que emana de la fuente de la plaza.

Es necesaria esta radiografía de la España de nacimientos múltiples -porque también hay cada vez más trillizos- que no paran de aumentar en contraposición con el decrecimiento de la natalidad (ha caído un 25,4% desde 1980). Un fenómeno visto desde la perspectiva de tres parejas de mellizos del colegio de Guadalix y de una familia con trillizos en Alcalá de Henares.

Olivia y Aurora nacieron a la vez, pero vinieron de distinto óvulo. La primera es muy inquieta. La segunda es más tímida. Una lloró cuando el jueves se murió el canario que tenían en casa. La otra no. «A veces se cambian la personalidad», asegura su madre Aurora.

María y Marta. 11 años. Sexto de primaria. Se complementan la una a la otra y tienen mucha dependencia entre ellas. «En la cancha de baloncesto se entienden a la perfección», cuenta Esther, su madre.

Mateo y Samuel. Siete años. Tercero de primaria. Rubios con rizos. Su madre, Pilar, dice que si no los vigila se copian los deberes. «Y como van a distinta clase el que tiene un examen primero le chiva las preguntas al otro».

A 42 kilómetros del colegio de los mellizos separados por clases, encontramos a la familia Valencia Álvarez y a sus trillizos Iván, Roberto y Noa. Tienen 10 años y van juntos a la misma aula por petición de su madre, Mari Paz. Ellos fueron tres de los 636 niños que nacieron en 2006 de 212 partos triples. «Un año probamos a separarlos, pero no salió bien. Roberto se quedó solo en clase y dejó de atender y jugar igual, estaba triste y distraído. Al año siguiente se volvieron a juntar y todo volvió a la normalidad», recuerda su madre. En el piso en el que viven en Alcalá de Henares hay tres iPads, tres bicicletas, tres patines y una sola consola.

«Cuando juegan a los videojuegos cogen el temporizador de la cocina y cada 20 minutos le toca a uno», cuenta su padre, el vallecano Vicente. Él trabaja en el turno de mañana, por lo que todas las tardes se ocupa de los deberes, las duchas y las cenas de los críos. Los chicos comparten habitación y hacen los deberes juntos. La niña, Noa, la más extrovertida, se independizó de cuarto el año pasado. Los fines de semana hacen intercambio de habitaciones. «Lo bueno es que tampoco tenemos que estar muy encima de ellos todo el rato porque siempre están juntos y nunca se aburren«, sentencian los padres.

Trillizos como los de Alcalá también son cada vez más frecuentes en las aulas. Juntos o separados, como el caso de Delia y sus tres niños de ocho años, a los que no les dejaron escolarizarse en la misma clase. Para ayudar en este tipo de luchas, existe un colectivo que el día 26 de este mes cumple 17 años. Se llama AMAPAMU (Asociación Madrileña de Partos Múltiples)y está integrado por más de 6.000 familias de toda España.

Ahora también han formado una Federación Nacional de Gemelos, Mellizos y Trillizos para poder disponer de una organización que sea tenida en cuenta en toda España. Hablamos con su presidenta, Lucila Menéndez, madre de dos gemelos de 11 años. «Entre 1999 y 2014 nacieron 262.302 gemelos o mellizos. Aumentaron desde los 10.914 a los 18.746 del último año. Somos el país de la Unión Europea con mayor número de nacimientos múltiples, con 27 partos gemelares y cinco partos triples por cada 1.000 embarazos«, estima Lucila.

Su asociación apoya a las familias múltiples a través de charlas con psicólogos infantiles, talleres y excursiones. También están en constante lucha para que el Estado las ayude en la compra de alimentos, pañales o libros de texto. «Aún no somos un colectivo reconocido como las familias homoparentales o numerosas. No figuramos como concepto para las instituciones, por eso no recibimos ayudas. Tenemos que comprar dos mochilas, dos libros, dos cuadernos… y nadie nos reconoce esa dificultad de tener dos hijos a la vez», afirma.

Al preguntar por los padres que optaron por la reproducción asistida, comprobamos que el tema sigue siendo un poco tabú. «Lo pasan muy mal durante el proceso, es duro y la sociedad sigue manteniendo esos estigmas del pasado. Nosotros nunca les preguntamos qué métodos han utilizado para tener gemelos», explica Carmen Peleato, psicóloga infantil de AMAPAMU.

Las nuevas técnicas de fertilización que se instalaron en España a mediados de los 90 hacen que las probabilidades de dar a luz a gemelos superen el 50%.La Sociedad Española de Fertilidad dice que cada año se practican 100.000 tratamientos con reproducción asistida. Y con la fecundación in vitro -consiste en extraer los óvulos y después fecundarlos en el laboratorio con espermatozoides-, un 34% de los tratamientos termina en una gestación gemelar y un 8,6% en una gestación triple. De hecho, el 63% de las parejas que recurren a técnicas de reproducción quiere tener gemelos, según certifica un estudio reciente del Instituto Marqués de Barcelona, referente internacional en fertilidad. Sin embargo, desde el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) nos dicen que en los últimos cinco años la tasa de gestación múltiple ha bajado ocho puntos.

Coincide con este último análisis la ginecóloga Marisa López-Teijón. «Se ha reducido por los últimos avances en biología reproductiva como el cultivo de embriones hasta su quinto día de desarrollo o el análisis genético de los ovocitos que ya hacen posible transferir menos embriones y de mejor calidad evitando el riesgo», explica la jefa del Instituto Marqués. «Es difícil explicarle los riesgos del embarazo gemelar a una mujer que teme no conseguir ser madre. La mayoría se imaginan que con un doble embarazo será el doble de felices».

En Barcelona, Raquel se sometió a un tratamiento de inseminación que duró 10 meses. Sus dos mellizas tienen ahora seis años. «Nosotras éramos una pareja homoparental y el proceso fue traumático. Tenía problemas de ovarios y me sometía a una fuerte hormonación con una dura estimulación para que las probabilidades de quedarme embarazada fueran muy altas. Y me salieron dos», cuenta Raquel. Sus niñas, Berta y Aída, acaban de empezar primero de Primaria en clases separadas, y eso no le hace ninguna gracia. «Yo quería que estuvieran juntas como en la guardería. Hice hasta una recogida de firmas para que esa decisión fuese consensuada entre el centro y nosotras, pero ni caso».

La separación de los hermanos para fomentar su independencia es una ley no escrita entre los centros escolares que no comparten todos los padres. ¿Quién toma la decisión? La administración lo delega al criterio del colegio, que normalmente manda a los críos a distintas clases para que aprendan a socializarse con los compañeros y promuevan su desarrollo individual. «Los separan por sistema nada más entrar a los tres años. Piensan que si están juntos tendrán una gran dependencia emocional entre ellos, pero no es así. Los gemelos y mellizos se complementan, se sienten seguros estando juntos y rinden mejor», explica Meritxell Palau, terapeuta y madre de dos mellizas de cinco años de Sant Andreu de la Barca (Barcelona).

Hace tres años creó una plataforma de padres múltiples (2.335 familias) para reivindicar el derecho a decidir si los hermanos deben ir juntos o no a clase. También montó un documental sobre la escolarización de gemelos, Gotas de agua, en el que varios expertos en educación infantil defienden la necesidad y la importancia de que no estén separados en el aula.

La psicóloga infantil Coks Feenstra coincide. Esta holandesa que lleva 30 años en España escribió un manual, El gran libro de los gemelos, que sirve de orientación a las familias con partos dobles. «Los directores de los centros creen que separando a los críos van a desarrollar antes su identidad. Pero ese criterio no está basado en ningún estudio», afirma. «Los gemelos tienen un vínculo especial, han conocido el mundo teniendo al otro a su lado y cuando están separados lo pasan mal, retroceden en su desarrollo y su potencial para aprender disminuye«. Lucila Menéndez, presidenta de AMAPAMU, tiene otra opinión: «No es ningún trauma para ellos y, a largo plazo, les viene bien para que cada uno forje su propia personalidad».

Juntos o separados, el boom de los gemelos ya está en las aulas. Y no tiene pinta de que vaya a parar. Un veterano profesor gaditano ya lo predijo en 2005: «Invadirán por duplicado las escuelas».

 

http://www.elmundo.es/cronica/2016/09/19/57de8cdee2704e3b318b45f1.html