El Mediterráneo acumula unas 1.455 toneladas de plástico en su superficie
Una investigación liderada por el CSIC halla restos de plástico en el 100% de las muestras recogidas durante varios años, convirtiendo a este material en parte del ecosistema marino
El Mediterráneo, especialmente en sus zonas costeras, se ha convertido en uno de los espacios marinos más contaminados del mundo. Un equipo de científicos españoles acaba de hacer públicos los resultados de una investigación que revelan que, sólo en la superficie de este mar, hay acumuladas unas 1.455 toneladas de plástico.
La investigación, a cargo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), forma parte del proyecto Nixe III, que se creó en 2009 para comprobar el estado actual del Mediterráneo en contraste con los más de 60 estudios publicado en los siglos XIX y XX por el archiduque Luis Salvador de Austria. La comparación es desalentadora.
Durante los varios viajes realizados por los investigadores en 2011 y 2013 –entre las Baleares y el mar Adriático y entre las Baleares y el mar Jónico- se tomaron aproximadamente 70 muestras de la superficie marina y en todas ellas, sin excepción, se encontraron residuos plásticos. No sólo eso, sino que este material supuso el 97% de todos los residuos marinos hallados en las muestras.
El estudio, publicado en la revista Marine Environmental Research, calcula que, de media, el Mediterráneo tiene unas 147.500 partículas de plástico por kilómetro cuadrado, que extrapoladas a la superficie completa de este mar arroja un total de 1.455 toneladas, aproximadamente.
“El estudio sólo se basa en el plástico hallado en la superficie, que es una pequeña porción, lo que indica que en el fondo del mar habrá muchísimo más”, señala en conversación con Público Luis Francisco Ruiz-Orejón, investigador del CSIC en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes y autor principal del estudio. «Hemos detectado que cuanto más cerca de la costa, mayor es el número de partículas de plástico», puntualiza.
Los residuos de plástico, como una botella, un pañal o el hilo de nailon que se utiliza para pescar tardan varios siglos en desaparecer del agua y todo ese material se va acumulando con el tiempo. Ruiz-Orejón explica que, aunque encontraron plásticos de todos los tamaños, la mayoría eran microplásticos (de menos de 5mm). “Cuanto más pequeños son aumentan los organismos para los que está disponible la partícula. Si llega al plancton, repercute en toda la cadena trófica”, afirma.
Aunque las actividades asociadas al mar son responsables de buena parte del plástico que se encuentra flotando en el Mediterráneo, Ruiz-Orejón asegura que el mayor porcentaje -unas tres cuartas partes- proviene directamente de actividades terrestres «debido a la mala gestión o a residuos que se vierten directamente al agua».
No es la primera vez que se estudian los residuos de plástico que acumula el Mediterráneo. Una investigación de 2015 del investigador Andrés Cózar, del Campus de excelencia internacional del mar (Ceimar) ya arrojaba datos más o menos de la misma magnitud, aunque esta se ha centrado más en las zonas de costa.
“En menos de 100 años estos residuos han pasado a ser parte del ecosistema marino”, sentencian los investigadores.