22 noviembre 2024

La GRIPE es una enfermedad generalmente leve, producida por un virus, que comienza de forma súbita con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, malestar general, congestión nasal y tos. En algunas personas mayores, o con determinadas enfermedades crónicas, puede causar complicaciones graves, sobre todo respiratorias.

Los síntomas de la GRIPE son fundamentalmente: fiebre, síntomas respiratorios, tos y malestar general. Está causada por el virus de la influenza y es de fácil contagio y transmisión entre humanos.

Para afrontar la gripe, como cualquier otra enfermedad, es importante contar con unos hábitos de vida sanos: que engloban una alimentación equilibrada que incluya todos los nutrientes necesarios, la realización de ejercicio físico y evitar hábitos como el tabaquismo o el sedentarismo.

Unas medidas higiénicas adecuadas contribuyen a evitar la transmisión de determinadas enfermedades. Las medidas higiénicas fundamentales que hay que tener en cuenta para evitar la transmisión del virus son:

  • Taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con el codo.
  • Usar pañuelos desechables.
  • Lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado.
  • Procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.

Extremar las medidas higiénicas mencionadas anteriormente en los lugares donde exista aglomeración de personas o en trabajos de cara al público, donde cobra especial importancia el lavado periódico de las manos, que evita multitud de enfermedades que se transmiten por esta vía.

La gripe es una enfermedad causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla y su uso puede crear resistencias a estos fármacos. El tratamiento consistirá en reposo, alimentación adecuada y, si fuese necesario, algún medicamento para paliar los síntomas.

La vacuna de la gripe es una medida preventiva que ha demostrado su eficacia en los grupos de riesgo de mayores complicaciones. Su médico, en caso de pertenecer a uno de estos grupos le habrá recomendado la vacunación.

Es importante realizar un uso adecuado y responsable de los servicios sanitarios para evitar su saturación y facilitar su buen funcionamiento. Hay que hacer uso de las urgencias hospitalarias sólo en los casos en los que la gravedad sea extrema. Para resolver cualquier duda sobre cuestiones sanitarias, los ciudadanos tienen disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, el servicio Salud Responde, accesible con una simple llamadas al 902 505 060, 955 545 060 o a través del correo electrónico (saludresponde@juntadeandalucia.es).

Recomendaciones de vacunación antigripal

Las recomendaciones de vacunación antigripal tienen como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad. Por ello, deberán ir dirigidas fundamentalmente a proteger a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe, a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones y aquellas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales en la comunidad.

¿Quiénes se deben de vacunar frente a la gripe?

  1. Personas mayores o igual a 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
  2. Personas menores de 65 años que, por presentar una condición clínica especial tienen un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe o porque el padecer la enfermedad pueda provocar una descompensación de su condición médica:
    • Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada), neurológicas o pulmonares (incluyendo: displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma).
    • Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con:
      • enfermedades metabólicas (incluyendo diabetes mellitus)
      • obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior a 40 en adultos, 35 en adolescentes o por encima de 3 desviaciones estándar en la infancia)
      • insuficiencia renal
      • hemoglobinopatías y anemias
      • asplenia
      • enfermedad hepática crónica
      • enfermedades neuromusculares graves
      • inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de trasplantes)
      • Enfermedades con alta probabilidad de recibir salicilatos o modificadores de la respuesta inmune (enfermedades reumáticas y enfermedad inflamatoria intestinal).
      • Cáncer
      • Implante coclear o en espera del mismo
      • trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras

      En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.

    • Niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
    • Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de la gestación
  3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones
    • Trabajadores de los centros sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria; pública y privada. La recomendación tiene especial énfasis en aquellos profesionales que atienden a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
    • Personas que, por su ocupación, trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables.
    • Estudiantes en prácticas en centros sanitarios.
    • Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores de 65 años, sean o no familiares de los mismos.
    • Personas que conviven en el hogar (incluidos niños/as mayores de 6 meses de edad) con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo por su condición clínica especial (citados en el punto 2).
  4. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:

    Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en:

    • Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local.
    • Bomberos.
    • Servicios de protección civil.
    • Personal de los servicios de emergencias sanitarias.
    • Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial.