La ciencia demuestra que las personas absorben energía de otras personas
Esto explica por qué hay personas que se sienten incómodas cuando están con ciertos grupos de personas.
Parece algo de ciencia ficción o una simple historia paranormal, sin embargo, la ciencia ha demostrado que los seres humanos somos continuamente afectados por las energías del entorno. A esta conclusión se llegó gracias a un estudio realizado en algas, hecho por la terapeuta y médico Olivia Lee Bader. Ella señala que lo que le sucedió a las plantas marinas también puede aplicarse a los seres humanos.
Otro estudio de la Universidad de Bielefield, en Alemania, indica que las plantas son capaces de absorber la energía de otras plantas a su alrededor. Analizado esto desde la bioenergía, los humanos también serían elementos en juego. De lo que se trata, es que todo lo que interactúa con el entorno está cargado y esa carga puede traspasarse de un “personaje” a otro.
Conclusiones
La Energía se transmite de unos a otros. Pura física. Cuando 2 personas interaccionan, se produce un intercambio de Energía, Este intercambio es mayor cuanto más largo es el periodo en el que las personas están en contacto.
Cuando una persona tiene buena Energía, siente que todo está bien. Está contento, piensa con claridad, está optimista. Todo fluye. En este estado, uno saca lo mejor que tiene.
Cuando una persona tiene Energía de baja calidad, no ve las cosas claras, se siente perdido, desesperanzado, lleno de miedos, etc. En este estado, uno muestra las cosas malas que tiene. Una versión de uno mismo mejorable.
Es muy difícil que, cuando dos personas hablan, ambas estén en el mismo nivel de Energía. De hecho es casi imposible. Siempre hay uno que tiene la energía de mejor calidad que el otro. Cuando dos personas hablan, lo habitual es que pase una de estas 2 cosas:
1. El que está mal baja al que está bien
2. El que está bien sube al que está mal.
Cuando sientas que te bajaron tu energía, es decir te empiezas a sentir cansado o pesado por la situación, puedes alejarte ó tomar consciencia de que el problema lo tiene el otro. Que no es tuyo. Al identificar que la cosa no es tuya, decides no sentirla. Y, si no la sientes, no la padeces.
Puede parecer egoísta, pero no lo es en absoluto. De hecho, todo lo contrario. Si eres capaz de no contagiarte, como tu Energía es de mejor calidad, conseguirás subir al otro.