23 noviembre 2024

El profe de la Marea Verde que habló en la subcomisión: «No vale con que vayamos un día a cumplir el formalismo»

¿Qué opina del modo en que han incorporado los políticos a la negociación del pacto las aportaciones de la comunidad educativa?

Me parece que está bien que llamen a todo el mundo. Pero tengo temor de que no sean capaces de gobernar todas esas aportaciones, que no aparezcan los nudos auténticos que tenemos o que no se sepan medir los tiempos. Como pronto, la subcomisión acabaría para junio, pero parece que se alargará hasta septiembre u octubre. Luego hay que redactar la ley y que pase todo el proceso parlamentario. Un adelanto brusco de las elecciones puede hacer que quede todo en agua de borrajas. Y contamos con esa posibilidad.

¿Se ha dado suficiente espacio a esas aportaciones?

No, no se ha dado. Por eso estamos en huelga también, porque tenían que haber habilitado una manera para articular un mecanismo real de negociación. No vale con ir a cumplir un formalismo y a casa. Esto es perfectamente posible y he participado en procesos similares en otros momentos de mi vida, en procesos también que estaban en sede parlamentaria.  Si no cuentas con quien permite construir consensos, haces una cosa por arriba que sale sin vocación de continuidad.

¿Considera que este proceso de negociación ha desactivado las protestas?

Creo que no. Cada uno hará un planteamiento que responde a sus intereses, no sé si al final intentarán trazar algunas líneas de fuerza. Si el PP no rompe con la servidumbre con la iglesia y la enseñanza privada, el acuerdo es muy difícil y solo se maquillará la Lomce. El único lenguaje que entiende este gobierno es el de la calle. Y nos ha funcionado hasta ahora: en la última huelga conseguimos paralizar el efecto académico de las reválidas, que no es poca cosa.

¿El paso de los años ha erosionado la fuerza de la Marea Verde?

El proceso de movilización ha sido muy intenso. Lo más importante hoy es que sigue viva y sigue teniendo capacidad de movilización. Cansados de lucha por la escuela pública no estamos, pero sí hay una sensación de cansancio porque no podemos permitirnos dejar de hacer o hacer peor nuestro trabajo. Es una cuestión ética. Estamos defendiendo la calidad con menos recursos y eso nos cansa, nos desgasta y nos estresa. Tenemos las aulas abarrotadas, más horas lectivas y menos tiempo de coordinación, y pese a todo eso intentamos hacer nuestro trabajo como siempre.