En la memoria de quinquenio de las Aguas minero medicinales de Sierra Elvira, impreso en 1909 en la imprenta del Defensor de Granada, podemos leer:
“……………..A la izquierda del patio de baños se halla una escalera en caracol, que desciende hasta una pequeña galería subterránea a tres metros de profundidad, donde antiguamente hubo una instalación para baños y duchas, y de la cual quedan restos de construcción, que hoy no se utilizan por estar dispuestas las demás instalaciones en mejor disposición para ser utilizadas. La parte derecha de esta galería abre paso a otra escalera, casi toda tallada en la roca y que desciende en línea recta y en una profundidad total de diez metros hasta el pie del manantial.

Este es una grande grieta de formación natural, como una gran falla del terreno, y consta de dos partes principales: la primera, en donde se encuentra la dicha escalera y la segunda, o cueva del agua, en cuya depresión emerge.

En la primera, al terminar la bajada, puede verse una gruta natural de forma redondeada y de unos dos metros de alto y ancho, que servía en los tiempos antiguos de cuarto de vestir y sudadero, porque se administraban los baños en el mismo manantial a la usanza arcaica de las primitivas edades; hoy, convenientemente iluminada, sirve para alojar un motor eléctrico de diez y seis caballos de fuerza, utilizado para mover una centrífuga destinada a la elevación del agua.

Esta magnífica máquina construida por la Casa Schützemburger, se ha colocado a la entrada de la cueva del agua; es capaz de elevar hasta cuarenta mil litros de agua por hora a la altura de veintitrés metros………..”

En la fotografía de la época, manantial de las aguas termales.

Curiosidades elvirenses.

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