Una clausura de Banderas
El actor Antonio Banderas pone el broche de oro a un festival que ha virado con éxito hacia el universo español.‘Verano 1993’, unánimemente Biznaga de oro
Entre el elenco de estrellas del cine español que este sábado desfilaron por la alfombra roja del teatro Cervantes, sin duda, él era el más buscado. Antonio Banderas emergió entre la multitud que le esperaba y la fría noche de su Málaga natal se tornó algo más cálida. Entre vítores, el actor, acompañado por su pareja, atendió con exquisita delicadeza a todos quienes le requirieron de su atención por unos instantes, que no fueron pocos. Nadie mejor que él, con la purpurina que desprende su currículum, para poner el broche de oro a un festival que en su vigésima edición ha crecido con la puesta vista al celuloide en español en ambos lados del charco.
Aunque el nombre de Banderas siempre ha estado ligado al certamen, del que es presidente de honor desde sus comienzos, allá por 1998, lo cierto es que el intérprete ha comparecido a cuentagotas. Esta vez, la Biznaga de Oro honorífica reclamó su presencia para el deleite de todos, incluida la cantante malagueña Diana Navarro, quien introdujo al premiado y condujo de manera magistral el evento.
«Este premio consolida una relación para adquirir un compromiso con este festival, para ser más útil y ser un anfitrión del festival de Málaga», expuso el actor, quien se congratuló de que su ciudad «deje de oler a ‘aftersun’ y lo haga a cultura de verdad, de la seria». «Siempre tiré de corazón, el mismo que este pasado 16 de enero me dijo ‘hasta aquí’ al sufrir un infarto; ahora nos estamos haciendo amigos pero, sin duda, lo mejor está por venir; mi corazón está en Málaga«, expresó.
La gala de clausura también sirvió para subrayar a otro de los nombres propios de esta edición: Leonardo Sbaraglia. Una semana más tarde, el actor argentino volvió a subir a las tablas del Cervantes para recoger, en esta ocasión, la Biznaga de Plata a Mejor Intérprete por su papel en ‘El otro hermano’ y quien recibió el galardón de manos de su madre, Roxana Randón. ‘Verano 1993’ y ‘Últimos días en La Habana’ también tocaron el cielo al alzarse con la Biznaga de Oro a la mejor película española e iberoamericana, respectivamente. «Un cine que demuestra que todos somos del mismo sitio cuando sentimos las mismas cosas», comentó Alejandra Trelles, integrante del jurado. ‘No sé decir adiós’ también se erigió en uno de los largometrajes ganadores al obtener cuatro premios, así como ‘La mujer del animal’ (dos), ‘Plan de fuga’, ‘Redemoinho’ y ‘Selfie’.
Atrás quedan ya diez días frenéticos, de estrenos, fotos y gritos de adolescentes que tendrán este domingo el último baile antes de cerrar la vigésima edición del festival de cine en español, el mismo que, este año, ha puesto sus ojos en un cine unido bajo una misma lengua universal.