Violencia de género, terrorismo mal contado

  • Mujeres violadas, prostitutas y víctimas indirectas no cuentan como violencia machista. Desde 2003 han sido asesinadas 237

Víctimas mortales por violencia de género.

Víctimas mortales por violencia de género.

Mujeres violadas, prostitutas agredidas y familiares, amigos o testigos de una víctima directa de violencia machista que resultan heridos o muertos no aparecen en las estadísticas de la violencia de género en España, donde sólo se contabilizan las asesinadas por sus parejas o ex parejas. Ese universo de personas sin contar, como las dos mujeres asesinadas por el falso monje shaolin, responde a la categoría de víctimas de la violencia machista, según las definiciones de los organismos internacionales, pero sólo integran las tablas de los muertos por la delincuencia común. Y es que los distintos gobiernos contabilizan como víctimas de violencia sobre la mujer sólo a las que la Ley contra la Violencia de Género estima. O sea, las que cayeron a manos de su pareja o ex pareja. Pero para algunos colectivos sociales, las otras víctimas también existen. Son la otras caídas por violencia machista.

Uno de esos grupos es la Red Estatal de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, que lleva 12 años recopilando información de los medios de comunicación y el Ministerio del Interior.

Dentro de la «violencia de género con resultado de muerte«, la Red establece cuatro categorías: ámbito intra familiar (parejas o ex parejas y otras relaciones familiares), agresión sexual, tráfico de mujeres y prostitución y otras víctimas indirectas.

Si se comparan las tablas de víctimas mortales que el Ministerio de Sanidad e Igualdad del PP y del PSOE ofrece año a año desde 2003 con las que ha ido ordenando la Red Feminista se observa una diferencia gigantesca: 237 víctimas más.

El propio Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer instó en 2007 a ampliar las variables estadísticas que midieran la violencia machista para lograr una fotografía más real de este fenómeno. Y con parte de esas propuestas, en 2013 se comenzó a incluir a los huérfanos en los datos de la muerte de género.

En cambio, las violadas y asesinadas por alguien conocido o no, las prostitutas muertas por sus clientes y las «víctimas indirectas» siguen fuera del recuento. Las «víctimas indirectas» es lo que la Fiscalía de Sala de Violencia contra la Mujer llama «otras víctimas de violencia de género» y lo que una proposición no de ley del PSOE presentada el pasado noviembre ilustraba con un ejemplo ocurrido en Asturias el 23 de mayo de 2011. «S. B. entra en la casa donde residía su ex pareja derribando la puerta. En el interior estaban Silvia, su padre, su hermano y su actual pareja. Golpeó a Silvia y a su actual pareja, bajó de nuevo, pinchó las ruedas del coche y subió a la casa, donde mató a los tres varones. Silvia resultó con heridas».

La diputada Ángeles Álvarez, autora de esa proposición no de ley, cuenta que «hay otras personas, mujeres u hombres, que mueren como consecuencia del acto violento original contra la mujer, por lo que deben ser consideradas víctimas de violencia de género, víctimas indirectas».

Según ese documento, sin contabilizar las muertes de hijos o hijas cuando son ocasionadas simultáneamente a la de la madre, desde 2006 hasta finales del año pasado 22 personas murieron en «ataques de violencia sexista sin ser contabilizadas en las estadísticas oficiales». En concreto, 11 hombres que eran las nuevas parejas de las mujeres acosadas, siete padres o hermanos de la mujer victimizada y cuatro personas asesinadas al intermediar en defensa de las víctimas directas aunque no tenían ninguna relación con éstas.

Álvarez: «Estas víctimas indirectas de la violencia machista no aparecen en los datos oficiales de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género a diferencia del procedimiento seguido para el balance estadístico en los casos de terrorismo. Y eso minimiza la dimensión real de la violencia contra las mujeres».

Naciones Unidas y diversas organizaciones internacionales hablan de violencia de género como «todo acto violento que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».

En esas comillas, el consenso internacional incluye acciones violentas del hombre a la mujer en el contexto de una «relación de pareja o ex pareja», pero también en el de las «agresiones sexuales, la prostitución, la explotación laboral, la ablación o el tráfico de personas». Así, el concepto de violencia de género, violencia machista o violencia contra la mujer abarca el maltrato del hombre a la mujer por el hecho de ser mujer, lo que suma otras categorías a lo único que se mide hoy: la relación de pareja o ex pareja.

RAFAEL J. ALVAREZMadrid http://www.elmundo.es/espana/2015/05/01/55428492ca4741e3708b4580.html

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