Quién sabe más sobre mí, ¿Google o mi madre?
Como ya contamos en el artículo Big Data: cómo afecta a los usuarios, en la actualidad, la información es poder y cuando una compañía ofrece un producto o servicio, busca obtener, además de un beneficio económico, datos que generalmente están relacionados con los hábitos del usuario. De esta forma obtiene por un lado un feedback que le ayudará a mejorar el producto así como una gran cantidad de datos personales que podrá utilizar con fines comerciales y publicitarios principalmente.
Este tipo de actuaciones típicas de las grandes compañías, basan su actividad en la Red en la obtención de información personal que utilizarán para promocionar productos o servicios, a través de campañas de publicidad adaptadas y dirigidas a sus usuarios, que son en definitiva, posibles consumidores.
En el caso de la publicidad que nos muestran grandes compañías como Google o Facebook entre otras, cuando usamos el servicio, ésta está adaptad al usuario en base a la información que han ido recopilando sobre él, basándose en sus gustos, preferencias, búsquedas, contactos, etc., provocando que la publicidad sea mucho más efectiva y directa.
Ahora que ya sabemos que facilitamos una gran cantidad de información, llega el momento de saber cuánta es y qué podemos hacer al respecto.
Mi cuenta en Google
Esta compañía obtiene multitud de información a través de la gran variedad de servicios que ofrece, como pueden ser el propio buscador, el servicio de correo electrónico, la red social Google+, el sistema operativo para móviles más usado en el mundo Android, etc.
Si queremos ver qué información personal está registrando Google sobre nosotros, tenemos que acceder a la sección Mi cuenta una vez que estemos logueados con nuestro nombre de usuario y contraseña. Para ello, desde la propia página de Google, seleccionamos la imagen asociada a nuestra cuenta y a continuación el botón “Mi cuenta”.
¿Cuánta información posee Google sobre nosotros?
Podemos hacernos una idea de cuanta información hemos facilitado mediante la descarga de un archivo que contiene todos nuestros datos. Para poder crear este archivo accedemos a “Mi cuenta > Información personal y privacidad > Controla tu contenido”.
Al seleccionar el botón “crear archivo” se abrirá una nueva ventana en la que podremos indicar los productos de Google de los que queremos obtener nuestra información. En nuestro caso, hemos dejado las opciones que están por defecto, esto es, todas las casillas marcadas, y hemos pulsado el botón “Siguiente”, situado en la parte inferior de la ventana. A continuación, escogeremos el formato de archivo, su tamaño y el modo en que se nos facilitará su descarga. En todas estas configuraciones hemos dejado las opciones que están marcadas por defecto. Por último, solo nos queda “Crear el archivo” y esperar que nos envíen a nuestro correo un enlace que nos permita su descarga.
Transcurridos unos minutos ya tenemos el enlace listo. Este tiempo dependerá de la cantidad de información que Google tenga almacenada sobre nosotros. Accedemos al correo que nos han enviado y seleccionamos el botón “Descargar archivo”, lo que permitirá la descarga del mismo.
En nuestro caso el archivo ha ocupado casi 1,5Gb, por lo que nos podemos hacer una idea de la cantidad de información personal que maneja Google. Si descomprimimos el archivo y accedemos a su contenido, veremos una lista de carpetas de todos los servicios de Google donde se alberga nuestra información. Además, hay un archivo llamado index.html, que si lo abrimos en el navegador nos mostrará toda esta información ordenada en un menú similar al siguiente.
Ahora que ya somos conscientes del gran volumen de información que hemos facilitado, en la gran mayoría de ocasiones de manera voluntaria, como por ejemplo, al hacer copias de seguridad de nuestras fotos o contactos, y en otras ocasiones no tan voluntaria, como ocurre con nuestro historial de ubicaciones. Llega el momento de limitar este tráfico de datos.
¿Cómo limitamos la información que facilitamos?
Varias son las acciones que podemos realizar para evitar que hagan uso de nuestra información. Una de ellas es restringir el acceso desde “Mi cuenta > Información personal y privacidad > Mi actividad”.
Una vez dentro, seleccionaremos el enlace “Controles de la actividad de tu cuenta”. Desde aquí podemos permitir o restringir a que información damos acceso a Google:
- Actividad en la Web y en Aplicaciones. Permite registrar nuestra actividad en productos y servicios como Chrome y Maps. Además, registra nuestra ubicación, idioma, dirección IP, anuncios con los que hemos interactuado e información sobre nuestros dispositivos y aplicaciones de uso reciente, y nombres de contactos buscados.
- Historial de ubicaciones. Registra en un mapa al que únicamente tenemos acceso desde nuestra propia cuenta, los lugares donde hemos ido, para ofrecernos búsquedas personalizadas.
- Información de los dispositivos. Registra información sobre nuestra lista de contactos, calendario, aplicaciones instaladas, música e información sobre el propio dispositivo, como el nivel de la batería.
- Actividad de Voz y Audio. Tanto el navegador Chrome como la aplicación Google, permiten realizar búsquedas por voz. Todas estas búsquedas que hemos realizado son almacenadas para mejorar el reconocimiento de voz de todos sus servicios.
- Historial de búsquedas de Youtube e historial de reproducciones de Youtube. Lleva un registro tanto de los videos que hemos reproducido como de las búsquedas que hemos realizado dentro de la plataforma.
Si queremos saber más acerca del uso que hace Google con nuestra información personal cada sección anterior cuenta con el enlace “Más información”.
Para limitar al máximo esta recogida de información debemos restringir estos accesos. Para ello, desde el mismo menú “Controles de la actividad de tu cuenta”, debemos desmarcar los botones azules de cada una de las subsecciones anteriormente descritas.
Además de las opciones que nos ofrece Google, para controlar la información personal que podría recopilar, podéis seguir estas recomendaciones:
- Cuando naveguemos por Internet no lo haremos con nuestra cuenta de Google abierta o lo haremos en modo incógnito.
- Restringiremos al máximo posible los permisos de las aplicaciones de Google.
- Utilizaremos servicios de almacenamiento en la nube alternativos a Google.
- Utilizaremos en la medida de lo posible aplicaciones y herramientas alternativas a Google.
- Borrar regularmente las cookies almacenadas en el navegador.
¿Cómo borramos la información facilitada?
Desde el submenú “Mi actividad” también podemos encontrar el botón “Eliminar actividad por” con el que Google nos permite eliminar nuestra información personal. Podemos borrar nuestra información por periodos determinados, como los últimos 7 o 30 días, aunque también podemos personalizar el periodo para que borre todos nuestros datos. Para ello elegiremos en el primer botón desplegable “Personalizado”, y en el botón desplegable “Antes del” seleccionaremos la fecha actual. A continuación en el último botón desplegable seleccionaremos los servicios que deseamos borrar nuestra información y pulsamos sobre el enlace “Eliminar”.
Como era de esperar, Google tiene almacenado en sus servidores gran cantidad de información personal, pero también nos ofrece opciones con las que limitar esta recogida de datos. Algunas herramientas son facilitadas por la propia compañía y en otros casos podemos configurarlas nosotros mismos. Determinar qué información queremos facilitar a Google irá en función de nuestras necesidades y preferencias. Alcanzar el equilibrio entre funcionalidad y privacidad es la mejor opción que podemos tomar, aunque resulte complicado ya que ambas cuestiones no suelen ir de la mano.