24 noviembre 2024
 Rajoy sabe hacer política, también con los nacionalistas, cuando sus intereses están en riesgo. Su inmovilismo en asuntos como el catalán es táctico: debe considerar que le beneficia. España solo se rompe cuando el PP está en la oposición

España no se rompe porque el PP haya cedido ante el PNV sobre el cupo vasco a cambio del apoyo a unos Presupuestos Generales del Estado que Rajoy veía peligrar y con ellos la estabilidad de su gobierno que presenta en Bruselas como capital político.España no se rompe y descubrimos una obviedad: que Rajoy sabe hacer política y hace política cuando sus intereses están en riesgo. Su inmovilismo en otros asuntos, como el catalán, es por tanto táctico, debe considerar que le beneficia más de lo que le perjudica. Como hace política el PNV, que aprovechando la debilidad de los populares les ha arrancado una mejora en su financiación de 4.000 millones de euros en cinco años. Ahora el gobierno central tendrá que explicárselo a las demás comunidades y seguro que encontrará argumentos sobre la cohesión y el beneficio común.

Porque en realidad, España solo se rompe cuando el PP está en la oposición y lanza una batalla feroz si otros intentan arreglar viejos problemas territoriales que arrastramos desde las especialísimas circunstrancias en las que se hizo la Constitución del 78, saliendo de una dictadura y necesitando ampliar mucho los consensos y contentar a todos para soldar la democracia.

Y es una pena que a lo largo de estos años, los cambios de fondo en cuestiones territoriales, las adaptaciones a la realidad, no se hayan ido haciendo con el acuerdo de todos, sino por las concesiones que cada gobierno central en minoría ha ido haciendo a los nacionalistas, vascos y catalanes, para contar con sus votos en el Congreso. Ahora, como en los años 90, durante las minorías socialistas o populares. La diferencia es que el nacionalismo catalán, la antigua Convergència, ha perdido también y por méritos propios, esa ventaja.