Compré una mochila en el primer sitio web que encontré, y la lie

Nuestro protagonista de hoy, Pedro, estaba muy seguro de los pasos que se deben seguir a la hora de realizar compras online. Pero la necesidad de comprar rápido le hizo bajar la guardia y fiarse de las primeras páginas que le aparecieron en los resultados del buscador, sin pararse a pensar que podían ser fraudulentas.

En una tranquila mañana de domingo, Pedro se encontraba en su casa a punto de sentarse a tomar su café matinal y revisar su teléfono móvil para ver sus redes sociales y diferentes rotativos digitales para saber qué había ocurrido en el mundo. Facebook, Instagram y Twitter le sirvieron para ponerse al día de ciertos eventos, novedades de sus amistades y noticias destacadas de la noche. Antes de entrar en más detalles, le saltó una alarma en su terminal que le indicaba que en tres días sería el cumpleaños de su ahijada.

Sin perder más tiempo abrió su portátil y se dispuso a buscar algún regalo sabiendo que los plazos de envío y entrega ya eran muy ajustados. Su primera opción fue visualizar una mochila que ya sabía que le gustaba mucho a Alba, su ahijada.

captura de pantalla con resultados de búsqueda en Google sobre la mochila en cuestión.

El primer resultado del buscador se trataba de una conocida página de compraventa de artículos por la red. Seria, fiable y la que más volumen de ventas realiza a nivel mundial. Pero en segunda opción, le apareció una página con el mismo producto y una rebaja sustancial con respecto al primero.

Captura de pantalla sobre mochila Hex Stinson en página web fraudulenta

A pesar de saber qué riesgos existen a la hora de realizar una compra online, Pedro no tenía mucho margen de tiempo, así pues, creyéndose él mismo que no podía ser que un segundo resultado de un buscador tan conocido fuera fraudulento, no realizó las comprobaciones que normalmente hacía antes de comprar online y continuó con el proceso. Un auténtico error como veremos más adelante.

Captura de pantalla de pedido web de la mochila en web fraudulenta

¡Qué fácil había sido encontrar lo que buscaba! y ¡qué buen precio!, nada más y nada menos que a mitad de precio. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que Pedro dejó escapar muchos puntos por el camino… Mencionamos alguno:

1.- Se dio de alta en una página web de la que no comprobó si contaba con certificado digital. Por supuesto no lo tenía y todos sus datos (personales y de tarjeta de pago) viajaron sin cifrar, sin ninguna garantía de seguridad de las comunicaciones y sin saber a quién se los envío.

Captura de pantalla de certificado digital no seguro de web fraudulenta

2.- Por otro lado, no revisó las políticas de privacidad del servicio ni de devolución de pedidos. De haberlo hecho, hubiese comprobado que existen elementos mal redactados e incluso sin traducir, algo significativo que denota que la página no proporciona ningún tipo de confianza.

Captura de pantalla de Envíos y Devoluciones con textos mal redactados

3. – Además, la política de privacidad recoge que la web facilita varias modalidades de pago, entre las que señala Paypal, pero a la hora de formalizar la compra, solo figura como método de pago la tarjeta, algo que obviamente no tiene ningún sentido.

Captura de pantalla de política de privacidad donde aparece como modalidad de pago paypal

Captura de pantalla con modalidades de pago de la web fraudulenta donde no figura PayPal

¿Cómo terminó la historia?

Pedro recibió la mochila, aunque mucho más tarde que el cumpleaños de su ahijada. Además, el paquete procedía de china, ya que el envoltorio así lo indicaba, hecho que le dio mala espina ya que no tenía constancia de que la web fuese china.

Captura de pantalla del paquete recibido por nuestro protagonista donde se ven las etiquetas de precinto escritas en chino

Cuando abrió el contenido, comprobó lo que había dentro, una mochila que nada tenía que ver con la que pretendía regalar a su ahijada. Vamos, ¡no era lo que había comprado!

Imagen donde se ve la mochila recibida que en nada tiene que ver con la que se había solicitado

¿Qué lección aprendió nuestro protagonista?

Pedro, a pesar de ser una persona que tenía mucho cuidado a la hora de realizar compras online, vigilando aspectos como el de verificar la dirección física de la empresa o leer en algún foro opiniones referentes a la misma, se fio erróneamente del hecho de que la página web de venta online le apareció en los primeros resultados del buscador. Tras esta mala experiencia, no volvería a caer en una trampa de estas características y por supuesto, prestaría de nuevo mucha atención a todas las evidencias para evitar fraudes.

Como siempre, desde la OSI os facilitamos algunas pistas para evitar fraudes en compras online.

  1. Cualquier dato personal o bancario debe realizarse en páginas con certificado digital que garantice la seguridad de las comunicaciones.
  2. Los datos de la empresa deben estar publicados: dirección física, CIF/NIF, datos de contacto, etc.
  3. Se debe desconfiar de páginas web con precios extremadamente bajos.
  4. Hay que tener cuidado con las páginas cuyos textos legales, o faltan o están mal redactados. Políticas de privacidad, condiciones legales, política de devolución de productos, etc.
  5. Comprobar que si la web anuncia varias modalidades de pago, éstas estén activas a la hora de formalizar la compra. De no ser así, es sospecho.
  6. Buscar por la red referencias del vendedor o empresa para ver las opiniones que tienen otros usuarios sobre ella.

 

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