ATARFE: EL CLÉRIGO BENEFICIADO DE ATARFE, INICIA DOCUMENTALMENTE EL PROCESO DE SANTIDAD DE FRAY HERNANDO DE TALAVERA
¡Colosal figura! Agradecemos a nuestro vecino José Emilio, nos diera noticia de estas virtudes y hechos milagrosos; no los conocíamos.
Sabemos que el día 02/01/1492, los Reyes Católicos tomaron el Reino de Granada. Fray Hernando de Talavera (1428-1507) monje Jerónimo, fue administrador apostólico y primer Arzobispo de Granada tras la conquista; sucesor número 105 (Episcopolio Granatense), del primer obispo san Cecilio, primer obispo de Ilíberis (en futura ocasión trataremos sobre la sede episcopal iliberitana). El papa Alejandro VI confirmó la elección de fray Hernando, le proveyó de palio como insignia arzobispal, el cual solemnemente se lo entregó el obispo de Jaén don Luis Osorio, fueron testigos los obispos de Málaga don Pedro de Toledo y de Guadix don fray García Quesada.
Fray Hernando, fue persona de profundos conocimientos, consejero y confesor de Isabel la Catolica, recto en el proceder, humanitario, caritativo, apacible, de actitud lógica y consecuente con sus principios, fue ¡virtud en virtud!
Con motivo de la exploración de nuevas rutas marítimas, intervino activamente entre los Reyes Católicos y Colón, consecuencia directa del descubrimiento del continente Americano; acontecimiento que estuvo a punto de fallar cuando en “Santa Fe” se rompieron las conversaciones, las que se retomaron cuando los Reyes Católicos mandaron un alguacil a buscarlo, siendo localizado Colón, en el “Puente de Pinos”, a las faldas de Sierra Elvira.
Su política y evangelización humanista (tendencia seguida por el papa Francisco), dirigida a cristianos, judios y musulmanes, fue considerada grave obstáculo por el cardenal Cisneros que era de trato severo y rígido (recordemos la quema de libros y el masivo número de conversos bautizados).
Como decíamos en anterior ocasión, en el año 1501, se erige en Atarfe la iglesia parroquial con advocación de “Santa María”, con sus anejos de Hotaya, Abulelbit, Diarcale y Elvira (también conocida por la toponimia arabe de la época con los nombres de “Moradama, Lamba y Xacava”, según estudio de Martínez Ruiz en “Aljemía”)
La iglesia atarfeña en su primer momento se compuso de un Beneficiado simple servidero y un Sacristán, cada uno con haber econónico de 12.000 maravedís. Estos oficios eclesiásticos diocesanos fueron nombrados por el arzobispo fray Hernando, que rigió la jurisdicción obispal durante 16 años.
En el año 1507, el Clérigo Beneficiado de la Alquería de Atarfe era Sebastián de Luque.
A finales de abril del año 1507, fray Hernando fue declarado inocente de la acusación que contra él y su familia sostenía la Inquisición. Pocos días después enfermó gravemente. Viendo que llegaba el momento de su muerte manifestó que no quería luto ni nada parecido, y que lo enterraran en tan mal lugar como merecía, al igual que manifestó santa Mónica, madre de san Agustín.
El día 14/05/1507, a las 12 horas cerró sus ojos, beso la Cruz y multitud de ángeles acompañaron su alma junto al Creador. Este prodigio fue visto por tres religiosos de vida ejemplar que se encontraban en oración, uno en Francia, otro en Nápoles y otro en Sicilia. El Papa Adriano VI, quiso informarse sobre la autenticidad de lo visto por los religiosos, para emitir las bulas gratulatorias, pero le sobrevino la muerte y no se realizó su interesante información.
El lastimero tañer de las campanas granadinas anunciaron sus funerales a todos los vecinos sin distinción de religión; su melodía y cadencia proclamaban la pena en el Reino de Granada y la alegría en el Reino Celestial; y, por la intercesión del llamado “Alfaquí Santo”, se vivieron prodigios que Dios permitió.
El cadáver, con hábito Gerónimo, fue expuesto en la catedral a vista de toda la población que acudió multitudinariamente.
Testigos presenciales manifestaron que el numeroso grupo de personas estaba compuesto por madres con sus hijos, personas humildes, autoridades eclesiásticas, civiles, militares y nobles.
Durante la exposición y aún tiempo después, por intercesión de fray Hernando ocurrieron hechos milagrosos y maravillas extraordinarias, que documentalmente fueron recogidos para conocimiento de la posteridad.
El mismo día del fallecimiento del Arzobispo, 14/05/1507, el Prelado Beneficiado de la Alquería de Atarfe don Sebastián de Luque, instó al Alcalde Mayor de Granada para que tomara manifestación de las circunstancias acaecidas en las personas sanadas por intervención de fray Hernando.
Transcripción libre: “En la nombrada y gran ciudad de Granada 14 días del mes de mayo, año del nacimiento de nuestro salvador Jesucristo de 1507. Ante el señor bachiller Juan de Portillo, Alcalde Mayor de esta ciudad, por el noble y muy virtuoso señor, el doctor Diego Beltrán Alcalde de la casa y corte de la Reyna nuestra señora y su corregidor de esta Ciudad y su tierra. En presencia de mi García Rodríguez de Salamanca, escribano de la Reyna nuestra señora y su escribano y notario público en su corte y en todos los reynos y señoríos y escribano público uno de los del número de la dicha Ciudad y su tierra, y de los testigos. Compareció Sebastián de Luque, clérigo beneficiado en la Alquería del Atarfe y dijo que por cuanto a todos es notorio que hoy dicho día, el reverendísimo señor don frey Hernando de Talavera, primer arzobispo de Granada, pasó de esta miserable vida a la perdurable...”
Sigue el relato detallando lo acontecido y reseñando detalladamente los milagros y las personas sanadas. Aquí resumimos los mismos por cuestión de espacio.
Entre la multitud de asistentes que acudieron a despedir a fray Hernando de Talavera, se encontraba el “zapatero Juan de Medina”, impedido de la mano izquierda al no poder cerrarla, consecuencia de un golpe de cuchillo recibido en una pelea tres meses antes, confiando en la intercesión de fray Hernando, gritando pedía su curación: “Dadme, por amor de Dios, lugar para acercarme a ese cuerpo santo con este brazo tullido, pues me sanará”, y tocando sus pies con la mano enferma, recobró la salud inmediatamente, asombrándose todos cuanto lo vieron.
Motivado por lo anterior, se suspendieron los Oficios de difuntos. En el exterior de la catedral la multitud se agolpaba. Unos besaban las vestiduras, sus pies, tocaban su cuerpo; todos glorificaban su santidad. Otros trozearon la túnica, cortaron su cabello para reliquia.
Otro milagro fue cuando Francisca Díaz, con su hija de trece años llamada Juana Pérez, que era totalmente sorda, entró en la sacristía y con un escapulario del venerable cadáver, lo puso en los oídos de su hija; la madre se santiguó tres veces diciendo: “Jesucristo nació, Jesucristo murió, Jesucristo resucitó”. La niña sanó.
También el del criado de la Reina Católica llamado Francisco de Guzmán, manco de la mano derecha desde hacía ocho años por cuchillada que le cortó la canilla, acercándose a la sepultura se juntó tierra de ella en la mano enferma sanando totalmente en el acto. También se la aplicó a una pierna enferma desde hacía nueve años que sanó.
Otro prodigio ocurrió días después. Isabel Olivares, viuda de Antón Jufre, hermana del Escribano público de Granada Fernando, no descansaba ni dormía desde hacía dos meses por agudos dolores en los ojos y pérdida de la vista. Junto al sepulcro del arzobispo rogó la sanación y tras frotarse los ojos con tierra de la sepultura sanó.
Otro fue el vivido por el acólito de la catedral Álvaro Sepúlveda, afectado por epidemia de landres, con dos secas malignas, un carbunco, vómitos, calentura, pérdida de conocimiento, habla y en peligro de muerte, le fue puesto en el cuello parte de un escapulario del arzobispo sanando completamente.
Inés Ribera, padecía secas en la garganta y oídos con tumores y calenturas, aplicándose reliquias del arzobispo se dirigió al sepulcro y frotándose con tierra sanó, asombráronse los presentes.
Juan de Arsilla, vecino de Alhama, dolorido un hombro e inmovilidad del brazo, visitó el sepulcro, se aplicó una reliquia y sanó.
Contando el anterior su sanación a Gonzálo de Arce, este recogió tierra del sepulcro diciendo que se volvería blanca. Se marcharon los dos para Alhama, al llegar comprobaron que la tierra tenía el color blanco.
Gregorio Gutiérrez, racionero de Granada, junto a sus hermanos Cristóbal y Alejo, se marcharon para la villa de Cambil, llevando la reliquia de cabellos del arzobispo. Al llegar a la villa encontraron dos sobrinos enfermos y aplicándoles las mismas sanaron.
Jorge Rodríguez, carpintero, tenía una hija moribunda, pidió su madre le aplicaran reliquias del venerable, sanó en el acto.
Francisca Díaz, mujer de Pedro Pérez de Baena, con epidemia de landres complicada con un doble parto, moribunda. Le piusieron relíquias de fray Hernando en el cuello y sanó.
Una Hijastra de la anterior llamada María, de siete años, enferma de gravedad, se le aplicaron las reliquias, sanando.
Francisca Escobar, vecina de la Alcazaba, padecía la misma epidemia. También sanó tras serle aplicadas las reliquias.
Lucía Rodríguez, vecina de Granada, le dolía la pierna desde hacía más de cuatro meses, utilizando muletas. Visitó el sepulcro el día siguiente a la muerte del arzobispo, oró durante dos horas, sanando. Abandonó las muletas.
Alonso de Campos, maestro en artes y Teología, con calenturas y fiebre se aplicó parte del roquete del arzobispo que tenía como reliquia, sanó.
Elvira Morales tenía una herida en el hombro derecho y un tumor en la rodilla. Visitó el sepulcro, tomó tierra y la mezcló con agua en su casa se la aplicó en las heridas y sano.
Brígida Martínez, de Granada, con un brazo impedido, tras visitar tres días el sepulcro sanó.
Dos hombres llevaron un enfermo que llevaba largo tiempo en cama, lo colocaron sobre la sepultura, rezaron y se levantó por sí totalmente sano.
Un tejedor de Granada, tullido de pies y brazos, al contacto con la tierra del sepulcro recobró el uso de los miembros.
Un niño de cinco años que solo andaba de rodillas, sin dedos en los pies, al contacto con la tierra del sepulcro sanó totalmente.
Un pobre llamado Roque, que andaba con muletas, también se acercó y sanó.
Un hombre de raza negra, había sufrido una caída y padecía de los riñones, tras visitar el sepulcro sanó.
Juan Navarro, tenía la pierna izquierda rota por tres partes. Apoyado en muleta pedía limosna. Catorce años llevaba así. Visitó el sepulcro del venerable, se aplicó tierra en la pierna enferma y sanó completamente.
Francisco Larrua, vecino de Ruanova de Lisboa, juró que cuando navegaba en vísperas de la Natividad de San Juan Bautista en el año 1507, en compañia de cincuenta o sesenta buques dirección Calicut de las Indias, delante de las del Rey de Portugal, quedó tan rezagado el navío que no era posible seguir a los otros, además una fuerte borrasca rompió mástil y vela. En tal circunstancia uno de los viajeros, besaba repetidas veces un papel que contenía tierra del sepulcro de fray Hernando, que hacía un mes que murió. Diciendo esto desapareció la borrasca, navegando a tal velocidad que dejó atrás a los restantes barcos.
El día 18/12/1507, solemnemente se trasladaron los restos mortales de fray Hernando de Talavera a la actual catedral de Granada, siendo cedido la antigua a la Orden de san Francisco. Los restos mortales se depositaron en la capilla del Sagrario, junto al Evangelio, en sepulcro de piedra elevado, construido a expensas del Conde de Tendilla don Íñigo López de Mendoza, su amigo.
Sebastián Luque, Clérigo Beneficiado de Atarfe, desde el primer momento sabía que nos encontrábamos ante una persona digna de ser canonizada, iniciando el trámite que posteriormente se interrumpió, posiblemente se vio afectado por la predicación humanista de Fray Hernando, obstáculo evangelizador de la propuesta del cardenal Cisneros, y por la falsa denuncia inquisitorial que sufrió su familia y él.
A finales del siglo pasado e inicios de este, el arzobispado de Granada recuperó la iniciativa de canonización. A fecha de hoy, nuevamente esta ralentizada y desconocemos el motivo.
¡Fray Hernando brilló con luz propia!
PARA SABER MÁS:
*Anónimo. “Carro de las Donas”, capitulos 40 a 42. Impresor Juan de Villaquirán, Valladolid 1542.
*Jerónimo TORRES. “Vida de Fray Hernando de Talavera”. Manuscrito del siglo XVI.
*Alonso FERNÁNDEZ DE MADRID. “Vida del primer Arzobispo de Granada”. Manuscrito del siglo XVI.
*Alonso FERNÁNDEZ DE MADRID. “Vida de Fray Hernando de Talavera”. Manuscrito del siglo XVI.
* Antolínez de Burgos
*Pedro de ALCANTARA SUAREZ. “Vida del venerable D. Fray Hernando de Talavera” Madrid 1866.
*Escipión ANTOLINEZ DE BURGOS. “Papeles Varios”. 1501
Archivos y bibliotecas donde existe información del tema:
ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE GRANADA.
BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA.
BIBLIOTECA Y ARCHIVO VATICANO.
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