“Impresiones y paisajes desde Sierra Elvira” de Carlos Norman Barea,por José Enrique Granados

Extractamos para la Gacetilla de hoy algunos párrafos del artículo titulado “Impresiones y paisajes desde Sierra Elvira” de Carlos Norman Barea, publicado en el especial de las fiestas de Atarfe de 1999. Habla de paisaje y de los Tres Juanes. Esta fotografía está realizada en julio de 1995, tiene ya casi 20 años. ¿Ha cambiado el paisaje?

«Un paisaje que tenga de todo, se dibuja de este modo: unas montañas, un pino, arriba el sol, abajo el camino, una vaca, un campesino, unas flores, un molino, la gallina y un conejo, y cerca un lago como un espejo.
Ahora pon tú los colores, la montaña de marrón, el astro sol amarillo, colorado el campesino, el pino verde, el lago azul (porque es espejo del cielo como tú), la vaca de color vaca, de color gris el conejo, las flores…. como tu quieras las flores, de tu caja de pinturas ¡usa todos los colores! (Gloria Fuertes,1997)».

“Caminar laderas arriba de Sierra Elvira depara agradables sorpresas como contemplar una vega sumida en la ensoñación y en las brumas del alba o revivir la inocencia de una lámina de plata que adorna el horizonte del embalse del Cubillas. Pero sin duda lo que el viajero puede contar hasta la saciedad es la procesión interminable de altos capirotes y capisayos blancos que rozan el cielo y que con sus pliegues caen con suavidad y elegancia hasta los pies de La Zubia, Monachil, Cájar, Los Ogijares, Otura y Dílar mientras desfilan en dirección al Sur. Sierra Nevada vista desde los Tres Juanes de Sierra Elvira es el mejor ejemplo de belleza natural, es casi el paradigma de esa conjunción de elementos que se ha dado en llamar paisaje”. …….

…….Ahí, en esa percepción personal, entra en juego el fantástico mirador de la Ermita de los Tres Juanes, sus vistas, la sensación de inmensidad y, sobre todo, la recepción estereoscópica de un paisaje infinito, en la más clara y coincidente argumentación con las ideas que G.Flaubert recogió en su obra Memorias de un Loco: “Quisiera la belleza en el infinito y no encuentro más que la duda”. La duda que en la Ermita de los tres Juanes se nos configura como una ilusión…..

…….. Y, tal vez, lo que más abunda en la contrariedad de tomar una posición definida es el sentimiento compartido por Eduardo Martínez de Pisón de que: “Después de tanto paisaje cambiado por los hombres es cada vez más necesario que queden aún paisajes capaces de cambiar a los hombres”…….

…… Así pues podemos convenir que el paisaje es memoria. Que más allá de sus límites, el paisaje sostiene las huellas del pasado, reconstruye recuerdos, proyecta en la mirada las sombras de otro tiempo que solo existe ya como reflejo de sí mismo en la memoria del viajero o del que, simplemente, sigue fiel a ese paisaje. Definitivamente el paisaje es eterno y sobrevive en todo caso al que lo mira (Julio Llamazares. El río del olvido)…….

…… Es verdad que el arte se encuentra en los museos, pero no es menos cierto que la belleza se halla por doquier: en el aire, en la tierra, por todos lados, a disposición de todos. En algunas ocasiones sin nombre y en otras como la que nos atañe con nombre propio: Los Tres Juanes…..

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