23 noviembre 2024

Los sofocos y sudoración nocturna son los dos síntomas vasomotores más característicos y frecuentes (aparecen en el 80% de las mujeres) durante la menopausia. Pero, ¿en qué consisten estos síntomas? ¿cuándo desaparecen? ¿cuál es la mejor forma de combatirlos? Te contamos la eficacia, efectos adversos y contraindicaciones de cada uno de los tratamientos.

Sofocos y sudoración nocturna, ¿por qué?

Los sofocos consisten en una repentina sensación de calor en la cara, cuello y pecho de intensidad y duración variables. Pueden ir acompañados de sudoración, palpitaciones, ansiedad e irritabilidad y aunque tienen una duración media de unos pocos minutos en algunos casos pueden llegar a durar hasta 10 minutos. Los sofocos pueden aparecer tanto de día como de noche, pero la aparición de sofocos durante la noche puede resultar aún más problemática ya que a la incomodidad que producen hay que sumar también el insomnio que causan y el pobre descanso que originan.

Todos los síntomas que aparecen durante la menopausia se deben a la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona que acompañan a la desaparición de la reserva ovárica folicular. Se cree que esta caída hormonal es la responsable de que el centro termorregulador localizado en el hipotálamo se desregule dando origen a estos síntomas vasomotores.

En más del 50% de las mujeres persisten durante 7 o más años

Lamentablemente, estos síntomas vasomotores no desaparecen de forma temprana, más bien al contrario. En más del 50% de las mujeres estos síntomas llegan a persistir durante 7 o más años. Por otro lado, afortunadamente, para la mayoría de las mujeres los síntomas se manifiestan de forma leve y no llegan a necesitar de tratamiento, no obstante, para el 25% restante de mujeres los síntomas pueden llegar a ser intolerables.

Terapias alternativas y tratamientos farmacológicos

Para aquellas mujeres que manifiestan síntomas vasomotores intolerables hay diversas opciones de tratamiento, entre los que destacan:

  • Tratamientos farmacológico:
  1. Terapia de restauración hormonal o sustitutiva (THS) ya sea en forma de parches transdérmicos o en comprimidos vía oral.
  2. Antidepresivos. Como alternativa a la THS, para aquellas mujeres que no puedan o deseen usar THS, en algunos casos se recurre al uso de medicamentos que actúan a nivel del sistema nervioso central como por ejemplo los antidepresivos.
  • Terapias alternativas a base de plantas medicinales o suplementos nutricionales:
  1. Cimicifuga racemosa
  2. Isoflavonas

Terapia de restauración hormonal o sustitutiva: contraindicaciones y efectos adversos

Para aquellas mujeres que pueden tomar THS (la THS está contraindicada en mujeres con, o, a riesgo de cáncer hormonodependiente) este es, sin lugar a duda, el tratamiento más eficaz. La terapia THS consiste, precisamente, tal y como indica su nombre en suministrar de forma exógena las hormonas que desaparecen durante la menopausia.

En mujeres que conservan el útero se debe usar THS combinada que combina los dos tipos de hormonas: un estrógeno y un progestágeno. Esto es así porque los progestágenos impiden la hiperactivación del endometrio uterino que producen los estrógenos. Pero en mujeres que no conservan el útero, al no haber ya riesgo posible de cáncer de útero, se suele prescribir THS en monoterapia a base de un estrógeno.

Pero como todos los medicamentos la THS también tiene efectos adversos. Desde principios de la década pasada se sabe que la THS, en función de la edad de la mujer a la que se comienza el tratamiento y sobre todo de la duración del tratamiento, aumenta el riesgo de tromboembolismo venoso, eventos cardiovasculares de tipo isquémico (como los ataques al corazón) y de cáncer de mama. Es por eso que, actualmente, la THS se prescribe solamente a corto-medio plazo 2 o 3 años y definitivamente nunca durante más de 5 años. Y tampoco más allá de los 60 años de edad de la mujer.

La Cimicifuga racemosa: riesgo hepático

La Cimicifuga racemosa es una planta medicinal que también posee actividad estrogénica, pero de la que se desconoce cuáles son los componentes o el mecanismo responsable de esta actividad. La Cimicifuga racemosa se puede adquirir como complemento alimenticio o como medicamento en farmacia sin receta médica. Y aunque se puede adquirir sin prescripción médica hay que tener presente que la Cimicifuga racemosa está asociado a daño hepático, aunque se desconoce la frecuencia con la que este efecto adverso puede aparecer. Además está desaconsejada en mujeres con tumores hormonodependientes.

Las isoflavonas tienen un efecto menos potente

Las isoflavonas son un tipo de fitoestrógeno. Los fitoestrógenos son moléculas presentes en las plantas, de ahí el prefijo “fito”, estructuralmente parecidos a los estrógenos humanos gracias a lo cual pueden ejercer cierta actividad estrogénica. Obviamente, este efecto nunca será tan potente como el de los auténticos estrógenos ya que su afinidad por los receptores de estrógeno es muy inferior a la de los estrógenos humanos. El ejemplo más conocido de planta rica en isoflavonas es el de los granos de soja.

Parches transdérmicos de THS combinada: la opción más eficaz

En cuanto a la eficacia del conjunto de estos tratamientos para el alivio de los síntomas vasomotores en mujeres menopáusicas que conservan su útero, un estudio recientemente publicado ha establecido el orden de eficacia para estos tratamientos. Después de realizar una serie de comparaciones indirectas los autores llegan a las siguientes conclusiones:

  1. Los parches transdérmicos de THS combinada son la opción más eficaz de todas, más eficaz que los comprimidos de THS combinada para vía oral.
  2. Las isoflavonas y la Cimicifuga racemosa son eficaces de forma similar a los comprimidos orales de THS pero no tan eficaces como los parches transdérmicos.
  3. Los antidepresivos son la peor opción de todas ya que no tienen eficacia alguna sobre el alivio de los síntomas vasomotores de la menopausia.

Mejor en medicamento que en forma de complemento alimenticio

Los autores del estudio recuerdan que a pesar de que las isoflavonas han demostrado ser eficaces en el alivio de los síntomas vasomotores de la menopausia hay que tener presente que las isoflavonas solo están disponibles en forma de suplementos nutricionales o complementos alimenticios, es decir, que no hay una fórmula estandarizada que garantice la mínima concentración necesaria de isoflavonas para que el producto tenga efecto sobre los síntomas vasomotores de la menopausia.

Algo similar sucede con la Cimicifuga racemosa comercializada en su forma de complemento alimenticio: su eficacia, calidad y seguridad no está garantizada a diferencia de lo que ocurre con la Cimicifuga racemosa comercializada como medicamento. Los controles y requerimientos que exige la administración sobre la calidad, la eficacia y la seguridad de una planta medicinal en su forma de complemento alimenticio y en su forma de medicamento no tienen nada que ver, por eso desde OCU recomendamos que si una planta medicinal está disponible en su forma de medicamento, se opte mejor por esta última opción.