Académico de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada, profesor de la Facultad de Bellas Artes de su universidad, pero ante todo atarfeño, Miguel Barranco López es el creador de varias de las esculturas que en los últimos años se han levantado en las diferentes rotondas que regulan el tráfico en las calles de nueva creación del casco urbano atarfeño.

Bronce y piedra son los elementos que ha utilizado este artista para forjar alegorías, algunas de indudable belleza símbolos del nuevo Atarfe. La rotonda de la intersección de la Avenida de la Estación con la calle La Vega y Avenida de Aragón, el monumento a la Concordia que se alza en la Ronda de Circunvalación o el ya mencionado nuevo pilar de la plaza de la Iglesia son algunas de este nuevo mobiliario urbano que ocupan las calles atarfeñas. Pueden gustar o no, pero a nadie deja impasible.

Pero sin duda, la escultura que mejor simboliza y caracteriza la idiosincrasia atarfeña, es el monumento que se levanta frente al instituto Iliberis, el monumento homenaje a la piedra de Sierra Elvira. Varios bloques de este noble material sirven de base donde se asienta el metal modelado siguiendo los cánones característicos de las principales culturas que han pasado por este solar. En la base, junto a la fecha y nombre del autor, se encuentra la siguiente inscripción: “Es lago más que piedra lo que tus ojos miran: decoro de las horas, soporte de los días”.

Ha sido un breve paseo por las calles de nuestro pueblo, lleno de nostalgia, pero también de esperanza en el futuro. Seguirán estando entre nosotros como testigos mudos del paso del tiempo, del paso de las gentes y permanecerán inmóviles como símbolo de nuestra historia.

Curiosidades elvirenses.

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