22 noviembre 2024

EM-PAPADOS por Juan Alfredo Bellón para  EL MIRADOR DE ATARFE del domingo 03-12-2017

Desde luego puede afirmarse con razón que lo que ocurre en Granada no pasa en parte alguna y que hay que maravillárselas, como Lola Flores, para entender los procesos históricos tocantes a esta ciudad en la que nadie comprende ni acepta el castigo comunicativo al que la viene sometiendo el Gobierno del PP en virtud del cual la Estación de la Renfe lleva ya más de mil días cerrada y la llegada del AVE está también bloqueada y sin solucionar la entrada del tren en la ciudad de la Alhambra.

Y ahora dicen los de Rajoy que van a inaugurar el comienzo de las obras del fin de la llegada del AVE a la capital, y van ya trece años consumidos en el intento y la ciudad y la provincia creciendo turísticamente a pesar de todo hasta convertirse en el séptimo destino de España, que ya es decir. Y bien que lo notamos, sobre todo los vecinos del casco histórico quienes, a pesar de las cortapisas comunicativas por tierra mar y aire, sufrimos cada puente y cada acueducto las molestias de las sucesivas avalanchas de visitantes nacionales e internacionales con sus correspondientes vehículos, guías y colas en monumentos, calles y comercios, desnaturalizándonos la ciudad y hurtándola también a nuestro uso y disfrute que para nada excluye el de ellos por muy legítimo y necesario que parezca.

Y estas avalanchas migratorias turísticas están llegando a tal punto de espontaneidad ingenua y molestia cotidianas que han hecho participar en ellas hasta a las más altas jerarquías religiosas. Así el Papado de la ortodoxia oficial católica acaba de intervenir en esta su provincia arzobispal exonerando al archifamoso padre Román y a varios de sus adláteres de las acusaciones de escándalo y agresiones sexuales a menores que llegaron a involucrar al arzobispo Martínez por ser o parecer papable su falta de diligencia vigilante en la denuncia y represión de dichas agresiones.

Y ahora resulta que, a la espera de lo que dictamine la justicia civil, que suele ser más lenta y parece que menos ejemplarizante por excluir de sus penas lo espiritual, se adelanta la religiosa y libra de sospecha y de culpa al formidable padre Román y a la no menos famosa Manada de los Romanones, lo cual se veía venir por las dilaciones procedimentales y ha tenido un efecto de llamada en otros ámbitos como es el migratorio pues, al configurarse Granada como zona de exclusión en cuanto a la severidad represiva en la rectitud de las costumbres y al correrse la voz de ello urbi et orbe, las consecuencias del aumento de la avalancha no se han hecho esperar y han llegado a las más altas instancias de la Iglesia del Palmar de Troya demostrándose así que, si bien cualquier diversidad extravagante se asienta en Andalucía, tanto más cierto es aquello de que todo es posible en Granada.

Y así, el ex papa Gregorio XVIII (en el siglo, Tomás Hernández y Martínez) y su reciente esposa Nieves, que fue monja de la Orden de la Santa Faz y ahora es funcionaria del ayuntamiento de Monachil, decidieron huir y encontraron refugio en ese municipio granadino afiliándose al PP y tomando partido por los oficialistas de Sebastián Pérez en la polémica que dividía este partido, y posicionándose contra Juan García Montero que acabó perdiendo en dicha pugna.

Y por eso ahora andamos en una gran trifulca entre churras y merinas donde la política y el Papado andan a la gresca dando una malísima impresión y el PP se las ve y se las desea para desvincularse de tanta oficialidad con el nacional catolicismo, en términos similares a como se posicionaban las contradicciones en los primeros años cuarenta.

Y ahora resulta que Dios anda por donde andaba el César y el César por donde Dios ¡Con lo mucho (y lo poco) que ha llovido desde entonces