“Un tsunami de datos” podría consumir una quinta parte de la electricidad global en 2025
Miles de millones de dispositivos conectados a Internet podrían producir un 3,5% de las emisiones globales en diez años, y un 14% para 2040, según un nuevo estudio
La industria de las comunicaciones podría usar un 20% de toda la electricidad del mundo para 2025, obstaculizando los intentos globales de cumplir los objetivos de la lucha contra el cambio climático y suponiendo un estrés para las redes eléctricas, al aumentar exponencialmente la demanda por parte de centros de servidores, que guardan los datos digitales de miles de millones de teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos conectados a Internet.
La industria lleva mucho tiempo argumentando que puede reducir las emisiones de carbono incrementando la eficiencia y recortando en residuos, pero un equipo de académicos ha desafiado estas conjeturas. Un nuevo estudio, que será publicado por un equipo de investigadores de los Estados Unidos este mes, predice que las tecnologías de la información y la comunicación (o TIC) podrían estar detrás de hasta el 3,5% de las emisiones globales para 2025 –sobrepasando a la aviación y el transporte marítimo– y hasta el 14% para 2040, aproximadamente la misma proporción que emiten hoy los Estados Unidos.
La demanda global de energía para computación procedente de dispositivos conectados a Internet, streaming de vídeo de alta resolución, emails, cámaras de vigilancia y una nueva generación de televisores inteligentes está creciendo al ritmo de 20% al año, consumiendo aproximadamente entre el 3% y el 5% de la electricidad mundial en 2015, según el investigador sueco Anders Andrae.
En una revisión de un estudio evaluado por pares, Andrae concluyó que sin un dramático incremento en la eficiencia, la industria de las TIC podría usar el 20% de toda la electricidad y emitir hasta un 5,5% de las emisiones de carbono para 2025 (más que ningún país excepto los Estados Unidos, China e India).
Andrae espera que la demanda de energía de la industria se incremente desde los 200-300 teravatios hora actuales hasta un punto entre los 1.200 y los 3.000 teravatios hora para 2025. Por sí mismos, los centros de datos podrían producir 1,9 gigatoneladas de emisiones de carbono (un 3,2% del total global), afirma el científico.
“La situación es alarmante”, afirmó Andrae, que trabaja para la empresa de tecnología de las telecomunicaciones china Huawei. “Se nos acerca un tsunami de datos. Todo lo que puede ser digitalizado lo está siendo. Es una tormenta perfecta. El 5G [la quinta generación de tecnología móvil] ya viene, el tráfico IP [protocolo de internet] es mucho más alto de lo que se creía, y todos los coches, máquinas, robots e inteligencia artificial están siendo digitalizados, produciendo enormes cantidades de datos que se almacenan en centros de datos”.
Los científicos estadounidenses esperan que el consumo de energía se triplique en los próximos cinco años, en los que mil millones de personas accederán a Internet, y en los que el “Internet de las cosas”, los vehículos autónomos, los robots, la vídeo vigilancia y la inteligencia artificial crecerán exponencialmente en los países ricos.
“En 2017 habrá 8.400 millones de objetos conectados, preparando el escenario para despliege de 20.400 millones de dispositivos de Internet de las cosas (IoT) para 2020”, según un informe que la firma de análisis de internet Gartner realizó a principios de año.
La industria ha fomentado la idea de que la transformación digital de las economías y la eficiencia a gran escala reducirá las emisiones en un 20% o más, pero la escala y la velocidad de la revolución digital ha sido sorprendente.
El tráfico global de Internet se multiplicará casi por tres en los próximos tres años, según el último Índice Visual de Redes de Cisco, un rastreador del uso de Internet.
“Se esperan más de mil millones de nuevos usuarios de Internet, pasando de 3.000 millones en 2015 a 4.100 en 2020. Durante los próximos cinco años, las redes globales de IP admitirán hasta 10.000 millones de dispositivos y conexiones nuevas, incrementándose desde 16.300 millones en 2015 hasta 26.000 millones en 2020”, según Cisco.
Un informe de 2016, elaborado por el Laboratorio Berkeley para el gobierno de Estados Unidos, estimó que los centros de datos del país, que acumulaban alrededor de 350 millones de terabytes de datos en 2015, podrían necesitar unos 100 teravatios de electricidad al año para 2020, lo que sería equivalente a unas 10 centrales nucleares de gran tamaño.
La capacidad de los centros de datos también se está disparando en Europa y Asia, donde se espera que Londres, Frankfurt, París y Amsterdam requieran casi 200 megavatios adicionales de consumo este mismo año, lo que es equivalente a la producción de una central eléctrica mediana.
“Estamos observando un crecimiento masivo de los centros de datos en todas las regiones. La tendencia que comenzó en los Estados Unidos, ya es el estándar en Europa. Asia también está despegando masivamente”, afirma Mitul Patel, director de investigación de centros de datos para Europa, Oriente Medio y África del consultor inmobiliario estadounidense CBRE.
“El volumen de datos gestionada en estos centros está creciendo a una velocidad sin precedentes. Se ven como uno de los elementos clave en la nueva etapa de crecimiento de la industria de las TIC”, afirmó Peter Corcoran, investigador de la Universidad Nacional de Irlanda en Galway.
Irlanda, que junto a Dinamarca se está convirtiendo en la base de datos de las mayores compañías tecnológicas del mundo, tiene 350 megavatios conectados a centros de datos, pero espera triplicar esta potencia hasta más de 1.000 megavatios, el equivalente a una central nuclear, en los próximos cinco años.
Ya se ha concedido permiso para la conexión de 550 megavatios más, y otros 750 están proyectados, según Eirgrid, la operadora de la red eléctrica irlandesa. “Si todas las peticiones se acaban conectando, la carga supuesta por los centros de datos podría ser del 20% del total de Irlanda en momentos de pico de demanda”, afirma la compañía en su Declaración de Capacidad de Generación para el periodo de 2017-2016 y para toda la isla.
Los datos serán almacenados en enormes granjas de servidores de más de 90.000 metros cuadrados, o incluso más grandes, que algunas compañías ya están construyendo. La escala de estas granjas es enorme: sxsqe espera que un solo centro de datos de Apple, valorado en mil millones de dólares y cuya construcción está planificada en Athenry (en el condado de Galway), llegue a usar 300 megavatios de electricidad. Esto equivale a más del 8% de la capacidad nacional, y más que el uso de Dublín en todo un día. Requerirá 144 grandes generadores de diesel como refuerzo para cuando no haya viento.
Presionadas por Greenpeace y otros grupos ecologistas, algunas grandes compañías tecnológicas con una imagen pública que cuidar, incluyendo a Google, Facebook, Apple, Intel y Amazon, se han comprometido a usar energía renovable para alimentar los centros de datos. En la mayoría de los casos la compran directamente a la red, pero algunas planean construir centrales solares o eólicas cerca de los centros.
Gary Cook, analista de tecnologías de la información de Greenpeace, afirma que solo alrededor del 20% de la electricidad usada en los centros de datos de todo el mundo es renovable por ahora. “La buena noticia es que algunas empresas han asumido realmente su responsabilidad, y están avanzando de forma bastante agresiva para alimentar su crecimiento con energías renovables. Otras tan solo están creciendo de forma agresiva”, explicó.
El arquitecto David Hughes, que ha criticado el nuevo centro de Apple en Irlanda, afirma que el gobierno no debe fiarse de las promesas. “Usar energía renovable suena bien, pero nadie más se va a beneficiar de lo que se genere, y deforma los intentos de reducir emisiones a nivel nacional. Los centros de datos se han comido cualquier tipo de progreso que pudiésemos haber hecho para conseguir nuestro objetivo de recortar en un 40% las emisiones de carbono de Irlanda. Lo que hacen es añadir demanda y reducir nuestro porcentaje. Se aprovechan de los ciudadanos irlandeses”, dijo Hughes, añadiendo que las estimaciones de Eirgrid indican que, para 2025, uno de cada tres kilovatios hora generados en Irlanda podrían ir a parar a un centro de datos. “Nos hemos metido sin darnos cuenta en un incremento del 10% de consumo de electricidad”.
Las plantas de combustibles fósiles, afirma el arquitecto, podrían tener que seguir abiertas más tiempo para abastecer a otras partes del país, y los costes recaerán en el consumidor: “Tendremos que actualizar nuestra red y generar más energía, tanto eólica como de refuerzo para cuando no haya viento, y todo esto va a ir a parar a las facturas de la gente”.
En el mejor de los casos, afirma Andrae, habría una mejora masiva y continua en el ahorro de energía, las renovables se convertirían en la norma y la demanda explosiva de datos se realentizaría. Pero de igual manera, afirma, la demanda podría continuar creciendo de manera dramática si la industria se desarrolla al 20% anual, coches autónomos con decenas de sensores incorporados y monedas virtuales como Bitcoin, que requieren grandes cantidades de poder de computación, pasan a ser la norma.
“Hay un riesgo real de que esto se nos vaya de las manos. Los legisladores deben investigar esto con atención”, concluye Andrae.
Este artículo se publicó originalmente en Climate Home News.