Detenido en Dos Hermanas (Sevilla) el padre acusado de secuestrar a sus dos hijos
La madre de los menores, de 9 y 10 años, denunció su desaparición como un posible secuestro cometido por el progenitor, que permanecía en paradero desconocido desde el pasado sábado
La Policía Nacional detuvo en Dos Hermanas (Sevilla) a M.L.F., el padre de dos niños de 9 y 10 años acusado de secuestro parental, en una operación en la que dos agentes policiales resutaron heridos por la violenta resistencia empleada durante la detención. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, confirmó la detención del padre, un expolicía local de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) condenado en firme por maltrato físico y psicológico hacia su exmujer y madre de los menores.
La detención culmina una operación iniciada el pasado sábado, tras no entregar a los niños en un punto de encuentro familiar en Granada después de pasar una semana con él, por lo que los responsables del punto mediador interpusieron una denuncia, informaron fuentes de la investigación. La posible ubicación del expolicía, fue desvelada por uno de los policías que participó en el dispositivo, que comunicó que su actual pareja vive en Dos Hermanas, con la sospecha de que tanto él como los niños pudiesen estar alojados en esa vivienda sin levantar sospechas.
De hecho, la familia de la mujer sospechaba desde un primer momento de que el expolicía no había salido de territorio español ni se había alojado en un hotel, por lo que siempre tuvieron sospechas de que no se había movido de la provincia de Sevilla con los menores. Minutos antes de las doce del mediodía, varias dotaciones policiales se personaron en el domicilio de la pareja del exagente, y cuando le comunicaron la detención se produjo una pelea en la que dos policías resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital, sin confirmar las fuentes si los niños presenciaron los hechos durante la actuación policial.
Una vez reducido y detenido, el padre fue trasladado a la comisaría de los servicios centrales policiales de la avenida de Blas Infante de Sevilla, igual que los menores, que se encuentran custodiados en las mismas dependencias policiales a la espera de que sean entregados a la madre para que vuelvan con ella a Granada cuanto antes. En la mañana de este martes, a las puertas de los juzgados de Alcalá de Guadaíra, la madre de los niños, Sonia Barea, hizo un llamamiento al padre de sus dos hijos pidiéndole que «no les hagas daño» y que recordase que «por Dios, son tu sangre».
A preguntas de los periodistas a las puertas de los juzgados de Alcalá, a donde había acudido para reclamar información sobre la investigación, Barea admitió que tenía miedo de que su expareja hiciese daño a los menores y le pedía que, en el caso de que escuchase sus declaraciones, que no olvide que son sus hijos.
Recordó que durante el tiempo que vivió con él sufrió maltrato físico y psicológico: «Al principio era encantador y maravilloso, estaba superenamorada de él, pero antes de tener al niño perdí mi trabajo, y cuando vio que dependía de él me hizo perder mi relación con mi familia; yo era lo que él quería que hiciese y sufrí violencia sobre todo psicológica». «Dos veces me ha pegado un bofetón, me ha cogido de las piernas y me ha tirado de la cama«, relató, lamentando que no se haya ejecutado la sentencia que desde julio pasado obliga a su exmarido a ingresar en prisión durante 34 meses
