El truco contable de Rajoy para no incrementar las pensiones al ritmo del IPC
La Seguridad Social lleva desde 2012 en claro déficit, es decir, ingresando bastante menos de lo que gasta. Desde entonces el gobierno ha ido rellenando ese vacío con los fondos de la hucha de las pensiones.
La Seguridad Social lleva desde 2012 en claro déficit, es decir, ingresando bastante menos de lo que gasta. Desde entonces el gobierno ha ido rellenando ese vacío con los fondos de la hucha de las pensiones.
Pero en 2017 el gobierno ya había utilizado el 90% de la hucha, y como no quería vaciarla por completo (por el coste político que implicaría), recurrió a compensar el déficit de otra forma: prestándole dinero. En 2017 el Estado prestó 10.193 millones de euros a la Seguridad Social. En 2018 ocurrirá lo mismo: este lunes el gobierno anunció que este año el préstamo será de unos 15.000 millones.
Pero, ¿por qué el Estado presta dinero a la Seguridad Social en vez de transferírselo directamente? Al fin y al cabo las dos son cuentas del conjunto de las administraciones públicas, por lo que sería como pasarse el dinero de un monedero a otro. Ninguna persona se presta dinero a sí misma, ¿por qué el sector público sí lo está haciendo?
Pues porque si en vez de un préstamo hiciera una transferencia, el déficit de la Seguridad Social desaparecería. Acorde a las normas contables, el dinero transferido computa como ingreso no financiero, mientras que el dinero recibido a través de un préstamo no. La modificación del artículo 48 de la Ley de Seguridad Social llevada a cabo por el gobierno de Rajoy en 2013, en su apartado 3 establece que “para el cálculo (…) se considerará el total de ingresos y gastos agregados del sistema por operaciones no financieras (capítulos 1 a 7 en gastos y 1 a 7 en ingresos del Presupuesto de la Seguridad Social)”. Y una transferencia es capítulo 4, por lo que se incluiría como ingreso y reduciría el déficit, mientras que un préstamo es capítulo 8 y quedaría al margen, manteniendo el déficit intacto.
El caso es que si la Seguridad Social no tuviese déficit, entonces las pensiones se revalorizarían al ritmo del IPC y no al 0,25% como ocurre ahora por estar en déficit.
Es decir, que el gobierno ha evitado transferir dinero a la Seguridad Social porque sabe que si lo hiciese, las pensiones se revalorizarían más y el coste del pago de las mismas sería superior. Por eso ha decidido dar préstamos a la Seguridad Social, que no se endeudaba desde los años 90. Un truco contable para no incrementar las pensiones.
Y ojo porque está por ver que la oficina de estadísticas europea (Eurostat) permita este truco. Para que contablemente ese movimiento sea un préstamo y no una transferencia tiene que devengar intereses. Y eso no ocurre. Bruselas debería impedir este préstamo y convertirlo en lo que realmente es: una transferencia.