La OCDE advierte sobre el fracaso escolar entre los extranjeros
La lengua y la fragilidad socioeconómicas principales barreras
Los flujos migratorios han cambiando la composición en las aulas. Casi uno de cada cuatro estudiantes de 15 años en países de la OCDE es extranjero o tiene al menos un padre nacido fuera del país de acogida, señaló la mexicana Gabriela Ramos, al presentar el informe sobre la adaptación de los menores inmigrantes o descendientes de inmigrantes a su lugar de destino a partir del informe Pisa 2015.
La OCDE advierte a los Gobiernos que la integración de los inmigrantes es esencial para el éxito económico y social, y pone de manifiesto que las desventajas socioeconómicas y las barreras lingüísticas son dos de los principales obstáculos que influyen en la integración y aumentan su vulnerabilidad.
El informe resalta también el grado de capacidad para adaptarse socialmente y apunta que el 41% de los inmigrantes de primera generación muestran un débil sentimiento de pertenencia al colegio, comparado con el 33% de los estudiantes sin ningún antecedente migratorio. En España el sentimiento de pertenencia a su escuela por parte de los inmigrantes de primera generación era del 71% al recoger los datos, mientras la de sus compañeros nativos asciende al 85%.
Sobre el grado de satisfacción con la vida, es decir el sentimiento de bienestar «subjetivo» de los estudiantes, los analistas concluyen que 31% de los estudiantes inmigrantes de primera generación declararon estar poco satisfechos, cifra que se redujo al 28% en el caso de los nacidos en el país. España, con un 11% entre las dos categorías, destaca entre los países con más diferencias, junto a Francia, Lituania y Chile.
La OCDE advierte a los Gobiernos que la integración de los inmigrantes es esencial para el éxito económico y social y está directamente ligado al apoyo socioeconómico y al aprendizaje de la lengua.