Reforma IRPF: rebaja del 7,1% para las rentas de 39.000 euros y del 9,8% para las de 194.000

Una renta media de 39.315 euros anuales pagará un 7,1% menos a Hacienda entre 2015 y 2016, y sin, embargo, un contribuyente con unos ingresos gravables de 194.000 tendrá un descuento del 9,8% en la cuota impositiva. Es una de las conclusiones que se extrae del informe elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre el impacto de la reforma fiscal en los bolsillos de los españoles.

Sólo en 2015 ese primer contribuyente con menos de 40.000 euros de ingresos tendrá una reducción del 4,6% en la cuota final mientras que el de más de 194.000 tendrá una rebaja del 7,2%. Es decir, entre el grupo con mayores ingresos (última decila del estudio) son los más ricos los más favorecidos.

Para Fedea, el beneficio de la reforma para el 1% de los contribuyentes que más renta declaran, unos 200.000 con unos ingresos medios gravables superiores a 94.182 euros, es mayor en términos relativos que para el 20% de los contribuyentes más ricos cuya renta es superior a 29.549 euros.

Según la Fundación, todos los contribuyentes pagarán menos impuestos. La ganancia es decreciente a medida que crecen los ingresos aunque en la última decila, es decir, a partir de esos 39.315 euros de media, el beneficio se acrecienta cuanto mayores son las rentas declaradas..

Sin embargo, en términos de cuota final, un 60,7 % de los contribuyentes tiene un IRPF menor en 2015 que en 2014, y un 6,9% un impuesto mayor, resultando la reforma indiferente para el resto. Si añadimos los efectos de la segunda parte de la reforma, aplicada en 2016, los ganadores con la reforma crecen hasta el 62,4% de los contribuyentes, y los perdedores caen al 5,2%. La ganancia media entre 2014 y 2016 es de 505,20 euros y la pérdida media, de 361,36 euros.

Según la Fundación, en 2015 ya se corrigen los efectos de la subida complementaria que el Gobierno realizó entre 2012-2014. El efecto global del efecto de la reforma entre 2015 y 2016 es de 7.100 millones de euros. Si a esta cifra se le resta el incremento de ingresos que supuso la subida del IRPF a partir de 2012 de 4.700 millones, la reducción del impuesto neta es de 2.400 millones.

Otra conclusión es que aumenta la progresividad del impuesto (se paga más si se declara más), salvo para los más ricos. Pero, la redistribución del impuesto resulta afectada porque la ganancia de renta que se produce es mayor en los tramos de ingresos más bajos y se va reduciendo a medida que aumenta la renta, salvo en ese 1% de los ricos que más declaran donde la ganancia vuelve a aumentar.

http://www.elmundo.es/economia/2015/06/10/557818e7268e3e813a8b457e.html