23 noviembre 2024

«190 millones de años nos contemplan: leyendas, realidades y perspectivas geológicas de Sierra Elvira” por José Enrique Granados

Hoy la Gacetilla transcribe el artículo titulado “190 millones de años nos contemplan: leyendas, realidades y perspectivas geológicas de Sierra Elvira” publicado en el especial de las fiestas del año 2002. Su autor es otro prestigioso atarfeño, geólogo y catedrático de Geodinámica Interna de la Universidad de Granada, Juan Ignacio Soto Hermoso.

“Cualquier viajero que desde Granada vaya hacia poniente o aquel que encaramado en Sierra Nevada atisbe la vega granadina o la depresión de Granada en la misma dirección, encontrará sorprendido la silueta superpuesta de dos relieves montañosos próximos, en primer término Sierra Elvira, con picos en los que coexisten una cara interior abrupta con otra exterior más suave, y tras ella la Sierra de Parapanda, con su cima ancha y plana característica. A este observador le impresionará más aún comprobar que estas sierras sobresalen hasta 800 m por encima de la planicie, cual islas en un mar en calma. Esta imagen, recortada en el crepúsculo y familiar para todos los habitantes de Atarfe y de otros pueblos vecinos de la vega, tal vez haya promovido algunas de las leyendas que suelen acompañar a Sierra Elvira; lugar donde se entierran ciudades perdidas con tumbas y tesoros escondidos, sitio de volcanes, simas calientes y oscuras que albergan en su fondo lagos sulfurosos habitados por fantasmas. La imaginación popular ha debido de alimentarse de esa imagen mágica que parece proyectar esta sierra, así como de la existencia de algunos procesos geológicos aparentemente “misteriosos”, como terremotos o “temblores de tierra” (como el habido el 19 de abril de 1956), la surgencia de aguas termales o, en las frías mañanas de invierno, la emisión de vapores calientes en simas y grutas de Sierra Elvira. El científico dedicado a observar y explicar la Tierra y los procesos naturales que en ella operan (el geólogo) puede desvelar muchos de los misterios y leyendas populares que rodean a esta sierra, y aunque pudiera parecer que la ciencia con sus explicaciones tiende a despojar al hombre de su capacidad de asombro, veremos que este supuesto viajero encontrará otros motivos de admiración al observar en el futuro a Sierra Elvira. Así que, en lugar de asistir a una docta lección de geología, deambularemos por algunas de las leyendas o “medias verdades” que circulan sobre esta sierra, presentándose los datos geológicos necesarios para desvelarlas y discutiendo algunos otros que se precisarían para la planificación y el aprovechamiento futuro de los recursos naturales de la región.

La región de Sierra Elvira, y en particular su porción más oriental (desde Los Tres Juanes hasta el Torreón), son objeto de continuas visitas de geólogos de la Universidad de Granada desde la constitución de los estudios de Ciencias Geológicas en esta universidad. Tal vez en Atarfe no se dé particular importancia al paso anual de pequeños grupos de estudiantes que se aproximan andando a Sierra Elvira desde el pueblo; pero estos estudiantes comienzan su formación como geólogos con varias excursiones en esta región, se inician en la observación y medida de diversas estructuras geológicas, reconocen por vez primera las principales rocas sedimentarias o encuentran su primer fósil. ¿Cuál es el motivo de que Sierra Elvira sea el lugar elegido por generaciones de estudiantes universitarios para tener su primer contacto con la geología? Hay una única razón: aquí aflora muy bien y de manera continua, una sucesión de rocas sedimentarias de edad Jurásica (desde el Jurásico inferior, de aproximadamente 190-200 millones de años, Ma; hasta el Jurásico superior transición al Cretácico más antiguo: aproximadamente 130-140 Ma). Mediante la observación cuidadosa de las rocas sedimentarias, sus variaciones litológicas y tipos de fósiles, se deduce que estas rocas se depositaron durante el Mesozoico (antiguamente llamado era Secundaria) en una cuenca sedimentaria marina y el estudiante de geología puede reconstruir sus principales características, como la profundidad del antiguo fondo marino, la cantidad y naturaleza de la sedimentación o el tipo de fauna existente –tanto en el fondo como nadando en aquel mar.

La formación del relieve actual de Sierra Elvira, la “emersión” de estas rocas sedimentarias antiguas, desde el fondo de la depresión de Granada rellena por sedimentos terciarios a cuaternarios (de edades entre aproximadamente 11 Ma y la actualidad), se ha producido mediante fallas o fracturas a favor de las cuales las rocas se han desplazado centenares de metros. Estas fallas se reconocen especialmente bien en Sierra Elvira, han estado ligadas a terremotos históricos y por haber funcionado en tiempos relativamente recientes, preservan evidencias del desplazamiento, identificándose superficies pulidas de falla con estriaduras o incisiones lineales. El conjunto de fallas que rodean Sierra Elvira forman una estructura geológica conocida como “horst”, ya que delimitan un bloque de rocas más antiguas que ha experimentado levantamiento respecto a las regiones vecinas que estarían formadas por rocas más jóvenes. Esta estructura explica por tanto la estructura general de Sierra Elvira así como el paisaje característico de esta montaña sobresaliendo de la vega. No obstante, aún desconocemos la evolución detallada de este levantamiento topográfico, las edades en las que se produjeron los pulsos de fallamiento, o la estructura en detalle del subsuelo alrededor de Sierra Elvira: ¿hasta dónde llegan las rocas de Sierra Elvira bajo la depresión de Granada?, ¿y las fallas de borde de este “horst”?. El interés económico que tienen algunas de las rocas de Sierra Elvira –como las que se explotan en las canteras- o el posible almacén de aguas subterráneas en su seno, hace que estas preguntas posean una aplicación práctica inmediata en las necesidades económicas de la zona.

Con respecto a los recursos naturales de la región, debemos destacar la explotación de la roca caliza comúnmente conocida como “mármol de Sierra Elvira”, de color gris y con abundantes fragmentos fósiles. Hablando estrictamente, y en sentido geológico, esta piedra no es un mármol sino una caliza con cemento esparítico (edad aproximada 185-190 Ma), en dónde son visibles los cristales de calcita, no porque esta roca haya experimentado recristalización a alta temperatura y profundidad, en condiciones de metamorfismo (lo que haría que se llamase mármol), sino porque este mineral ha crecido durante la compactación del sedimento alrededor de múltiples fragmentos fósiles de crinoides (un tipo de equinodermo que habita actualmente algunos ambientes marinos someros y que se conoce como “lirios de mar”). La explotación de esta caliza en Sierra Elvira se dedica fundamentalmente a áridos y sólo existen un par de canteras en activo que extraen bloques de piedra con fines ornamentales. Se requieren estudios geológicos y geofísicos detallados de este nivel estratigráfico (de espesor aproximadamente constante= 3-5 m) como por ejemplo: la cartografía geológica o el análisis de las direcciones y espaciado de la fracturación, para estimar el volumen y la posición (en términos de profundidad y localización) de los afloramientos de esta caliza en el subsuelo y evaluar la rentabilidad de su posible explotación futura.

Sí, pero el lector, y más si es atarfeño, se preguntará a estas alturas: todavía no me han contado nada sobre el volcán de Sierra Elvira, ese que acecha en la oscuridad de la sima de la Raja Santa, ese que produce aguas calientes y “fumarolas” en Sierra Elvira, ese que cuanto más tiempo lleva callado, antes te despierta con un temblor. Pues aquí si que la geología se impone como una ciencia rompedora de mitos y leyendas, porque se puede afirmar con rotundidad que no existe un volcán, ni ha existido un volcán en los últimos 190 Ma en dónde se depositaron las rocas de Sierra Elvira. Cualquiera de los lectores convendrá conmigo que para sugerir que existe un volcán basta con encontrar una roca formada por su actividad (esto es: una roca volcánica); pues bien, no existe ninguna roca volcánica en Sierra Elvira que tenga menos de 190 Ma. Esta prueba puede resultar aún insuficiente para algún lector incrédulo y pertinaz, argumentando éste que cómo es que hay aguas calientes y terremotos en Sierra Elvira. La primera pregunta se resuelve si argumentamos que en terrenos calizos, y para este tipo de clima, es frecuente que exista una importante circulación a través de fisuras y fracturas (que hemos visto son muy abundantes en esta región) de aguas de lluvia y escorrentía, que al penetrar en el interior de la Tierra experimentan un aumento de temperatura, lo que les permite disolver elementos insolubles a menor temperatura. Estas aguas subterráneas pueden disolver con mayor facilidad la propia caliza, generando un paisaje denominado relieve o modelado “kárstico”, en el que son muy frecuentes las simas, cuevas, lagos subterráneos (formados al almacenarse agua sobre un suelo arcilloso impermeable, procedente de aquellos minerales que no han podido ser disueltos y transportados por las aguas subterráneas) y los fenómenos de termalismo; que por otro lado abundan en otras regiones calizas de la provincia de Granada.

El segundo de estos argumentos, el relacionado con los terremotos, siendo objeto de expectación probablemente por parte de muchos atarfeños, podría responderse con otras preguntas: ¿en la provincia de Granada hay terremotos sólo en Sierra Elvira?, ¿existen terremotos en regiones dónde sabemos que no hay volcanes (como por ejemplo California)?. Además, y aunque una explicación más extensa que satisfaga al lector más inquieto requiera de un artículo más extenso y probablemente de un ambiente menos festivo que el que nos ocupa, el lector ya tiene gran parte de las piezas de este puzzle geológico que ha resultado ser Sierra Elvira: esta sierra está rodeada por fallas y estas estructuras generan una fricción y un desplazamiento entre dos volúmenes de roca adyacentes, lo que suele liberar energía de manera brusca en forma de terremotos. Ya que conocemos algunos de los rudimentos de la geología y contando en Granada con una buena red de sismógrafos creada y mantenida por el Instituto Andaluz de Geofísica, deberemos cuidar en adelante la localización de nuestras edificaciones en el entorno de Sierra Elvira, siguiendo las pautas marcadas por el conocimiento geológico de la región y las directrices de la norma de construcción sismo-resistente”.

Foto de Gacetilla y curiosidades elvirenses.