La desaparición del dinero

Cada vez es más difícil encontrar un cajero automático y sacar dinero en efectivo se está convirtiendo en una auténtica odisea. El dinero suelto se está haciendo innecesario en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, pagar con tarjeta, con el móvil o abrirse cuentas en diferentes páginas forman parte de nuestro día a día.

Nos ayudan a reflexionar sobre este proceso de la desaparición del efectivo nuestros corresponsales Adrián Foncillas en China, Begoña Arce en Londres y con el experto Joan Ramón Sanchis, catedrático de Organización de Empresas y Director de la Cátedra de Economía del Bien Común de la Universidad de Valencia.

Adrián cuenta que en China pagar en metálico se está quedando obsoleto, aunque a él personalmente aún le da seguridad: «Cuando insisto en pagar en efectivo me miran raro, como si fuera un dinosaurio». Todo en China se paga con el teléfono móvil a través de un código QR, desde las compras en un gran centro comercial hasta las adquisiciones en la frutería de la esquina. Con este método la operación dura apenas unos segundos.

Se estima que dentro de quince años el dinero en efectivo será material para coleccionistas. China fue el primer país que utilizó el dinero como instrumento de cambio y también será el primero en quedarse sin él.

Desde Londres, Begoña asegura que, aunque el pago en metálico sigue siendo popular, ya se puede pagar con tarjeta o con el móvil incluso las cantidades de dinero más pequeñas: «El lugar para desprenderte de las monedas que has ido acumulando en los últimos meses es en las cajas automáticas de los supermercados». El propio banco de Inglaterra admite que psicológicamente el sistema contactless de las tarjetas evita el trauma que crean estas operaciones si se realiza el pago con dinero físico, fomentando el consumo y potenciando las deudas de los consumidores.

Se ha previsto que las sociedades pasen del metálico a tarjetas de crédito y posteriormente al pago online, aunque hay sitios donde se han saltado algunos de estos pasos.

¿Qué va a pasar si desaparece el dinero? ¿Cambiará algo? Para estas preguntas tiene respuesta Joan Ramón Sanchis, autor de libros como ‘La Banca que necesitamos’ o ‘Es posible un mundo sin bancos’: «La extinción del dinero le interesa sobre todo a los bancos». Ellos ahorran costes, nosotros quizá no tanto.

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