La manifestación del lunes fue la última de una serie de protestas organizadas desde el 30 de marzo de 2018 para conmemorar los 70 años de la expulsión de más de 750.000 personas palestinas de sus hogares en 1948.

Estas manifestaciones han sido violentamente reprimidas por las fuerzas israelíes. Hasta la fecha, más de 100 personas palestinas han sido asesinadas y otras 12.271 han resultado heridas, incluidos 100 menores de edad. Además, el personal médico y las instalaciones también han sido blanco de fuego, lo que ha provocado lesiones a 211 miembros del personal médico y daños a 25 ambulancias, según la OMS.

El bloqueo militar que sufre Gaza afecta no solo a la vida diaria de la población. Los servicios sanitarios deben enfrentarse a diario a nuevos problemas, como la falta de agua potable, la escasez de medicamentos o los constantes cortes en electricidad.

Presentes en Gaza desde hace más de 16 años, trabajamos con personas voluntarias, con personal sanitario de los centros de atención primaria y con los equipos de urgencias de seis hospitales, mejorando la preparación para emergencias y prestando atención médico-quirúrgica especializada en ortopedia y traumatología.  

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Además, el impacto psicológico de esta situación es especialmente visible en niños, niñas y adolescentes, que muy a menudo presentan cuadros de depresión, ansiedad y síntomas de estrés post traumático. Desde 2016 llevamos a cabo un proyecto para mejorar el acceso de la población más vulnerable, principalmente menores, a los servicios de salud mental en los distritos de Rafah y Khan Younis.

Las protestas de la llamada Gran Marcha del Retorno se producen en el marco del 70.º aniversario del inicio del éxodo palestino provocado por la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. En el mundo árabe, ese día se conoce como la Nakba, o la ‘catástrofe’, que se conmemora cada 15 de mayo. En esta jornada de luto nacional, los palestinos salen a las calles para expresar rechazo contra la expulsión de sus hogares que sufrió su pueblo tras del nacimiento del Estado hebreo.

Este lunes del 14 de mayo, los disturbios se intensificaron ante la apertura de la Embajada de EE.UU. en Jerusalén ese mismo día, un paso que provocó un fuerte rechazo entre los palestinos y el mundo árabe. El número de muertos que se produjeron en esa jornada, 60, es el más alto en la zona desde el conflicto entre la Franja de Gaza e Israel de 2014.

Bajo el fuego estuvieron también los periodistas que cubrían los disturbios. Hoda Abdel Hamid, corresponsal de la cadena Al Jazeera, denunció la violencia de los militares israelíes contra los representantes de la prensa y contra los manifestantes palestinos, entre ellos muchos jóvenes que no pertenecían a Hamás y protestaban de manera pacífica, sin lanzar piedras o participar en hechos violentos

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