Regreso al hogar paterno en la edad madura
Valérie Lemercier dirige y protagoniza ‘Los 50 son los nuevos 30’, que tiene como punto de partida una situación cada vez mas común desde la crisis
Por culpa de la crisis volver a casa de los padres ha dejado de ser una rareza. Y en algunos casos se retrasa tanto la partida que parece que nunca vaya a llegar el momento adecuado para abandonar el nido. En ‘Los 50 son los nuevos 30’, Marie-Francine, la protagonista, es una madre trabajadora que un día descubre que su marido le ha sido infiel con una chica mucho más joven que ella y tiene que hacer frente a su futuro más cercano. En ese impasse, decidirá refugiarse en el antiguo hogar familiar. Pero, claro, las cosas ya no son como antes y Marie-Francine tendrá que dormir en el sofá del salón y acostumbrarse a las manías de sus progenitores.
“A veces cuando uno piensa que ha alcanzado la estabilidad vital, se encuentra con la faena de tener que retroceder unos pasos hacia atrás y reconstruirse por completo”, nos cuenta la directora Valérie Lemercier, que también interpreta a esta heroína cotidiana.
Al parecer quiso trasladar a la edad madura ese sentimiento de fastidio que sienten los adolescentes cuando no tienen un espacio de intimidad en sus casas y comienzan a tener sus primeras relaciones sexuales. ¿Adónde ir? “Me parecía que era un punto de partida con muchas posibilidades cómicas”.
La película aborda diversos temas, como la crisis de la mediana edad tanto en hombres como en mujeres y el choque generacional que se produce con los padres. “Es cierto que las generaciones anteriores se divorciaban menos, pero eso no quiere decir que no existieran mentiras y muchas renuncias dentro de la pareja”.
«En la gala de los César hago lo que me da la gana, principalmente gilipolleces, y todo el mundo parece contento»
Aunque aquí en España no es un rostro conocido, Valérie Lemercier es una auténtica institución en su país de origen, Francia; es una actriz cómica muy popular y deslenguada y, además, lleva varios años presentando los Premios César. Cuando le comentamos la presión que sufren los maestros de ceremonias de la gala en nuestro país, no se lo puede creer. “Yo hago lo que me da la gana en el escenario, principalmente gilipolleces, que es lo que mejor se me da y todo el mundo parece contento y se lo pasa bien”.
Ante la pregunta de si su película es feminista frunce el ceño. “Estoy un poco harta, la hice antes de todo este revuelo. Yo comí con Harvey Weinstein cuando tenía 25 años y ni siquiera me miró. Nunca me he visto obligada a hacer algo para conseguir nada, así que no me siento víctima”.
«Es injusto que los festivales tengan que meter en su programación películas solo porque las ha hecho una mujer»
A Lemercier le parece mal que existan cuotas femeninas dentro del cine. “Es injusto que, por ejemplo, los festivales tengan que meter en su programación títulos solo porque los ha hecho una mujer. No me gustaría ser una directora a la que escogen por cubrir una cuota, sinceramente. De hecho, estoy en contra de los festivales de cine de mujeres, no iría jamás a ninguno. Una película tiene que hablar por sí misma”.
FOTO: Valérie Lemercier, en Madrid. /