La noche del sábado 27  al domingo 28 volveremos a retrasar los relojes y podremos dormir una hora más. Cuando sean las tres de la madrugada del domingo, serán las dos

l temido cambio de hora ya está aquí. La noche del sábado 27 al domingo 28 volveremos a retrasar los relojes y podremos dormir una hora más. Cuando sean las tres de la madrugada del domingo, serán las dos. Aunque los hay que no se fían de la tecnología y prefieren hacerlo unas horas antes manualmente. Eso, si se trata de móviles, tablets o demás artilugios tecnológicos. El resto de relojes los tendremos que cambiar a mano.

Pero no nos engañamos, el hecho de dormir una hora más no implica que descansemos más, sino todo lo contrario. Es más, según refleja el último sondeo realizado por el comparador de seguros Acierto.com, son muchos los que se sienten más cansados con este cambio.

De sobra es conocida la polémica surgida este verano con los cambios de hora después de que la Comisión Europea propusiera eliminarlos.

Según esta encuesta, casi el 85% de los ciudadanos está a favor de hacerlo. En el caso de los españoles el porcentaje asciende al 93%. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que el cambio de hora de otoño puede causar estrés, irritabilidad y problemas de sueño. En el caso de los ancianos y los niños, estos cambios horarios les afectan aún más.

Consejos para adaptarte al cambio de hora

Por otra parte, existen una serie de consejos que puedes poner en marcha para mitigar los efectos del cambio horario o para adaptarte a él más rápidamente. Unos días antes de cambiar la hora será bueno ir retrasando la hora de irte a la cama quince minutos hasta el domingo. Trata de levantarte también un poco antes. Puedes hacer lo mismo con las comidas para despistar lo mínimo posible tus biorritmos. Y ojito con las cenas pesadas.

Si te sientes cansado, no te eches la siesta, lo único que conseguirás, si no estás acostumbrado, es alterar todavía más tu reloj interno. Tampoco resulta conveniente hacer ejercicio poco antes de acostarnos, ya que lo que le estaremos diciendo al cuerpo es que tiene que mantenerse activo. Pero no lo descartes, uno moderado te ayudará a aumentar los niveles de serotonina (que te permitirá conciliar el sueño). Encuentra también momentos de ocio para relajarte.

La luz de los dispositivos electrónicos antes de dormir tampoco nos ayudará, pues se trata de falsos soles que generan la falsa sensación de que es de día y nos mantienen despiertos. Por el contrario, exponernos a la del sol durante el día -que suprime la secreción de melatonina- sí lo hará. Evita también la cafeína y el alcohol.

En todo caso, es imprescindible comentar que no todos tenemos el mismo ritmo, y que la sincronización con el día y hábitos no son los únicos que lo marcan. Aquí estamos hablando del cronotipo, determinado, entre otros, por condicionantes genéticos. Y la edad cuenta: los jóvenes tienen un reloj mucho más fuerte y se recuperan antes. Dicho lo cual y a la espera de una decisión sobre este cambio, trataremos de adaptarnos lo mejor posible y de consultar al especialista en caso de necesitarlo.

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