22 noviembre 2024

MESA DEL PARLAMENTO :»Pacto de la vergüenza» y «escándalo»

PP, Ciudadanos y Vox han logrado el control de la Mesa del Parlamento andaluz, tras conseguir cinco de los siete representantes de la misma, frente a los dos del PSOE-A.Por su parte, Adelante Andalucía se queda sin voz y sin voto. Por primera vez en España, una Cámara es presidida por una diputada de Ciudadanos, Marta Bosquet, y tiene un representante del partido de ultraderecha Vox.

De este modo, la XI legislatura del Parlamento andaluz ha echado a andar este jueves con la sesión de constitución en la que se ha conformado la Mesa, que ha girado hacia la derecha tras los resultados de las últimas elecciones autonómicas.

Este cambio en la Mesa del Parlamento andaluz ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos, primero, y luego entre PP y Vox. Además, este pacto entre ‘populares’ y la formación naranja también supondrá un cambio de Gobierno después de que el PSOE-A haya presidido la Junta durante 36 años, porque la Jefatura del Ejecutivo recaerá en el líder del PP.

La diputada de Ciudadanos por Almería Marta Bosquet se ha convertido en presidenta de la Cámara, la tercera de la historia del Parlamento andaluz, con la mayoría absoluta de los votos, al lograr el respaldo de su propio partido, del PP y de Vox. Bosquet ha logrado 59 votos de los 109 emitidos, frente a los 50 obtenidos por la candidata de Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto. PSOE, PP y Vox han renunciado a presentar a ningún candidato a la Presidencia.

Vox entra en la Mesa y Adelante Andalucía se queda fuera

Tras la elección de la presidenta de la Mesa, se han realizado dos votaciones más. De este modo, han resultado elegidos Esperanza Oña Sevilla (PP), como vicepresidenta primera; Teresa Jiménez Vilches (PSOE), como vicepresidenta segunda, y Julio Díaz Robledo (Cs), vicepresidente tercero. Mientras que para las Secretarías han resultado elegidos Verónica Pérez (PSOE), Manuel Andrés González (PP) y Manuel Gavira (Vox).

Gracias a los votos de PP, Ciudadanos y de su propio partido, el abogado gaditano Manuel Gavira, diputado de Vox, se ha convertido en el primer representante del partido de extrema derecha en la Mesa de un Parlamento en España.

Por contra, Adelante Andalucía, aunque ha presentado candidatos a todos los puestos de la Mesa, finalmente se ha quedado fuera y no tendrá ni voz ni voto, después de que rechazara el pacto que le ofreció Ciudadanos y después de que el PSOE-A haya decidido no cederles ninguno de sus puestos.

Al término de las votaciones y precisamente por quedarse sin representación en la Mesa, el diputado de Adelante Andalucía Antonio Maíllo ha denunciado la exclusión de su grupo, por lo que ha solicitado corregir la composición, pues ha advertido de que es «contraria» al artículo 36 del reglamento de la Cámara.

Sin embargo, la presidenta de la mesa de edad ha rechazado la petición, y ha argumentado que existía una sentencia del Tribunal Constitucional que confirmaba la validez del proceso. Ante las repetidas quejas de Maíllo al respecto, Bustinduy ha solititado opinión a los letrados de la Cámara que han reiterado la validez de la elección de la Mesa.

Una vez constituida la Mesa del Parlamento, los 109 diputados han jurado o prometido sus cargos, aunque este paso no ha estado exento de polémica porque algunos diputados se alargaban en sus fórmulas y la nueva presidenta de la Cámara ha tenido que pedir en varias ocasiones que acortarán sus discursos para no alargar la sesión.

Los diputados de Vox han jurado «por España» y los de Adelante Andalucía, mirando a la bancada de los doce diputados de Vox, han prometido «defender a las personas más débiles de esta tierra de la cobardía, del racismo, de la xenofobia, de la transfobia, de la homofobia y del machismo».

A partir de ahora, la nueva presidenta del Parlamento andaluz será quien dirija la ronda de conversaciones con los grupos y proponga las candidaturas a la Presidencia de la Junta.

Cs insiste en que solo pactó con el PP

La composición de la Mesa ha estado llena de críticas, sobre todo por la entrada de Vox en la misma. Justo antes de comenzar el Pleno de constitución, el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, ha querido dejar claro que su formación «solamente» ha firmado un acuerdo programático y parlamentario en Andalucía con el PP al que «se ha sumado Vox».

«Solamente hay un acuerdo programático y de Mesa (del Parlamento) de Ciudadanos y del Partido Popular, y a partir de ahí, hablaremos del Gobierno, pero el único acuerdo es con el Partido Popular, al que en este caso se suma Vox, que va a tener representación en la Mesa», ha explicado.

Por su parte, el secretario de Organización del PP, Teodoro García Egea, ha defendido su acuerdo con Vox para la Mesa del Parlamento andaluz y ha argumentado que su partido hablará «con quien tenga que hablar» para mejorar la vida de los andaluces y los españoles. «No nos escondemos, yo digo lo mismo a puerta cerrada que en una entrevista».

En declaraciones ‘Es Radio’ y según recoge Europa Press, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, ha asegurado que PP y Ciudadanos les han ofrecido consejerías en la Junta de Andalucía y las han rechazado por «estar en minoría» en un gobierno en el que consideran que no iban a poder llevar a cabo «la mayoría para adoptar medidas que son necesarias».  reproducir video

«Pacto de la vergüenza» y «escándalo»

Por su parte, la todavía presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz, ha calificado de «pacto de la vergüenza con la extrema derecha» el acuerdo entre Cs y PP que ha contado con el apoyo de Vox y que ha permitido que este último partido tenga voz y voto en la Mesa.

También ha advertido de que su partido seguirá «defendiendo» la autonomía y la «igualdad de los andaluces» y ha recordado que el PSOE fue el partido más votado en las elecciones autonómicas. «Si hay algún tipo de pacto vergonzante, pacto de la vergüenza, que intente torcer la voluntad de los andaluces, ellos tendrán que explicarlo», ha avisado.

Asimismo Adelante Andalucía ha calificado de «escándalo» que PP y Cs prestasen sus votos para que el partido de extrema derecha formara parte de la Mesa, mientras que ellos se quedaban fuera habiendo obtenido más votos en las pasadas elecciones.