Con el verano aumenta el riesgo de que los niños sufran las picaduras de insectos. Son molestas, pero generalmente no resultan peligrosas a menos que sea alérgico o reciba muchas picaduras. Te contamos cómo reconocer y tratar cada tipo de picadura.

Mosquitos

Su picadura provoca un granito o habón que puede ir acompañado de hinchazón y enrojecimiento de la piel. El principal riesgo es que el niño se rasque la picadura y se acabe provocando una herida que pueda infectarse. La solución es aliviarle aplicando frío local o una pomada con amoniaco o calamina que venden en las farmacias (consulta el folleto para saber a partir de qué edad se puede usar para los bebés). Puedes ver algunos consejos sencillos para evitar las picaduras de mosquito en este enlace.

Avispas y abejas

A diferencia de los mosquitos, la picadura de estos insectos contiene veneno que además de dolor, inflamación y sensación de quemazón, puede causar una reacción grave si el niño es alérgico o recibe muchas picaduras. El tratamiento consiste en retirar el aguijón de la herida con unas pinzas (si es una abeja, pues las avispas no lo dejan clavado), limpiar la zona y aplicar frío para reducir la hinchazón y las molestias. Acude de inmediato a un hospital si tu peque experimenta malestar, dificultades para respirar, fiebre intensa o cualquier otro síntoma que vaya más allá de la zona afectada.

Arañas y hormigas

Las picaduras de araña (que en realidad son mordeduras) se distinguen porque dejan dos puntitos muy dolorosos. En España no existen arañas peligrosas, por lo que normalmente basta con limpiar y desinfectar la herida. Por su parte, las hormigas también pueden morder, lo cual causa picor y enrojecimiento de la piel, que se alivian aplicando frío o una pomada como las que venden para las picaduras de mosquito.

Pulgas y garrapatas

Normalmente prefieren los animales a las personas, pero si tu bebé entra en contacto con ellas pueden picarle. Las picaduras de pulgas provocan pequeños granitos rojos, suele haber más de uno en la misma zona. Por su parte, las garrapatas se quedan adheridas a la piel alimentándose de la sangre hasta que las retiras untándolas con un producto especial (no intentes arrancarlas). No suelen provocar reacciones graves.

Escorpiones y alacranes

También tienen veneno, pero las especies que hay en España no resultan peligrosas. Lava y desinfecta la herida, aplica frío para reducir la inflamación y las molestias y pon la parte afectada en alto para que el veneno no se absorba tan fácilmente. Si observas alguna reacción extraña o hinchazón súbita de otras partes del cuerpo, ve al hospital. En caso de niños muy pequeños, también es recomendable acudir a urgencias.

Como más vale prevenir que curar, protege a tu bebé de los bichos con mosquiteras y repelentes. 

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