22 noviembre 2024

Nadie plantea soluciones y los problemas siguen creciendo

Àngels Barceló reflexiona sobre la posible convocatoria de elecciones anticipadas y la inacción de los agentes políticos ante los problemas que sacuden España

Estamos en día de espera. Hasta mañana no conoceremos las intenciones del presidente del Gobierno, después de que ayer el Congreso tumbara los presupuestos. Pero parece que vamos directos a unas elecciones antes de que apriete el calor del verano. Y no está hecha ni la convocatoria y los partidos ya han empezado a poner sus lineas rojas y sus cordones sanitarios ante posibles pactos.

PP y Ciudadanos no pueden esconder las ganas que tienen de reeditar el pacto de Andalucía, contando ya con la irrupción de Vox en el Congreso. Aunque es curioso el énfasis que ponen los dos líderes, Pablo Casado y Albert Rivera, en asegurar que no pactarán ni con independentistas ni con populistas, está claro entonces que no consideran a Vox como un partido populista de extrema derecha, o no les conviene considerarlo. De hecho, desde el domingo en la manifestación de Colón, se sacudieron todos los prejuicios si es que alguna vez tuvieron alguno. Del PP, no sorprende, del PP de Casado tan cercano al argumentario de Vox que a menudo se confunde, pero de Ciudadanos sí. Recuerden que era el partido de centro que había llegado para regenerar la política, pero su escoramiento ideológico ya no deja ninguna duda.

Así pues habrá que estar pendientes de la suma de la izquierda y la suma de la derecha y la ultraderecha para ver si se puede gobernar. Porque el nuevo gobierno se encontrará los mismos problemas, los de la gente, a los que parece que algunos hace tiempo que han dejado de prestarles atención, porque si no, no se entiende que los presupuestos no salieran adelante, y el problema de Catalunya que seguirá estando ahí. La derecha plantea la solución autoritaria: casi un 155 de por vida, pero el problema seguirá estando ahí, incluso puede que crezca. La izquierda sigue defendiendo el diálogo, pero enfrente no encuentra flexibilidad y sin el concurso del resto de partidos tampoco puede hacer nada, y el problema seguirá estando ahí.

Hace tiempo que nadie plantea soluciones a nada, y los problemas no se volatilizan, crecen.

ANGEL S BARCELÓ