Àngels Barceló reflexiona sobre las críticas de Pablo Casado a los periodistas y la incorporación a las listas electorales del PP del periodista y tertuliano Pablo Montesinos

Un periodista que se convierte en cabeza de lista. No es el primero y seguramente no será el último, pero la profesión debería abordar el debate sobre el papel de los analistas en este tipo de programas de televisión, que más que periodistas son voceros de los argumentarios de los partidos. Es más, ya en los platós les sitúan estratégicamente a la derecha o a la izquierda en función del argumentario que vayan a defender. No hace ningún favor al periodismo la cercanía entre periodistas y políticos, la línea entre la información y la propaganda debe quedar perfectamente definida, cuando se diluye, cuando se difumina, el periodista acaba por cruzarla y queda en entredicho toda su labor anterior y toda su credibilidad.

Y no ha sido el mejor día para que un periodista cruce la línea y pase a las listas del PP. Porque hoy su líder, Pablo Casado, está acusando a los periodistas, precisamente, de no hacer bien su trabajo, cuando el responsable de la última polémica que le afecta es precisamente él mismo.

Hoy Casado dice sentirse víctima de una fake news, y nada más lejos de la realidad. Los periodistas hemos hecho nuestro trabajo, que es preguntar al PP por esa idea de evitar la expulsión de los inmigrantes que den a sus hijos en adopción. Esto que según Casado nos hemos inventado fue confirmado ayer por el propio Partido Popular y defendido durante el día de hoy por otros miembros del partido.

Insisto, los periodistas hemos hecho nuestro trabajo, pero como Casado no sabe cómo explicar tal aberración nos acusa de propagar una noticia falsa. A Casado solo le sirven los periodistas palmeros.

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