“Gracias a la vida que me ha dado tanto;
me ha dado la risa y me ha dado el llanto;
así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es mi propio canto,
y el canto de todos que es mi propio canto”.

Gracias a la vida que me ha dado tanto. (Violeta Parra)

Vaya fin de semana de reconocimientos que he tenido: el viernes tarde, APIEMA me entregó una placa “por mi contribución altruista, para conservar y difundir la historia, el patrimonio natural y cultural de nuestro pueblo Atarfe” y el sábado en GRANADA HOY, en la serie de artículos titulada “Sierra Nevada paisaje y paisanaje”, el autor, Ignacio Henares hizo un magistral repaso a mi vida profesional en el campo de la investigación y gestión de los ungulados en Sierra Nevada, en concreto la cabra montés.

Y ha sido en vida y es digno de agradecer ya que en este país nuestro las evocaciones tienen lugar cuando el homenajeado se ha “maullao” (toquemos madera) ….

Pero realmente el objetivo de la gacetilla de hoy es efectuar una crítica a nuestra sociedad, a nuestra comunidad, a nuestro pueblo. Y es que no es de recibo que en la gala del pasado viernes, APIEMA no encontrara el respaldo que esta asociación merece. No puede quedar un auditorio como es el Medina Elvira, ante una convocatoria de este tipo, semivacío. Había programado un espectáculo en donde grupos locales como son las agrupaciones carnavalescas (“La Raja Santa”, “Las Mantis Religiosas” o “Nos ha tocao la china””) el grupo Azalea de “Graná”, el cantautor Víctor Rajoy acompañado de Lázaro, el grupo de ensemble así como el de teatro de la Asociación artística y cultural “Ciudad de Atarfe” dieron lo mejor de sí para divertir a una exigua e insuficiente concurrencia. En la gala se reconocía también la labor de Manolo Sierra, por su labor educativa o a la chirigota “la Raja Santa” por sus 20 años de existencia.

Debemos responder a estos eventos llenando la sala, no una sino tres veces, adquiriendo entradas en la fila 0, devolviendo en parte la gratitud a la labor desinteresada que día a día realizan los socios y voluntarios de esta gran asociación local.

APIEMA, “Asociación para la integración de enfermos y minusválidos de Atarfe” lleva desde el año 1993 trabajando con personas enfermas y con otras capacidades, desarrollando programas y proyectos de accesibilidad, formación, empleo, educación, ocio y tiempo libre, comunicación…….

Debemos como pueblo hacer nuestra la finalidad de esta asociación: “Contribuir a la promoción e integración de las personas enfermas y discapacitadas, a través de actuaciones destinadas a la mejora de su calidad de vida, y reforzando la concienciación de la sociedad sobre esta necesidad “.

O como bien han cantado este año las monjas de ese convento singular y tan atarfeño como es el que forman las hermanas de la Raja Santa:

“Se despierta cada día, me empieza a abrazar, me hace mil caricias. De la cama a su silla, no puede ni andar, pero ella está feliz. Quince años me cumple ahora en febrero, y casi no me puede ni hablar. Tuvo en el parto un problema, se nos cayó el mundo, pero doy las gracias por que ella aquí está. Pena yo no tengo, a mi me sobra la felicidad, todos los días sale pal cole, a mi me llena de alegría. Me trae dibujos, me hace anillos, viene con flores. Todo a mí me parece lo más bonito de esta vida, que, aunque viva de otra manera, ella sólo es una niña. Y que ella sea feliz yo se lo debo, a todas esas personas que me ayudan, a ese Paco y esa Fina que hace años, hicieron mi pena suya. Gracias, muchas gracias, que sin vosotros que hubiese hecho yo, llevo APIEMA en mi corazón”.

Curiosidades elvirenses.

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