Con fecha 2 de octubre de 1902, don Manuel Gómez Moreno mandó una carta al Jefe de la Biblioteca de la Universidad de Granada, adjuntándole un manuscrito moderno, copia de otro antiguo que presumía podía conservarse en un convento de religiosas de Granada.

El manuscrito tiene por título: «Vida de la Azucena Rosa, Mercenaria, la V. María de Sta. Rosa o por otro nombre la Santa de la Sierra de Elvira, Beata de la Orden de María SSma. De la Merced, Redención de Cautivos de la Ciudad de Granada, escrita por el R.P. M.F. Diego Serrano, Religioso del R. Convento de la misma Orden de dicha Ciudad», año 1769.

Los hermanos Pino Ortega, en el extra de las fiestas de Atarfe incluido en el diario Ideal de Granada de fecha 23 de julio de 2008, página 18 y siguientes, publicaron un laborioso resumen del anterior manuscrito, trabajo que nosotros reconocemos.

José Enrique Granados, en su blog «Gacetilla y curiosidades elvirenses», con fecha 1 de enero de 2015, se hizo eco del resumen anteriormente mencionado. Gratitud a su labor.

En esta ocasión, nosotros referenciamos un pequeño resumen de nuestro trabajo «Beata de Sierra Elvira», haciendo llegar al lector un extracto del amplio contenido que ocupa el estudio realizado. La consulta de la obra despejará las dudas de si estamos ante una realidad o leyenda; no dejará indiferente al curioso en el tema.

Manifestamos haberlo pasado bien en la lectura de algunos de los manuscritos; trabajos laboriosos que realizaron a pluma y tinta escribientes cuya única pretensión era dejar constancia de la vida dedicada al sacrificio y devoción de María de Santa Rosa; mujer que se caracterizó en vida por su discreción y empeño en pasar desapercibida, por eso, si fuera posible le pediríamos disculpas y comprensión por dar a conocer la pequeña parte de su vida que ha llegado a nosotros. Esa mujer, con seguridad diría «que sea para mayor engrandecimiento de Dios».

La pregunta sería ¿nos encontramos ante una vida real o una leyenda? En principio la respuesta es confusa. Las diferentes consultas documentales nos llevan a la conclusión de que María de Santa Rosa Liñán, conocida por la beata de Sierra Elvira existió realmente y perteneció a la Orden de la Merced. Vivió una vida de anacoreta dedicada de lleno a la oración y devoción divina. Dicho lo anterior, nosotros añadimos que al texto original de su vida, distintos copiadores han añadido florituras, las cuales, en ocasiones nos hacen pensar que estamos ante una leyenda.

El estudio que en esta ocasión nos ocupa no es concluyente, de seguro y así lo deseamos, aparecerán nuevos documentos y trabajos que lo ampliarán y rectificarán.

La alegría llenó nuestro sentimiento cuando localizamos y consultamos el manuscrito original. La lectura del contenido respondió enteramente a nuestras expectativas.

Todavía más. Sabemos que el original, como mínimo, fue copiado cinco veces por diferentes plumas. Únicamente hemos podido consultar dos de ellas, del resto desconocemos la situación.

La singular beata de Sierra Elvira, en su época fue una criatura digna de admiración por su espiritualidad, humanidad y circunstancias que la rodearon.

Nacida en Granada, tuvo por nombre y apellidos «María de la Rosa Liñán». Sus padres se llamaban Juan de la Rosa y María Liñán, eran cristianos viejos.

Inclinación a la vida devota

Cuando contaba tres años, un día paseaba con su madre por la calle Alhacaba, observando que un sacerdote portaba la Eucaristía, de forma natural, espontánea y devota se arrodilló para adorar al Redentor Sacramentado.

Desde pequeña, María de la Rosa sintió inclinación a la soledad, pretendía tener mejor oportunidad de oración con el Creador, la Virgen María y Santa Rosa.

Milagrosa aparición de la Virgen para apagar un fuego

Un día, siendo niña, se encontraba orando en el aposento de su casa, se le apareció la Virgen María con Jesús niño en los brazos, diciéndole que en otra habitación de la vivienda se estaba quemando el lino. La Virgen le indicó lo que debía hacer para apagar el fuego. María de la Rosa siguió las instrucciones recibidas logrando sofocar el devastador fuego.

Un ángel volando la trasladó a Sierra Elvira

María de la Rosa Liñán, mostraba gran interés en vivir en la soledad del desierto. Estando un día orando y pidiendo poder estar sin compañía que le apartara de su deseo de oración, sacrificio y devoción, se le presentó un ángel con apariencia de joven, diciéndole que había llegado el momento de concederle su apetecida soledad; y tomándola de la mano, en vuelo, la trasladó a la cueva de Sierra Elvira que le señaló como habitación. Tras dejarla allí, el ángel enviado desapareció. Pasado un tiempo que no podemos concretar, el mismo ángel la trasladó de igual manera a otra cueva de la misma Sierra Elvira situada en el término de Albolote, donde permaneció hasta su muerte.

Descubrimiento de una imagen de Jesús atado a la columna

El autor del manuscrito nos informa del descubrimiento de una bellísima imagen de Jesús atado a la columna, se trataba de una pintura que fue venerada en la iglesia de Albolote, le dieron el nombre de «Cristo de la Sierra».

El Cristo de la Sierra, desde un primer momento ocupó en el templo de Albolote el retablo situado en la calle izquierda, entre las capillas de bautismo y la de San Sebastián.

No acaba aquí la historia del Cristo de la Sierra. En el año 1875, fue robada la anónima pintura representativa del sufrimiento de Jesucristo. Para sosegar el ánimo de los vecinos, se encargó una pintura igual a José Martínez Victoria, La nueva representación ocupó su lugar a mediados del año 1876. El lienzo robado se recuperó. En la actualidad, los dos cuadros están desaparecidos.

En la iglesia parroquial de Albolote existe una placa relatando lo ocurrido, está escrita con letras mayúsculas y tintas negra y roja. Aprovechamos para decir que dicha placa está colocada en una capilla diferente a la que le debería corresponder. No dejamos pasar la oportunidad para comentar que la buena fe de algunos vecinos, confunden el icono del Cristo de la Sierra, con dos versiones similares representativas de medio busto de Cristo con la cruz a cuestas, situadas en el centro de la calle derecha del templo.

El texto de la placa dice: «Fue robado de este altar el cuadro del Señor de la Sierra, en la noche del 12 de diciembre de 1875. Y para sustituirlo, pintó el mismo asunto desinteresadamente, el S. don José Martínez Victoria.

Se costeó el lienzo y lo demás necesario, con las limosnas que Albolote dio, recogidas por los mayordomos de la Virgen del Rosario, Juan Martín Arantave, Rafael Morales García, José Ramírez Arantave, Francisco Luna Capilla, Juan Ramirez Alcoba, Jacobo Ramirez Alcoba, y Juan Manuel Rueda.

Se bendijo y colocó el cuadro en este altar, el día 12 de junio de 1876, estando de cura el S, don José Moratalla López.

El lienzo del cuadro robado se recuperó y está colgado en esta capilla». (Recordamos que en la actualidad están desaparecidos los dos lienzos).

Para saber más:
– «Vida de la Azucena Rosa…» Copia anónima del manuscrito original. Universidad de Granada.
– Pino Ortega. Extra de fiestas de Atarfe, diario Ideal de Granada. 23-07-2008, pág. 18 ss.
– José Enrique Granados. Blog Gacetilla y curiosidades elvirenses. 01-01-2015.
– Francisco Javier Pardo Pedrosa. Estudio «La Beata de Sierra Elvira»©

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