Democracia directa y participación ciudadana
La democracia directa, es una forma de democracia en la que las decisiones las toma directamente el pueblo mediante participación en asambleas que toman decisiones vinculantes a la hora de promulgar o derogar leyes. Este tipo de democracia contrasta con la que tenemos en nuestro país, la democracia representativa, en la que una minoría representa al pueblo y toma decisiones por ellos que es mayoritaria en gran parte de los países occidentales.
Las democracias representativas, permiten formas limitadas de democracia directa, como la inicativa popular o el referendum que permiten a la ciudadanía presentar peticiones al Estado en el caso del primero o aprobar o deregoar determinadas leyes. Otro elemento es la revocatoria, que permitiría al pueblo destituir a un cargo antes de que termine el periodo de legislatura.
Una forma de democracia directa son los presupuestos participativos que consisten en una herramienta de democracia directa que permite a la ciudadanía decidir en qué se invierte el presupuesto municipal y en definitiva incidir en la toma de decisiones del gobierno. Es un proceso de consulta y diálogo que pretende buscar la horizontalidad entre la comunidad y las autoridades. Se ha puesto en práctica en diversas zonas del globo. Algunos ejemplos son los que ahora decimos:
En primer lugar tenemos que hablar de Porto Alegre, ya que este país fue el primero en poner en práctica esta herramienta de democracia directa allá por 1989 en la ciudad de tras la victoria del PT o Partido de los trabajadores. Estamos hablando de una época en la que los contrastes sociales eran la norma y en la que los recursos eran limitados, por lo que el gobierno tenía una tarea difícil a la hora de hacer frente a las necesidades de la mayoría. Era muy importante organizar a la población para sí poder hacer frente a sus necesidades por lo que se decidió dar voz a los movimientos sociales mediante la organización de asambleas que tuviensen un poder vinculante, es decir que tomasen decisiones que pudiesen ser puestas en práctica. De aquí salió la propuesta de los presupuestos participativos, cuyo objetivo era promover la justicia social y empoderar a la población y las distintas comunidades. A día de hoy la experiencia continúa en vigor aunque los cambios de gobierno vividos han provocado cambios importantes.
Nuestra segunda parada es Argentina, concretamente la población de Rosario que puso en marcha sus presupuestos participativos en 2003, a Rosario le siguieron San Fernando, Córdoba, San Carlos de Bariloche, La Plata o Reconquista. La unión de tantos pueblos propició la creación de la Red Argentina de presupuestos participativos.
En Perú, es otro de los ejemplos de lugares que han puesto en práctica esta herramienta ya que desde el 2003 el desarrollo del Presupuesto Participativo anual es obligatorio para Gobiernos Distritales, Provinciales y Regionales. En este caso, existe una metodología definida por el Ministerio de Economía y Finanzas en donde la forma de priorización de los proyectos combina la consulta popular con la ponderación técnica que busca priorizar prouectos o actividades que generen resultados en cuanto a resolver los problemas más urgentes que tenga el país.
Además de esto, existen iniciativas puestas en práctica de presupuestos participativos a nivel local en México,Bolivia, Uruguay, Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, El Salvador o Chile.
Tampoco España se queda atrás ya que en diversas localidades de Andalucía, en Sevilla y Málaga concretamente, Cataluña o Baleares se han llevado a cabo este tipo de iniciativas y América del Norte también se ha apuntado al carro de la participación ciudadana con ejemplos como Ontario, Portland, Minessota e incluso Japón con la experiencia de países como Yokohama.
No se puede extraer una conclusión a nivel global del impacto que han tenido estas inciativas, ya que estamos hablando de contextos muy diversos, pero lo que si es cierto y de lo que si se puede hablar es de aquello que podría permitir que funcionase correctamente, y esto, de acuerdo con lo que dicen organizaciones como Unicef deben ser: unas reglas del juego claras, honestidad y transparencia por parte de los gobiernos y como en todo voluntad por parte de los políticos y de la ciudadanía para que sean realmente una vía de represantación y participación ciudadana.
Documentos
García Francés, Francisco; “Guía metodológica de los presupuestos participativos.” Alicante, 2008
http://habitat.aq.upm.es/dubai/96/bp049.html
http://www.unitedexplanations.org/2012/01/11/porto-alegre-pionera-en-la-experiencia-del-presupuesto-participativo/
http://www.presupuestosparticipativos.com/localidades/_C3VTDDatmVEmYYYsYdvRIkC2Y30_kD22
http://www.presupuestoparticipativo.cl/FORO/?cat=5
http://www.oidp.net/es/inicio/