La vuelta al cole: gastos y más gastos

Cuando uno tiene hijos pequeños los gastos se multiplican hasta límites insospechados. Uno de los que más escuece es el dineral que nos dejamos durante la vuelta al cole. Por eso hemos preguntado a los ciudadanos para ver si le encuentran una solución a este problema.

Con el mes de septiembre a la vuelta de la esquina y con nuestros hijos a punto de volver al colegio, los gastos se multiplican de manera alarmante para la maltrecha economía del español medio. Los libros de texto son uno de los grandes caballos de batalla de los padres, ya que cada año, el final del verano se convierte en una auténtica tortura económica para hacer frente al sobregasto que supone la vuelta al cole y, particularmente, los libros de texto que siempre cambian de un año para otro, con la excusa de que hay que adaptarlos a los nuevos tiempos o que varían los planes de estudios o cualquier otra cosa que se les ocurra a unos y otros.
El caso es que hemos pedido a los miembros del Club Opinamos que nos digan qué piensan de los libros de texto y parece que el factor económico es el que prima. Ciertamente un 16’5 % de los encuestados creen que los libros deberían adaptarse a los nuevos tiempos y ser digitales, abandonando el papel. Pero las dos opciones más votadas se centran en su uso y precio. Un 18’8 % de los ciudadanos se quejan de que los libros ya no se puedan utilizar de un año para otro, lo que tradicionalmente entendíamos como heredar los libros y que ahora, con tanto cambio, pero también, con tantos libros sobre los que se escriben los deberes, han convertido en una auténtica misión imposible el tradicional hecho de reutilizar el libro del hermano o amigo al año siguiente. La alternativa por la que se inclina la mayoría, un notable 54’5 %,  es la afirmación de un hecho, los libros de texto cada año que pasa son más caros. Algo en lo que el Estado o las Autonomías competentes deberían intentar controlar.

Uno de los grandes problemas sociales, provocado por la incorporación de la mujer al mercado laboral, versaba sobre qué hacer con los niños hasta que llega la edad de la escolarización obligatoria. Para algunos, la figura de los abuelos se ha convertido en la solución al problema, para otros, lamentablemente, la ausencia de trabajo y, para muchos, dejar a los niños en una guardería donde se hagan cargo de ellos en los horarios que nadie más puede hacerlo.

El verdadero problema con las guarderías es que al ser negocios privados donde hay que cuidar factores tan importantes como la salud, la limpieza, la alimentación y la educación, soportan unos costes muy altos y, por tanto, sus tarifas, habitualmente, también lo son.Las ayudas del Estado, al no existir ninguna obligatoriedad de escolarización, son escasas y las guarderías públicas, prácticamente, inexistentes. Las familias con las estrecheces de la crisis han visto en sus hijos pequeños otro problema económico, lo que ha venido a ralentizar el, ya de por sí, bajo ritmo de la natalidad en nuestro país.
Hemos pedido a ciudadanos de las 50 provincias españolas, ahora que finalizan las vacaciones y muchos pequeños vuelven a ellas, que nos dieran su opinión sobre las guarderías y qué solución veían ellos. Uno de cada cuatro encuestados nos decía que las guarderías deberían ser más económicas, en tanto que la gran mayoría, nada menos que un 61’1 %, opinaba que el Estado debe crear más guarderías públicas y gratuitas.

Las guarderías y los libros de texto: dos escollos económicos, que empobrecen aún más a las familias españolas y que son problemas, aparentemente no demasiado complejos, pero que nunca encuentran solución.

 

PUBLICADO EN : http://www.encuestamos.com/las-guarderias-publicas-y-gratuitas-ya/

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