MEDINA ELVIRA reescribe la Granada musulmana
Financiación polaca permite excavar en el área mozárabe de la urbe. Se han hallado vestigios de un muro que podría corresponder a un edificio religioso
La vida es curiosa. La inestabilidad que sufre casi de forma crónica la esquina del mundo que desde aquí se bautiza como Oriente Medio ha propiciado que Atarfe saque a la luz, en forma de piedra y polvo, parte de su pasado como ciudad clave para entender el tránsito «del mundo antiguo al mundo medieval», según explica el arqueólogo y director del proyecto general de investigación La ciudad de Madinat Ilbira, Antonio Malpica.
De vuelta a la situación geopolítica internacional, si en Siria -por poner un ejemplo- los arqueólogos no pueden trabajar, es probable que, de rebote, otras excavaciones salgan beneficiadas, en un movimiento similar al que ha vivido el turismo. Ese es el caso de Medina Elvira, un yacimiento que, augura Malpica, «superará nuestras vidas». En este caso concreto, el estado polaco ha financiado la campaña de excavación que se desarrolla desde el pasado 24 de septiembre y que todavía se prolongará unas semanas en este enclave histórico, localizado entre los municipios de Pinos Puente y Atarfe y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2004. Malpica indica que la campaña prevista para la próxima primavera también contará con financiación polaca. El que el equipo europeo se haya decidido por Medina Elvira como destino para trabajar en la historia del mundo musulmán se debe, según el investigador granadino, a las «relaciones que mantenemos con la arqueología europea», un campo que -como otros en la ciencia- ha superado las fronteras nacionales. Los polacos iniciaron los trabajos en Medina Elvira en 2016, año en el que se retomaron los trabajos que habían cesado en 2009. Fueron siete años sin vida arqueológica.
332Hectáreas. Es la extensión del yacimiento de Atarfe, declarado BIC en 2004 La ciudad de Medina Elvira se fundó a mediados del siglo IX y se abandonó en el XI El alcalde apuesta por crear un centro de interpretación para revalorizar el hallazgo
La carambola financiera ha permitido sacar a la luz, explica el arqueólogo, los resultados de un sondeo realizado en las últimas semanas. «Al poco de comenzar a excavar, a 25 centímetros, encontramos los restos de un muro que conforman una crujía». Un espacio delimitado por dos muros que podrían ser los restos -con todas las cautelas pertinentes- de un edificio de entidad. «No me atrevería a decir qué era, pero podría ser un edificio religioso», indica Malpica. Se trata de un indicio más que corroboraría las hipótesis previas sobre la naturaleza de esa zona excavada.
La ciudad de Medina Elvira se fundó a mediados del siglo IX, sobre los restos de una población anterior que se ha datado de la época visigoda, «posiblemente tardorromana». Los vestigios apuntan a la existencia de esa ciudad previa entre los siglos IV y VII. En el IX se conforma la urbe islámica «con población diversa». En concreto, los hallazgos del sondeo que ayer se presentaron proceden de un barrio en el que se agrupó población cristiana. Se ha trabajado al pie del cortijo de Los Cigarrones, donde el arqueólogo Gómez Moreno encontró la lápida del obispo Ciprinano, que se conserva en el Museo Arqueológico y en la que figura el año 1009. En los últimos trabajos «ha aparecido una pequeña cruz». También se ha hallado un espacio cuadrado que podría corresponder a los restos de una torre.
En anteriores campañas -sistemáticas desde 2003, aunque ya hubo una intervención anterior de urgencia en 2001 en el Cerro del Sombrerete- se han documentado viviendas, parte de la muralla, una puerta en la misma, restos que podrían corresponder a una mezquita, espacios públicos y también enterramientos. Malpica señala que hubo convivencia con otras culturas e incluso es posible que se conservaran costumbres anteriores a la llegada de los musulmanes. Así, algunos de los cuerpos hallados están enterrados de cúbito supino y no según el rito islámico, pese a que por la cerámica los enterramientos datan del siglo X.
La posibilidad de que hubiera un barrio mozárabe en la gran ciudad de Medina Elvira -el yacimiento se extiende por 332 hectáreas- «no es extraño», indica el investigador. Los residentes se agrupaban por origen o religión. Se da la circunstancia de que la población de Medina Elvira de origen sirio propició la llegada la península de Abderraman I vía Almuñécar. Éste fue el primer emir independiente de Córdoba, lo que realza la importancia que tuvo, para el devenir de la historia, la presencia de esos sirios en Granada.
La urbe se desarrolla en torno a la mezquita mayor y la infraestructura defensiva (muralla), y también se extiende mediante asentamientos rurales, lo que explica la gran extensión. Además, Malpica destaca la «densidad de las estructuras», que han salido a la luz. Son las propias de una ciudad que podría haber sido perfectamente la capital. Sin embargo, en el siglo XI Medina Elvira se abandona. En el XII aparecen restos de la red de acequias.
Los restos de aquella ciudad revelan una «historia apasionante», indica el arqueólogo, ya que estas infraestructuras se vinculan justo en el momento de transición entre el mundo antiguo y la Edad Media.
El interés histórico del yacimiento ha calado en las administraciones públicas. O al menos así se mostró ayer en la presentación de los resultados de la campaña. El alcalde de Atarfe, Francisco Rodríguez Quesada, destacó que lo descubierto «es un elemento de interés» y que la intención es «visualizar» los hallazgos. El Ayuntamiento ha colaborado con una «actitud magnífica», según Malpica, y una campaña de voluntarios en la que han participado 65 vecinos. El alcalde expresó su intención de que los restos cuenten con una infraestructura que permita su visita. «Es uno de los grandes retos», indicó el regidor. Entre las propuestas que se barajan de cara al futuro están la construcción de un centro de interpretación y de varios puntos de encuentro en los que se puedan conocer algunos de los hallazgos más relevantes. También se busca un equipamiento municipal para mostrar una recreación de la urbe.
En la presentación de los hallazgos localizados hasta el momento también estuvo el delegado territorial de Cultura, Guillermo Quero, que destacó que los trabajos «nos ayudan a conocer mejor nuestra historia». «Desde la Delegación hemos prestado toda la colaboración y delimitado el entorno de BIC que va a asegurar que se evite cualquier atentad al patrimonio», expuso el delegado en declaraciones a los periodistas.
Un entramado de construcciones que busca salir a la luz
Los trabajos en Medina Elvira permitirán conocer mejor cómo era la Granada tardorromana, de la época visigoda y musulmana. No es la única huella que queda en la provincia, desde luego. En la propia capital se han hallado -Mondragones y Zaidín- restos de villas romanas, que revelan cómo era la vinda, fundamentalmente vinculada con las tareas agrícolas de un periodo de tiempo que, a los ojos de los profanos, ha quedado eclipsado por el relumbre que alcanzó la capital granadina durante la época nazarí. En Cartuja también se desarrollan trabajos que tienen como finalidad desvelar esa parte de la historia granadina. En ese punto, la tarea de los investigadores tiene como puntales el Alfar Romano (declarado BIC), el Albercón del Moro (en el que se trabaja desde el pasado verano) y los hallazgos durante la reurbanización del campus, como los hornos localizados cerca de Teología o en el monasterio de la Cartuja (otro BIC). El interés de la zona se polonga en el tiempo con edificaciones más recientes, como el propio monasterio o el Colegio Máximo (el tercer BIC de la Cartuja).
A. Asensio
https://www.facebook.com/madinatilbira PUBLICADO EN AHORAGRANADA