Los tres pilares del «maestro Curro» por Juan Carlos García de los Reyes
En uno de sus últimos días como maestro, Curro les regaló a cada uno de sus alumnos una brújula, explicándoles que “esa brújula siempre te va a señalar el norte. En tu corazón tienes una brújula que siempre va a señalar el bien. Hazle caso y de esa manera vas a comprender que ayudando a los demás es como tú te lo vas a pasar bien”.
Ahora comprenderéis porqué poco después el parque de ese pequeño pueblo de Andalucía lleva el nombre del “Maestro Curro” (Francisco Enríquez Espejo). Un significativo reconocimiento con motivo de su jubilación a su labor de toda una vida.
Cuando lo supe, lo llamé y quise conversar con él:
«Voy a ir a verte para que conversemos sobre los valores de la educación. Sobre la importancia de ser integro. La importancia de educar en clase y educar con tu actitud. La importancia de inculcar bellos valores a los muchachos, desde la escuela y también desde la casa. La importancia de dar cariño. Y también la importancia del mundo rural, que te acerca a las cosas sencillas y a la naturaleza, que permite las relaciones entre las personas de una manera muy franca y muy directa…
Y también, cómo no, para mostrar que los ciudadanos comprometidos son los que ayudan a mejorar el mundo. Y qué mejor para ello que mostrar a un maestro del que la gente se siente orgullosa”.
Y Curro, entre otras cosas sorprendentes, me habló de sus tres pilares…
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Publicado en DIÁLOGOS DESDE LA CIUDAD COMPROMETIDA